TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



JUBILAR-SE versus SER VIEJA





Aprender a disfrutar la jubilación
XAVIER GUIX


La jubilación está dando mucho que hablar últimamente. A la reciente discusión sobre su edad hay que añadir los datos demográficos: vivimos en una sociedad que envejece muy deprisa. Aprender a afrontar esta etapa es otro de nuestros retos existenciales.


“Somos seres activos, creativos y relacionales. Es lo que necesitamos para realizarnos en la vida, y eso no tiene edad”


Me cuenta Amparo que desde que su marido se ha jubilado todo ha ido a peor. Ella, que aún trabaja, tenía su vida “apañá”. En cambio, ahora tiene “la mitad de la pensión y el doble de marido”. De repente se encuentra con un esposo gruñón, que la persigue, le critica todo, le pide explicaciones de sus conversaciones, la manda y quiere que esté sólo pendiente de él. “Si sigue así, me separo”, concluyó.
Éste sería un caso común de una jubilación mal gestionada, aunque otros, más positivos, nos permitirían observar las dos caras de la experiencia de jubilarse. Deseada por unos y temida por otros. Una espera que desespera o una patada en el trasero para los que no saben hacer otra cosa que trabajar. Una contrariedad para los que están en su mejor momento. Hay que ver lo que oculta el trabajo: sueños y frustraciones.


LA JUBILACIÓN COMO JÚBILO
“Sólo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece” (Borges)


La palabra jubilación está emparentada con júbilo, o sea, alegría. Se supone que, más allá de un acto meramente administrativo, el cese laboral es la culminación de una etapa de compromiso social, para pasar a otra descargada de expectativas y obligaciones. Es como pasar de lo duro a lo suave. Es vivir el júbilo de levantarse por la mañana y disponer de todo el día por delante. El júbilo de hacer lo que a uno le venga en gana. La alegría de encontrarse de nuevo con uno mismo y por fin dedicarse sólo a ser.
En cambio, la jubilación parece que en lo material sólo sean pagas y en lo psicológico algo así como la inutilidad del ser o, en su mejor versión, la vida ociosa bien merecida. Jubilarse, sea cuando sea, es como una rendición, un apearse en medio del trayecto, un ¿y ahora qué? Es la cara dura del jubileo, la triste sensación de que a uno le echan del sistema, sin importar su opinión, su disponibilidad o su momento vital y profesional. Claro que todo va a depender, más allá de lo que diga una norma administrativa, de cómo se ha resuelto personalmente la relación entre el ser y el tiempo.


DEJAR DE HACER PARA SER
“Si has construido castillos en el aire, tu trabajo no se pierde; ahora coloca las bases debajo de ellos” (Henry David Thoreau)


Occidente se ha especializado en la capacidad de transformar el mundo, mientras que en Oriente ha predominado la contemplación, la aceptación de la vida como es. Aunque vamos camino del acercamiento, hay que reconocer que por nuestras lides impera el sentido de la acción, del hacer. Uno es, sobre todo, lo que hace. Bajo este paradigma, la jubilación es una intromisión o un permiso para dejar de hacer. Entonces, si no hacemos, ¿qué somos? ¿Quiénes somos?
La identidad de una persona ha tenido diversos referentes a lo largo de la historia. Antiguamente se relacionaba la identidad con el lugar de nacimiento (Tales de Mileto, Jesús de Nazaret…). Después, según el oficio: el herrero, el mercader, el carpintero. Más tarde se definió por la estirpe patriarcal. Erickson como hijo de Erick. Fernández como hijo de Fernando. Aún hoy, para muchas personas, su identidad está vinculada a la organización social, al papel que desempeñan y a la relevancia de la empresa o institución a la que pertenecen. La jubilación significa quitarles la privilegiada etiqueta. A partir de ahí, ni son ni representan. De ahí deviene la primera crisis: aprender a ser uno mismo, sin lo de fuera.
Una de las mayores expectativas que acarreamos es la de “ser alguien en la vida”, lo que significa trabajar duro y alcanzar una buena posición laboral y social. Nos damos cuenta pronto de que una cosa son las actividades que nos gustan y otra trabajar. Queda separada la relación entre actividad y trabajo, siendo la primera una mera distracción para los ratos de ocio. Sólo unos pocos afortunados parecen tocados por la vara vocacional, pudiendo trabajar disfrutando. El resto se pasan el día echando cuentas y planificando a años vista. Se olvidan que el tiempo se vive, no se cuenta.


SOMOS ACTIVOS, NO TRABAJADORES
“Dadme un punto de apoyo y moveré la Tierra” (Arquímedes)


Si logramos quitarnos la etiqueta de trabajadores, podemos observar al ser humano fundamentalmente como energía, inteligencia y amor. Somos seres activos, creativos y relacionales. Eso es lo que necesitamos para realizarnos en esta vida. Y eso no tiene edad. La jubilación entonces se limita a un cambio en el tipo de actividad, su frecuencia o su organización. Nada más. Seguimos activos, creativos y amantes. Sólo faltaría que eso también lo regulara el Estado.
Para una gran mayoría de personas, la jubilación va a representar un cambio difícil, porque no entienden otra actividad que no sea trabajar. Esa creencia limita la oportunidad a nuevas iniciativas e incluso profundizar en aquellas para las que siempre ha faltado tiempo. A menudo se les dice a los jubilados: “Ahora podrá hacer todo aquello que no pudo hacer en su momento”. No es cierto. Cada momento tiene sus intenciones. No es lo mismo estudiar una carrera para ejercerla posteriormente, que estudiarla sólo por el placer de saber. Ahora es ahora. Y ahora cabe recoger lo que se ha cosechado, sabiduría de vida, para vivir en lo aprendido.


LA JUBILACIÓN COMO PROCESO
“Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa” (proverbio chino)


La perspectiva de la jubilación demanda tiempo para reflexionar sobre cómo encarar su llegada. No hay nada peor que levantarse un día pensando: no tengo nada que hacer. Todas las experiencias de cambio significan un periodo de crisis, de resituación, y más en este caso en el que cambian factores globales como el dinero, las relaciones familiares y sociales o la vida en el hogar. Será necesaria una etapa de desconexión progresiva de la vida laboral, de vencer resistencias, alternada con afianzar nuevas actividades, horarios, etcétera. Hay que darse la oportunidad de irse jubilando, de llegar al final del proceso habiendo enterrado al “trabajador administrativo”, habiendo renacido como ciudadano activo de este mundo. Habiendo decidido qué queremos conservar y qué queremos cambiar.
Entiendo que una de las cosas que peor se llevan es la obligación de cesar. Para todas las personas con una vida intensa, creativa, vocacional, e incluso aquellas cuyo valor añadido es precisamente la edad, su experiencia y sabiduría, no tiene sentido alguno que se les rescinda el contrato con la Seguridad Social. Creo que todos estaríamos de acuerdo en que hay personas que no deberían jubilarse nunca. En cambio, nadie entiende cómo otras no se han jubilado todavía. Debe de ser por eso que alguna pauta común deba existir, a disgusto seguramente de todos.
Decía Serrat que “todos llevamos un viejo encima”. Aunque hoy vejez y jubilación han perdido su relación cronológica, el debate actual sobre las jubilaciones es una buena ocasión para redefinirnos: ¿De quién dependemos? ¿Qué sentido tiene el trabajo para nosotros? ¿Qué otras cosas nos mueven en la vida? ¿Qué sentido tiene el tiempo? ¿Lo cuento o lo vivo? ¿Dónde invierto mi energía, mi creatividad y mi amor?

¿CONOCES TÚ CÁRCEL?


Sobre cuestiones de libertad
no se trata de hacer lo que quieres
se trata de amar lo que haces.
REBELDÍA versus SUMISIÓN
El coach debe incentivar el culto y cultivo de la conciencia individual del coachee hasta, incluso,
convertirse en un especialista de CONCIENCIAS
que alimentan un cierto narcisismo psicológico-moral.
Para ello debemos suprimir el "negocio de la salvación"
Es necesario tener una conciencia continua
de lo que nos sucede
para darnos cuenta de donde se encuentra
lo que nos hace daño,
comprenderlo,
aceptarlo y liberarlo para fundar, en su lugar,
otra actitud que nos genere plenitud y alegria.
Frecuentemente nuestras emociones
están guiadas por los MIEDOS y necesidades, i
gnorando nuestras ilusiones y talento.
Hacemos para tener y quizá SER,
en lugar de SER para que haciendo tengamos.
Y ahí está la raiz de la angustia
y la carcel de la que no se puede escapar.

¿CÓMO DEFENDEMOS NUESTRA PERSONALIDAD?


Podemos y tenemos mecanismos de defensa de la personalidad tales como:

El autismo: encerrarme en mí mismo.
La paranoia: desconfío de todos y del mundo: ataco antes de que me ataquen a mí.
La neurosis obsesiva: me encargo de organizarlo todo para que nunca me cojan desprevenido.
La histeria: seduzco a mi entorno y me adapto a él, a fin de crearme aliados.

No obstante protegernos de tal manera puede traernos un sinfín de problemas y dificultades en nuestro caminar por la sociedad.
Diriamos pues que "es peor el remedio que la enfermedad" pero..
¿existen otros mecanismos para fortalecer nuestro potencial?
Muchos de nosotros podemos estar en la demoninada "borderline" ya muy próximos a la zona patológica. Detectar tal circunstancia y practicar la prevención es vital para mantener el equilibrio y el control de nuestras ideas y principios.
El coaching nos proporcionará un menú de sugerencias para dibujar nuestro propio perfil de oportunidades que nos libere de las "falsas soluciones" que nos proporciona la patología humana.

Salir de tus propias creencias a través de la HUMILDAD



El coaching trabaja para el SER
no para el HACER.
Las CREENCIAS dan colorido
a nuestra existencia además
de atarla y determinarla.

Humildad:
La humildad es una cualidad o característica humana que es atribuida a toda persona que se considere un ser pequeño e insignificante frente a lo trascendente de su existencia o a
Dios según si se habla en términos teológicos.
Una persona humilde generalmente ha de ser modesta y vivir sin mayores pretensiones: alguien que no piensa que él o ella es mejor o más importante que otros.
El concepto de la humildad en varias confesiones es a menudo mucho más exacto y extenso.
La humildad no debe ser confundida con la humillación, que es el acto de hacer experimentar en algún otro o en uno mismo una avergonzante sensación, y que es algo totalmente diferente.
Desde la perspectiva de la evolución espiritual, la humildad es una virtud de realismo, pues consiste en ser conscientes de nuestras limitaciones e insuficiencias y en actuar de acuerdo con tal conciencia.
Más exactamente, la humildad es la sabiduría de lo que somos.
Es decir, es la sabiduría de aceptar nuestro nivel real evolutivo.
La humildad en las personas es toda aquella cualidad que revela el completo concepto de lo que es el ser humano, es la verdadera virtud que muestra en un más completo sentido lo que convierte a una persona en humano.

Los grados de la humildad:
1 conocerse, 2 aceptarse, 3 olvido de si, 4 darse.

1 -Conocerse: conocer la verdad de uno mismo.Ya los griegos antiguos ponían como una gran meta el aforismo: "Conócete a ti mismo". La Biblia dice a este respecto que es necesaria la humildad para ser sabios: Donde hay humildad hay sabiduría . Sin humildad no hay conocimiento de sí mismo y, por tanto, falta la sabiduría.
2 -Aceptarse: Una vez se ha conseguido un conocimiento propio más o menos profundo viene el segundo escalón de la humildad: aceptar la propia realidad. Resulta difícil porque la soberbia se rebela cuando la realidad es fea o defectuosa. Aceptarse no es lo mismo que resignarse. Si se acepta con humildad un defecto, error, limitación, se sabe contra qué luchar y se hace posible la victoria. Ya no se camina a ciegas sino que se conoce al enemigo. Pero si no se acepta la realidad, ocurre como en el caso del enfermo que no quiere reconocer su enfermedad: no podrá curarse. Pero si se sabe que hay cura, se puede cooperar con los médicos para mejorar. Hay defectos que podemos superar y hay límites naturales que debemos saber aceptar.Vive según tu conciencia o acabarás pensando como vives. Es decir, si tu vida no es fiel a tu propia conciencia, acabarás cegando tu conciencia con teorías justificadoras.
3 -Olvido de sí. El orgullo y la soberbia llevan a que el pensamiento y la imaginación giren en torno al propio yo. Muy pocos llegan a este nivel. La mayoría de la gente vive pensando en si mismo, "dándole vuelta" a sus problemas. El pensar demasiado en uno mismo es compatible con saberse poca cosa, ya que el problema consiste en que se encuentra un cierto gusto incluso en la lamentación de los propios problemas. Parece imposible pero se puede dar un goce en estar tristes, pero no es por la tristeza misma sino por pensar en sí mismo, en llamar la atención. El olvido de sí no es lo mismo que indiferencia ante los problemas. Se trata más bien de superar el pensar demasiado en uno mismo. En la medida en que se consigue el olvido de sí, se consigue también la paz y alegría. Es lógico que sea así, pues la mayoría de las preocupaciones provienen de conceder demasiada importancia a los problemas, tanto cuando son reales como cuando son imaginarios. El que consigue el olvido de sí está en el polo opuesto del egoísta, que continuamente esta pendiente de lo que le gusta o le disgusta. Se puede decir que ha conseguido un grado aceptable de humildad. El olvido de sí conduce a un santo abandono que consiste en una despreocupación responsable. Las cosas que ocurren -tristes o alegres- ya no preocupan, solo ocupan.
4 -Darse. Este es el grado más alto de la humildad, porque más que superar cosas malas se trata de vivir la caridad, es decir, vivir de amor. Si se han ido subiendo los escalones anteriores, ha mejorado el conocimiento propio, la aceptación de la realidad y la superación del yo como eje de todos los pensamientos e imaginaciones. Si se mata el egoísmo se puede vivir el amor, porque o el amor mata al egoísmo o el egoísmo mata al amor.Una persona humilde al librarse de las alucinaciones de la soberbia ya es capaz de querer a los demás por sí mismos, y no sólo por el provecho que pueda extraer del trato con ellos.Cuando la humildad llega al nivel de darse se experimenta más alegría que cuando se busca el placer egoístamente. La persona generosa experimenta una felicidad interior desconocida para el egoísta y el orgulloso.

¿PUEDE EL COACHING MEJORAR TU SEXO?


Un triunfador se compromete,
da su palabra y la cumple.
Un perdedor hace promesas,
no se pone manos a la obra...
y cuando falla,
sólo se sabe justificar.

Sexo sí, pero no mecánico
BORJA VILASECA

Cuando el sexo se vive sólo para liberar tensión a través del orgasmo, se pierden muchas sensaciones por el camino. El tantra permite cambiar el lenguaje para conseguir más y mejor placer.
Las mujeres tienen vagina, y los hombres, pene. Aunque nos dé cierto pudor hablar de ellos, es innegable que hemos nacido con genitales. Y por más que el sexo se haya condenado a lo largo de la historia, seguimos aquí gracias a nuestra necesidad y capacidad de practicarlo. No hay nada de malo en ello. Es un acto tan puro y natural como comer, dormir o respirar.

"El tantra consiste en aprender a estar conectados con el cuerpo durante el acto sexual
"Guiarse para aprender el lenguaje del cuerpo y una complicidad basada en la ternura y el humor son las claves

Si bien nuestro cuerpo jamás ha realizado ningún juicio moral sobre el sexo, nuestra mente todavía sigue contaminada por falsas creencias que limitan nuestra manera de disfrutar plenamente de nuestra sexualidad. Por más que nos cueste reconocer, en el inconsciente colectivo de la sociedad continúan reprimidos muchos sentimientos de vergüenza y culpabilidad.
Y dado que todo lo que reprimimos termina aflorando con más fuerza, formamos parte de una sociedad que nos bombardea continuamente con mensajes sexuales explícitos o subyacentes. Lo cierto es que muchos psicoterapeutas afirman que los pensamientos relacionados con el sexo se han instalado como okupas en nuestra cabeza. Prueba de ello es que la palabra sexo es, con diferencia, la más escrita en el buscador Google. Eso sí, en este caso la cantidad de estímulos que recibimos es inversamente proporcional a la calidad con la que lo practicamos.

MONOTONÍA EN LA CAMA
“Seguro que más de una vez te has preguntado: ¿Eso es todo? ¿El sexo se acaba aquí?” (Hari Dass)

Debido a nuestra falta de información y educación sexual, al convertirnos en adultos nos seguimos guiando por los hábitos mecánicos aprehendidos durante nuestra pubertad. Así, solemos meternos en la cama siguiendo una serie de rutinas monótonas, carentes de imaginación y creatividad. Por eso con el tiempo suele desaparecer la atracción sexual hacia nuestro compañero (o compañera) sentimental, llegando incluso a caer en el desinterés, la inercia y el aburrimiento. De ahí que muchos opten por cambiar frecuentemente de amante o demonizar la monogamia como filosofía de pareja.
Por más que esta conducta sea la habitual, tan sólo deviene cuando practicamos el sexo de forma mecánica e impulsiva, quedando atrapados por nuestra biología, cuya única finalidad es garantizar la reproducción de nuestra especie. Ésta es la razón por la que solemos establecer un mismo patrón de conducta sexual, marcado por la acumulación de excitación y la liberación de esta tensión a través del orgasmo.
Sin embargo, nuestra obsesión inconsciente por alcanzar el clímax es precisamente lo que nos impide disfrutar de todo nuestro potencial sexual. Para lograr una mayor profundidad y satisfacción en la cama no nos queda más remedio que trascender nuestra impulsividad animal. No en vano, más del 99,9% de nuestros encuentros sexuales no tienen como fin la reproducción, sino la búsqueda de placer, cariño e intimidad a través de la conexión sexual y amorosa con nuestro amante.
PRECOCES E IMPOTENCIA
“El sexo es el consuelo que a uno
le queda cuando no le alcanza
el amor” (Gabriel García Márquez)

Nuestros encuentros sexuales suelen estar regidos por la tiranía de la coitocracia. Es decir, por el afán de que el pene se ponga erecto enseguida para poder penetrar la vagina. Tanto es así, que la mayoría creemos que hacer el amor es sinónimo de realizar el coito.
Y es precisamente esta creencia limitadora la responsable de la gran mayoría de disfunciones sexuales masculinas, como la impotencia o la eyaculación precoz, que hoy día limitan la vida sexual de millones de parejas en todo el mundo.
La reconocida experta en el campo de la sexualidad consciente, Diana Richardson, señala que “la impotencia aparece cuando el hombre se siente presionado o con miedo de no dar la talla ante su pareja”. Por su parte, “la eyaculación precoz es aquella que se produce de un modo inesperado e incontrolable, mucho antes de que los dos amantes alcancen la mutua satisfacción”. En ambos casos, y salvo en ocasiones excepcionales relacionadas con patologías médicas, “estas disfunciones se originan en la mente y no en el cuerpo”.
UNA ALTERNATIVA
“Toda verdad pasa por tres etapas. Primero es ridiculizada, luego es violentamente rechazada y finalmente es aceptada como obvia” (Arthur Shopenhauer)

No importa el grado de compromiso ni de intimidad. Ni tampoco la orientación
sexual. Cada vez más amantes y parejas occidentales, tanto heterosexuales como homosexuales, están apostando por transformar su forma de vivir la sexualidad, de manera que el amor y la pasión sexual se vuelvan verdaderamente sanos y sostenibles. Más allá de obtener placer, late la necesidad de recuperar el valor sagrado que implica fusionarse sexualmente con otro ser humano.
Prueba de esta necesidad emergente es el auge que están teniendo los cursos de tantra en nuestra sociedad. La palabra tantra significa “expansión”, y se refiere a una serie de libros hindúes que describen ciertos ritos y disciplinas orientados a mejorar la profundidad y la intensidad de nuestros encuentros sexuales. Estos textos fueron escritos hace más de 2.000 años en forma de diálogo entre el dios Shiva y la diosa Shakti, que representan a lo masculino y a lo femenino.
QUEDAR PARA HACER EL AMOR
“Si no puedes relajarte con tu amante, ¿con quién podrás?” (Osho)

Entre otros pioneros que han estudiado, practicado y exportado esta filosofía oriental a Occidente destacan los profesores Charles y Carolina Muir. Para ellos, “el tantra parte de la premisa de que existen dos opuestos complementarios, la masculinidad (yang) y la feminidad (yin)”. Pero estas designaciones van mucho más allá de la biología. “No importa si los amantes son heterosexuales u homosexuales. Lo que sí es necesario es que sean complementarios, es decir, que uno encarne la polaridad sexual masculina (vigorosidad, fuerza, iniciativa…), y el otro, la femenina (suavidad, delicadeza, receptividad…)”.
De esta forma, el sexo podrá convertirse en el puente que permita que los dos amantes se fusionen, volviéndose uno. Y es precisamente la experiencia de esta unidad la que nos llena de dicha, renovando nuestra energía vital y potenciando el vínculo afectivo con nuestra pareja. Así, la práctica del tantra consiste en abandonar cualquier meta impuesta por la mente, aprendiendo a estar más conectados a nuestro cuerpo durante el acto sexual.
El tantra propone cambiar el lenguaje con el objetivo de sacralizar la unión entre la energía sexual masculina y la femenina, honrando y dignificando nuestra sexualidad. Por ejemplo, al pene lo denomina lingam, que significa “vara de luz”. Y a la vagina, yoni, que quiere decir “espacio sagrado”.
A diferencia del sexo convencional, en el que se sobrevalora el impulso y la espontaneidad, el tantra anima a los amantes a preparar cuidadosamente sus encuentros sexuales. El primer paso es sacarle el polvo a nuestra imaginación y creatividad para convertir el dormitorio en un auténtico templo del amor.
El segundo aspecto a tener en cuenta es la duración del acto sexual. Más allá de los encuentros rápidos y fugaces, el tantra nos recuerda que el sexo amoroso y consciente requiere su propio espacio y tiempo. De hecho, lo concibe como un regalo que se hacen los amantes mutuamente. De ahí que los juegos preliminares sean esenciales. Sorprender a nuestra pareja con un masaje relajante puede ser un buen comienzo.
El tercer punto importante para practicar el tantra consiste en aprender a poner consciencia en la respiración. “Cuanto más corta y acelerada, más esclavos seremos de los impulsos que nos mueven a culminar el acto sexual por medio del orgasmo”, explica el reconocido experto David Deida. En cambio, “cuanto más profunda y relajada, mayor será nuestro control y nuestra capacidad de disfrutar la inmensa gama de sensaciones que ofrece cada experiencia sexual”.
AMAR CONSCIENTEMENTE
“La finalidad del tantra no es lograr el orgasmo, sino experimentar el éxtasis”
(Charles Muir)
“Con el entrenamiento adecuado, las parejas tántricas pueden hacer el amor durante horas”. Eso sí, “para mantener la energía vital y sexual”, Deida recomienda preparar bandejas con uvas, cerezas y otras frutas ligeras por el estilo, de manera que los amantes puedan hacer pausas, que a su vez permitirán al hombre “ejercer un mayor control sobre su eyaculación”.
Para esta filosofía oriental, lo verdaderamente importante no es la cantidad, sino la calidad de nuestra sexualidad. Y para lograrlo, “la clave reside en la conexión amorosa que crean los amantes a través de su mirada (que se mantiene fija en los ojos), su comunicación (guiándose mutuamente para aprender el lenguaje de sus cuerpos) y, sobre todo, su complicidad, basada en la ternura, la dulzura y el humor”, explica Deida.
En este sentido, “hemos de recordar que la excitación es un obstáculo para el verdadero disfrute, pues ésta nos enchufa a la mente, desconectándonos de nuestro cuerpo”, sostiene la sexóloga Diane Richardson. En su opinión, “cuando hacemos el amor, a menudo nos dejamos llevar por la fantasía sexual; esto sucede porque no somos conscientes de lo que está ocurriendo en el momento presente. Nuestra atención no está en el aquí y ahora de nuestra pareja, sino que está entretenida en la creación de otro amante idealizado o de una situación imaginaria. En contraposición, la relajación es la puerta que nos conduce al éxtasis”.
Cambiar la intencionalidad de nuestra vida sexual. Sin embargo, comprometernos con este aprendizaje puede unirnos todavía más con nuestra pareja. Al abandonar la idea de que tenemos que conseguir algo a través del sexo, nuestra experiencia adquiere una nueva sensibilidad y un nuevo ritmo, dos cualidades que permiten apreciar sensaciones y placeres que antes permanecían ocultos debido a un exceso de excitación. Lo mejor, no creernos nada y atrevernos a probarlo por nosotros mismos.

Insatisfacción en la cama
“Cualquier resultado de insatisfacción en la cama tan sólo pone de manifiesto que la práctica del sexo y todo lo que la rodea está siendo errónea e ineficiente”, señala Diane Richardson. Para saber el camino, esta experta nos anima a preguntarnos cómo nos sentimos minutos después de concluir el acto sexual. ¿Más plenos o más vacíos? ¿Más alegres o más tristes? ¿Más vitales o más cansados? Así, la conocida pregunta retórica ¿por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo? esconde una respuesta difícil de afrontar: en general, no sabemos amar a través de nuestro cuerpo.

¿ESTÁS COMPROMETIDO CONTIGO O TE SATISFACES?


Un triunfador sabe que la adversidad
es el mejor de los maestros.
Un perdedor se siente
víctima durante las
adversidades.

Conocemos nuestra imagen externa, la cuidamos y la adornamos.
Pero ¿nos interesa el interior de nuestra existencia?
Comúnmente deseamos poseer las cosas eternamente.
Esto se produce como consecuencia de la soberbia de nuestro existir
que no acepta la temporalidad
como último destino de nuestra estancia en este escenario socio-productivo.
Todo nuestro entorno está cubierto de velos
que disimulan los misterios
de la razón de estar aquí.
Podemos ser más curiosos
y ejercitarnos en encontrar una explicación
propia sobre estos misterios
a la vez que lo compartimos con los demás.
La disciplina del coaching, desde sus distintas ópticas,
puede ayudar a desvelar el conocimiento
que la inteligencia nos ha regalado.
El coaching es un "encuentro"
entre personas comprometidas que desean
responsabilizarse consigo mismas.

OUTPLACEMENT


¿Qué es el outplacement?
La reubicación de empleados después de un despido es una de las prácticas más exitosas del área RRHH de muchas empresas.

Es una práctica que va en aumento, y una nueva especialidad para muchos consultores y empresas especializadas en RR.HH: se trata del “Outplacement”, o el conjunto de técnicas para reubicar trabajadores cuando por fusiones, adquisiciones y reestructuraciones hay que prescindir de parte del personal. Se trata de contenerlos y reorientarlos, para facilitarles una positiva reinserción laboral y que no se vea afectada su reputación en el mercado de trabajo ni su vida familiar. Es que muchas veces se ha observado que los desvinculados comprenden perfectamente las razones por las que se prescinde de ellos, pero quedan resentidos al notar un manejo desprolijo o poco amable de la situación. Y ya son muchas las consultoras en RR.HH que están ofreciendo ocuparse profesionalmente de gestionar esas “transiciones” en los casos de cambios estructurales de las corporaciones. Se trata de reorientar positivamente a los ejecutivos que se desvinculan, redefiniéndoles su horizonte profesional y generándoles una visión optimista sobre su propio futuro mediante una serie de herramientas adaptables a cada caso individual, y ayudar en el diseño de estrategias para alcanzar nuevos objetivos laborales. Implica toda una “reeducación” del ejecutivo, actualizándolo sobre las realidades del mercado y como su perfil puede ser recibido en las redes de contactos que le ayudan a construir con un entrenamiento específico. Uno de los objetivos desde el punto de vista de la empresa que contrata servicios de Outplacement es reducir conflictos emocionales, y que el colaborador desvinculado se sienta gratificado por el interés que se muestra por él, percibiendo la nueva situación no como algo ríspido sino como un nuevo desafío profesional, mediante una reformulación de su marketing personal. Hoy, el Outplacement es una herramienta de creciente popularidad, porque los procesos de fusiones y adquisiciones, de permanente aumento en cuanto a velocidad y frecuencia, son el perfecto escenario para su difusión. Normalmente, se identifican varias etapas en estos procesos. La primera es una evaluación de las capacidades, conocimientos, experiencias y aptitudes de quien será desvinculado, y como puede potenciar al máximo sus calidades profesionales. Luego, en función de los resultados de la primera etapa, se colabora con el ejecutivo saliente en buscar ofertas de empleo para funciones similares a las que estaba realizando; luego, se estudian sus posibilidades ante un cambio de tareas, para después considerar una total ruptura de sus hábitos laborales, mixturando las situaciones. Por último se lo orienta para el caso que deba emprender un proyecto en forma autónoma. Además se lo asiste facilitándole herramientas físicas como puede ser acceso a computadoras y cuentas de e-mail, documentación y bases de datos, etc.También se incluyen ejercicios para mejorar la comunicación y un seguimiento del empleado de hasta un año a partir de que consigue reinsertarse en otra organización, para verificar su grado de integración al nuevo entorno. En resumen, se trata de enfrentar una situación que puede ser traumática y transformarla en una fuente de oportunidades, considerando que el despido muchas veces puede transformarse en un impulso para que algunos empleados mejoren en su desempeño profesional, obligándolos a tomar la dirección de su propio destino laboral y alejándolos del conformismo que siempre genera la rutina. Incluso, la creciente popularidad de estos servicios se va extendiendo a todos los estamentos empresariales, dejando de ser solo un privilegio de los altos ejecutivos. De ese modo, se han visto muy reducidos en cuanto a tiempo empleado los procesos de búsqueda de empleo, promediando entre cinco y seis meses contra un año o más que se empleaba antes, lo cual resulta beneficioso para la empresa que se desprende de trabajadores, ya que es menor la tensión entre el personal y el tiempo que los desvinculados le dedican a conseguir nuevo empleo desde que toman conocimiento de la situación. Y ciertamente eso es muy bueno para el futuro del empleado, ya que en general los empresarios no suelen ver bien a quienes han pasado largos periodos de inactividad. En cuanto a la financiación del proceso de Outplacement, la empresa que prescinde de empleados es la que se hace cargo de la cuenta, que generalmente se calcula en base a la remuneración bruta anual de los empleados desvinculados, oscilando siempre entre un 16 y un 20% de la misma.
El "OUTPLAMENET" es también una disciplina del coaching para ayudar en la emancipación.

¿Qué número calzas?



CALZARSE LOS ZAPATOS DE OTRO

Si el zapato te sirve, póntelo; si te hace daño, puedes tirarlo.
Todos hemos oído alguna vez la expresión "calzarse los zapatos de otro", que es como ponerse en su piel. Es una forma de decir que podemos entender los sentimientos de otras personas y verlas cosas desde su perspectiva.
Sin embargo, la expresión siempre me ha parecido curiosa, porque es muy poco probable que los zapatos de otro nos sirvan; es como si nos pusiéramos sus gafas, no veríamos nada.
El caso es que no podemos andar con zapatos ajenos sin hacernos heridas en los pies.
Cada experiencia de la vida es única, porque está configurada por las especificaciones de cada alma.
Por ello es que debemos comprender a los demás permitiéndoles hacer su camino mientras les ofrecemos apoyo y espacio.
Así podemos acompañarlos llevando nuestros "propios zapatos".
¿Has intentado andar con los zapatos de otro?
¿Te quedaban bien, eran demasiado pequeños, o demasiado grandes para ti?
¿Crees que hay momentos en los que no podrías ponerte en la piel de otro, porque sus actos sólo son comprensibles para su alma?
En esos casos, deja que ande por su camino y continúa queriéndolo y apoyándolo, aunque no entiendas a dónde va. ...no critiques, acepta su realidad, es parte de su aprendizaje, respeta!

Peor que no estar informada es pensar que lo estás



Es necesario determinar adónde vamos
y por dónde, y no sin la
ayuda de algún experto que
haya explorado antes los caminos que
hemos de recorrer.
Seneca

Las prisas, las cada vez más complejas relaciones interpersonales, y las grietas del pensamiento posmoderno incrustadas inconscientemente en gran parte de nuestra sociedad provocan que la necesidad de un coach sea cada vez mayor. Con las crisis muchas personas caen del árbol y tocan la realidad.
Algunos necesitan espejos para entender qué está pasando y ser acompañadps para reenfocar el futuro. Hay distintos niveles de expertos de acompañamiento, porque hay diversos tipos de situaciones: los que tienen demasiado trabajo y requieren mejorar su desempeño; los que se quedan sin trabajo pero tienen familia o una red social que los sostiene; los que se quedan sin familia y sin trabajo; y los que caen en el pozo, en el vacío existencial. Estos últimos requieren un psiquiatra.
Y otros precisan de un life-coach que les ayude a enfocar su trayectoria vital de modo global, integrando su ámbito personal y profesional. No tener acompañamiento conlleva cierto riesgo en épocas inciertas y complejas, pero peor sería pensar que se tiene cuando no es así. Si un ciego guía a otro ciego, el resultado puede ser una calamidad. Sería el caso de los entrenadores con una visión reduccionista de la natualeza humana: mecanicista ("todo se arregla con pastillas") o psicologista ("ve donde el corazón te lleve").
Para que la ayuda sea de calado hay que conocer a fondo la natguraleza humana y el mapa que la rige con todas sus coordenadas, y donde el norte es el norte verdadero, no el magnético. Lo contrario puede conducir a la desorientación y a que la vida sea un simulacro donde ya no tengamos margen de rectificación.
Es difícil guiar a alguien si no se conoce el camino.

"Peor que no estar informado es pensar que lo estás"

ESCONDER LA CABEZA NO SOLUCIONA LA REALIDAD



Estrategias para afrontar la crisis
JENNY MOIX

Son muchos los libros y artículos en los que se describe la crisis como una oportunidad. Nos explican que puede suponer un replanteamiento de nuestros valores, un aprender a compartir, un aumento de nuestra creatividad… Aprovechar todo lo positivo que conlleva la crisis es un mensaje muy valioso que debemos tener siempre presente. Sin embargo, estos análisis en positivo debemos interpretarlos con cautela porque algunos podrían confundirnos.

“La manera menos difícil de confiar más en nosotros mismos, de ser más optimistas, es intentando cambiar nuestra forma de actuar”“La evitación no es una estrategia útil. El primer paso para poder empezar a avanzar es mirar a nuestros fantasmas a la cara”
En uno de estos libros, una de las frases que me obligaron a pararme a pensar sentenciaba: “No debemos tener miedo a la crisis”. Intenté imaginar leyéndola a un padre o una madre que sólo dispone de su sueldo para mantener a la familia y que se encuentra a punto de perder el empleo. ¿Qué pensaría? Probablemente, todavía se sentiría peor porque interpretaría su miedo como señal de que no afronta la situación como debería. Cuando, por el contrario, en una situación tan dura, de entrada, el miedo sería mejor indicio de salud mental que cualquier otro tipo de emoción positiva.
El miedo puede constituir una emoción normal ante la crisis. Como también puede serlo la rabia. Imaginemos a un hombre que ha pasado media vida entregándose a la empresa; de hecho, se siente totalmente identificado con ella. Debido a la crisis, lo prejubilan. Aunque entienda que no había otra salida para la empresa, puede sentir que él todavía tenía mucho por entregar o pensar que al menos se merecía algún tipo de reconocimiento especial que no ha visto por ningún lado. Sentir rabia en estas circunstancias sería de lo más humano.
La tristeza es otro sentimiento común en esta época. Si nuestra situación económica nos obliga a vender la casa en la que hemos veraneado toda la vida o a empeñar una pulsera que nos regaló nuestra madre, ¿cómo no vamos a sentir pena?
El miedo, la rabia, la tristeza y muchos otros sentimientos dolorosos son emociones normales ante la crisis. En algunos casos pueden derivar en depresiones o trastornos de ansiedad. Las consultas psiquiátricas se han disparado por estos motivos. Lo que diferencia a las personas que tiran para delante de las que se hunden es precisamente qué hacen con estas emociones, cómo las gestionan.
nefasta estrategia: la evitación
“Aceptar nuestra vulnerabilidad en lugar de tratar de ocultarla
es la mejor manera de adaptarse
a la realidad” (David Viscott)

Cuesta mucho aguantar el sufrimiento. La pena nos deja sin energías y sin ilusión. La rabia nos acelera y, si traspasa las fronteras, podemos acabar enfadados con el mundo. El miedo nos paraliza aprisionándonos en una espiral de preocupaciones. Por eso, muchas personas no quieren ni ver este sufrimiento y huyen. Se esconden detrás de lo que pueden. A veces, su escudo es el alcohol (según diferentes estadísticas, el consumo de alcohol ha aumentado durante la crisis). En otras ocasiones, su anestésico puede ser la televisión. Otro refugio lo pueden constituir las fantasías esperanzadoras. La ilusión de que nos tocará el gordo en la lotería es una de ellas, y por ello los juegos de azar son uno de los pocos mercados favorecidos actualmente.
Pero si evitamos el problema, evitamos su solución. Como la tortuga que Wilson y Luciano describen en su libro Terapia de aceptación y compromiso. Se trata de una tortuga que se dirige hacia su cueva, donde están sus crías y el resto de las tortugas. Pero cada vez que llueve, cuando sopla el viento, cuando se topa con piedras, se mete en su caparazón. A veces sale del caparazón, avanza un poco, pero en cuanto ocurre a su alrededor algo inesperado vuelve dentro. ¿De esta forma puede alcanzar lo que pretende? A lo mejor, la alternativa es avanzar con todo el cuerpo fuera, en pleno contacto con el suelo, abierta a todo lo que pueda surgir en ese camino. Probablemente no le gusten muchas de las cosas que estén es ese camino, o tal vez sí, pero eso es absolutamente distinto de su compromiso de avanzar por el sendero.
Mirar a la cara al sufrimiento
“Sólo podemos curarnos del sufrimiento experimentándolo completamente” (Marcel Proust)
Está claro que la evitación no es una estrategia útil. El primer paso para poder empezar a adoptar estrategias que sí nos pueden ayudar es justamente lo contrario: mirar a la cara al sufrimiento y preguntarnos: ¿por qué sufrimos tanto?, ¿qué tememos?, ¿qué es lo peor que creemos que nos puede pasar? Tal como nos recomienda Gerardo Schmedling, “ante el sufrimiento, el miedo, la tristeza o la angustia, hazte una simple pregunta: ¿qué es lo que no estoy aceptando?”. Si estamos sufriendo, no tapemos nuestros temores; al contrario, desenterrémoslos. No es nada fácil y es doloroso, pero no podemos malgastar energías manteniéndolos constantemente tapados. Se trata de mirar a nuestros fantasmas a la cara. De sentir todo el dolor que nos provocan. Confesarnos a nosotros mismos lo que no queremos vislumbrar. Podemos escribirlo, contarlo a alguien de nuestra confianza o, simplemente, parar, reflexionar y sentirlo.
Normalmente, lo que tememos, si acaba sucediendo, no tiene nunca ese aspecto tan terrorífico que le ha conferido nuestra imaginación. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan muestra que las personas que se preocupan demasiado por la posibilidad de perder su puesto de trabajo tienen peor estado de salud y más síntomas de depresión que las que ya están en paro. Resulta lógicamente paradójico, aunque típicamente humano: sufrimos más cuando tenemos un empleo y tememos perderlo que cuando realmente ya lo hemos perdido.
Hay una idea fuertemente inscrita en nuestros cerebros: que nuestros pensamientos determinan totalmente nuestras conductas. Por eso nos aconsejan que debemos ser optimistas, porque si no lo somos, no vamos a conseguir ese empleo o resucitar nuestro negocio. Pero ¿cómo? Si nuestra mente se empeña en no ver nada claro, ¿cómo podemos eliminar esas inseguridades?
No existe ningún bisturí para arrancar nuestras dudas, ninguna fórmula mágica para convertirnos en optimistas. Es muy difícil cambiar nuestros pensamientos y nuestras emociones. No obstante, existe una vía indirecta que nos puede ayudar. Consiste en cambiar nuestro comportamiento. Tendemos a creer que debemos conseguir pensar en positivo para poder actuar en consecuencia, pero quizá podamos tomar el camino contrario.
Hagamos una hipótesis: Ana, una mujer de 38 años que debe ir a una entrevista de trabajo; su ánimo es bajo porque ya ha acudido a muchas y no ha conseguido nada más que sentirse derrotada. Final 1: decide no acudir. Final 2: a pesar de sus sentimientos, acude. Los pensamientos no determinan totalmente lo que finalmente realizamos. En definitiva, para encontrar trabajo no importa tanto lo que Ana piensa como el hecho de acudir o no a la entrevista. Si estamos parados, debemos movernos. Si queremos prosperar, no malgastemos nuestras energías en tapar los miedos; intentemos reconocerlos, ponerlos en una mochila y seguir hacia nuestras metas.
Es posible sufrir y avanzar
“La actividad es el único camino que lleva al conocimiento”
(George Bernard Shaw)
Días atrás recibí una llamada, de las que ya vienen formando parte de nuestra cotidianidad, para informarme de las ventajas de una compañía telefónica. La escuché con atención porque pensé que quizá me interesaría, pero finalmente decliné la oferta. El teleoperador era una persona muy amable y, no sé muy bien cómo, acabamos hablando sobre la vida. Le confesé que admiraba a las personas como él porque un trabajo como el suyo, en el que se reciben tantas negativas, debe de ser realmente duro. Me comentó con cierto orgullo que la mayoría de sus compañeros no aguantaban mucho tiempo, pero que él ya llevaba tres años. Y entonces me desveló su estrategia: “Pienso que mi labor es como ir a coger cangrejos en una playa de piedras, debes levantar muchas para encontrar uno debajo”.
Añadió que los noes e incluso las malas formas con que le contestaban las encajaba bien, porque “soy consciente de que quizá llamo en un momento que molesto o que quizá ya han llamado muchos antes que yo y quien contesta ya está harto de recibir este tipo de llamadas”. Federico, que así se llamaba este héroe invisible, me regaló unas reflexiones muy sabias que demostraban mucha empatía y una visión que le permitía avanzar. La manera menos difícil de confiar más en nosotros mismos, de ser más optimistas, de aumentar la autoestima, no es intentando cambiar nuestra forma de pensar, sino de actuar. Si avanzamos, nuestros pequeños o grandes logros serán los que limarán mejor nuestras inseguridades.

Energía para avanzar
En tiempos duros puede resultar agotador y necesitaremos energía. Eso se consigue realizando actividades que nos hagan disfrutar, y, por fortuna, la crisis no nos priva de cosas sencillas que no cuestan dinero: un paisaje hermoso, música, la compañía de amigos… Una vez conseguida, debemos utilizar la energía para no pararnos y comprometernos con un objetivo que creamos apropiado para nuestra felicidad.

¿TUS SUEÑOS O DESEOS VAN EN LA MISMA LÍNEA QUE TUS ACTOS?


¿Cómo de enfermo debo estar,
señor doctor,
para que se compre el chalet?

Podemos entender y/o considerar la expectativa como un exigencia secreta que formulamos desde el interior de nuestra persona. Tal vez como una ilusión alumbrada desde la sombra del ALMA para que se cumpla una condición no comprometida. En contraposición, la coordinación de acciones permite modificar nuestra "realidad actual" a través de la acción individual y colectiva. "las cosas pasan" por mi/nuestro compromiso articulado a través de las peticiones,ofertas, promesas y declaraciones.
El "otro" no debe ser un episodio de ningún "ismo" es tan legítimo como tú.
***
Cuando percibas los aplausos del triunfo, que suenen también en tus oídos las risas que provocaste con tus fracasos.

¿ES LO MISMO VENTAJAS QUE BENEFICIOS?


Por ventaja consideraremos la superioridad
o mejora de alguien o algo
respecto de otra persona
o cosa.
Mientras que el beneficio será una
ganancia económica
que se obtiene
de un negocio, inversión,
u otra actividad mercantil.

Bien pues ¿entonces nuestras EMOCIONES son un
BENEFICIO O UNA VENTAJA?.

Sin olvidar lo siguiente:


"No podemos evitar tener emociones dado
que no somos responsables de ellas.
Su origen es biológico.
No obstante si somos responsables
de las acciones que tomamos
ante una emoción, de lo que
hacemos con ellas.
Si somos responsables del tiempo
que nos quedamos en ellas"

Así las emociones son ventajas o beneficios..

¡¡¡Tú respondes!!!

SER EN EL HACER....... un reto exigente


La felicidad es la certeza
de que uno está en un
camino que ha elegido
plenamente.
Pues TODO es una ficción
o fábula de un sueño por
despertar
¡¡¡HECHOS versus OPINIONES!!!!

Toda opinión es dicha siempre por alguien que al emitirla revela como es él o ella. Así podemos considerar que la opinión existe "a través de mí" mientras que un hecho existe "a pesar de mí".
Frecuentemente intentamos demostrar y/o mostrar una opinión propia como un hecho cuando realmente es una respetable opinión, pero opinión no hecho.
Dentro de la incertidumbre de las cosas, podemos estimar que un hecho científico es un acontecimiento que puede ser descrito de manera verificable y objetiva. Cuando un hecho se convierte en dato toma su mayor universalización.
En cambio, la opinión, sostiene un grado de posesión de la verdad respecto de un conocimiento que se afirma como verdadero sin tener garantía de su validez.
El COACHING, al tratar al SER de la persona y no el HACER, impulsa y acompaña al coachee a distinguir entre hecho (sucede a pesar de mí) y la opinión (existe a través de mí).
¿Qué somos MOMENTO o INSTANTE?
¿NOS PODEMOS PLANTEAR LA NECESIDAD REAL DE SER EN EL HACER?
¿qué es?

Magisterio efímero de la belleza... mujer



Las luces ciegan nuestra conciencia y modifican aquellos valores que,
aun, nos quedan por perder.
Parece como si la felicidad del capitalismo
sólo pueda alcanzarse con el consumo,
y en él andamos persiguiendo la ganga y el glamour.
El coaching ético nos propone diversas
distinciones que nos permitan ver, desde otra perspectiva,
la acción de nuestra feroz "apropiación de la realidad".
La sobresaliente ciudadana Sor Juana Inés de la Cruz
nos dejó testimonios de emancipación que,
quiero dejar aquí,
como homenaje a la voluntad de cambiar los destinos:
Rosa divina, que en gentil cultura.
Eres con tu fragante sutileza
Magisterio purpúreo en la belleza,
Enseñanza nevada a la hermosura.
Amago de la humana arquitectura,
Ejemplo de la vana gentileza,
En cuyo ser unió naturaleza
La cuna alegre y triste sepultura.
¡Cuán altiva en tu pompa, presumida soberbia,
El riesgo de morir desdeñas, y luego desmayada y encogida.
De tu caducos ser das mustias señas!
Con que docta muerte y necia vida, viviendo engañas y muriendo enseñas.

¿UNA SOCIEDAD SIN MÁSCARAS?



La libertad
Emancipación o sumisión

La relación mandato/obediencia es la acción básica
de la que depende el ser y la vida del pueblo soberano
y de cada uno de sus miembros.
La sumisión al mandato es el eje central del que depende
toda la esencia y existencia conciente o inconsciente del ciudadano.
De acuerdo con este padrón de comprensión, para que se dé
ser y vida no se ha de pasar por la muerte.
La vida y la prosperidad son la presencia del poder;
primero por mandato divino y, después, o formando
una unidad indisoluble con el mandato divino, del mandato
de la autoridad política.
Aceptar una orden es aceptar una participación del ser;
no recibirla es bloquearse al ser y la vida.
La recepción de un mandato de un superior
es la recepción de poder y capacidad.
Quién obedece a la jerarquía se entronca al poder
a través de la sumisión.
Sumisión: Sometimiento de alquien a otra u otras personas. Subordinación manifiesta con palabras o acciones.

¿SOLEDAD?



Cuando estoy contigo
mi alma se desviste.
Porque es por tí
por quién ella existe
y cuando te ve
deja de estar triste

Dejar nuestro rastro de exitencia, de manera intencionada o no, es una cuestión individual. De lo que no cabe duda,es que nuestro "transitar" por el escenario de la vida, puede tener notas más o menos altruistas, más o menos destacadas para la comunidad de destino que somos los humanos.
La práctica del coaching, como toda manifstación humana, puede también tener opciones mercantilitas de aproximación al compromiso o puede ser "un compromiso" en acción. Puede trabajar con la opulencia o puede comprometerse con la carencia.
Entiendo y este es mi compromiso que la necesidad de la "carencia" es el motivo del coaching tanto en su aspecto personal, profesional como espiritual. Desde esta perspectiva de escuchar con atención y amor tiene sentido buscar acompañamientos a través del coaching.

"...y es que nadie puede ser aquello que no busca"




".... y es que nadie puede ver aquello que no busca"
Más no permitas que el cauce esclavice al rio,
no sea que en vez de un camino tengas una cárcel.


de MIEDO......
Desde el punto de vista biológico, el miedo es un esquema adaptativo y constituye un mecanismo de supervivencia y de defensa, surgido para permitir al individuo responder ante situaciones adversas, a sus capacidades, con rapidez y eficacia.
El mecanismo que desata el miedo se encuentra en el cerebro límbico, es por tanto, una perturbación del ánimo ante la amenaza de un riesgo real o imaginario.No hay especie + miedosa que la humana. Es el tributo que hemos de pagar por nuestros privilegios. Pero una alteración de tal previsión nos puede llevar a una "patología de la anticipación" que nos puede ocasionar a tener "miedo al miedo".
El miedo es un sentimiento que intenta satisfacer nuestras esperanzas frustadas.
¿Quién domina tus miedos?
¿ES EL DUEÑO DE TU VIDA?

¡¡¡HOLA!!!



Cuando somos más grandes que lo que hacemos,
nada puede desequilibrarnos.
Pero cuando permitimos que las "cosas" sean más grandes que nosotros,
nuestro desequilibrio está garantizado.

En un sociedad primaria o en sus ciudadanos primarios, la obediencia en la condición base de toda su organización social. Todo está rígidamente estructurado incluso la familia.
En esta sociedad, el poder, no acepta poderes alternativos que no se sometán a su voluntad incluido, claro está, el fenómeno religioso.
El monarca, primer ministro o accionista mayoritario de la empresa es y debe ser la autoridad única dentro de una organización social básica y simple. Así el sistema concéntrico de poder no telera las opciones de emancipación que supongan una independencia de sus humanos miembros. Consecuentemente todas aquellas acciones o libertades que puedan suponer una organización paralela al mismo poder, serán debilitadas a través de múltiples formas y maneras.
En una sociedad tan jerarquizada como ésta, toda relación social, incluso en el interior de la familia, es una relación de grados de poder. La virtud central de esta sociedad es la obediencia y la sumisión.
Podemos despertarnos y abrazar la incomodidad de la libertad aunque, evidentemente, pocos lo harán por sí solos. Los demás ya solo aspiran a cobrar el paro

¡¡En el coaching puedes encontrar un amigo!!

¿QUÉ Y QUIÉN GUIARÁ A LA PERFECCIÓN?



Curar o perfeccionar.
Conforme avanza el conocimiento del genoma y la relación de genes concretos con enfermedades, se va ampliando el uso de las técnicas para seleccionar embriones libres de enfermedades hereditarias.

¿Puede llevarnos estas técnicas a un nuevo proceso de colonización? ¿A través de que valores realizaremos la elección? La fuerza de "Cortés" o el altruismo de "de las Casas".... quién guiará el grito de los oprimidos.

HERNÁN CORTÉS vs BARTOLOMÉ DE LAS CASAS

"Por la ciencia, como por el arte, se va al mismo sitio: a la verdad". Lo que cambia es la idea del bien y del mal. Sepamos que el infierno está empedrado de buenas intenciones. Entre la teoría y la práctica hay una gran distancia en la que el humano a creado sus grandes contradicciones. Veamos así como el comunismo militantes convencidos por trabajar por la emancipación de la humanidad sólo han conseguido desarrollar una nueva forma de esclavitud al igual, claro está, que el capitalismo.
Occidente ha aportado a estas contradicciones dos elementos incontestables: la ciencia y la crítica, es decir, las vacunas y los disidentes.
Finalmente todos buscamos más dosis de libertad, justicia e igualdad, inclusos los genes.
Edgar Morin