En los procesos de coaching, el coachee, no debe tratar de ponerse nada, más bien debe quitarse cosas.
Debe ser como si él esculpiera su propia estatua. Para ello debe quitarse allí, raspar allá, pulir esto y limpiar lo otro. Así hasta que emerja la figura noble que lleva en su interior.
Cada persona tiene que encontrar su estilo y sus motivos para especializarse, quedarse y después mejorar.
0 comentarios:
Publicar un comentario