TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



Sentirse único......nos lleva a buscar el lujo


Una espiral sin fin

La búsqueda de la identidad y de lo auténtico. El filósofo Yves Michaud reflexiona sobre las razones que alimentan una industria en crecimiento.


Sentirse único. Distinto a los demás. Auténtico. Estos son los móviles que han empujado siempre al ser humano a buscar el lujo.
Pero el filósofo francés Yves Michaud, nacido el Lyon en 1944, va un paso más allá en su última obra, El nuevo lujo: experiencias, arrogancia, autenticidad (Taurus). Sostiene que la obsesión del hombre contemporáneo por el lujo obedece a una búsqueda de identidad.
Cada cual tiene su vacío y, los que pueden, lo llenan con lujo.
“Perseguir el lujo es una constante humana”, declara Michaud en una entrevista que se realiza en su apartamento en París, “porque el hombre busca diferenciarse y porque es un animal de excesos”. Exprofesor de la Universidad de Berkeley y de la de París, prolífico ensayista que ha escrito de forma profusa sobre el mundo del arte contemporáneo y sobre la violencia, su obra se ha encaminado en los últimos tiempos a analizar fenómenos como el turismo o el lujo. “Lo que cambia ahora es que hay medios industriales capaces de organizar el gasto, y medios para hacerlo cada vez más atractivo”.
El mercado mundial del lujo pasó de 77.000 millones de euros en 1995 a 212.000 millones en 2012, según recoge Michaud en su libro. El último informe de la consultora Bain & Company sitúa la cifra para 2014 en 223.000 millones. Son magnitudes que se han triplicado en tan solo 20 años.
El filósofo francés centra sus reflexiones en un nuevo paradigma basado en sensaciones intensas, más que en el consumo de objetos. Lo que llama el lujo de experiencia: estancias en exclusivos hoteles, paquetes de una semana en spas de ensueño, safaris con comodidades de nivel exclusivo, alta gastronomía. “Estamos en una sociedad de sensaciones, de sensibilidad y de buscar hechos diferenciadores”, argumenta. “Y hoy en día existe una maestría en su producción que es totalmente nueva”.
El diseño de situaciones únicas se ha ido perfeccionando y refinando con el paso del tiempo. “Un turista del lujo como Oscar Wilde, al final del siglo XIX, viajaba por el mundo y vivía hechos que se iba encontrando en su periplo. Hoy en día, los paquetes turísticos de este tipo están fabricados. Un crucero es una oferta de experiencia elaborada. Hay un diseño de esta y una capacidad de producirla y organizarla como nunca ha ocurrido en el pasado”.
Michaud analiza en su libro dos corrientes. Por un lado, el lujo se democratiza: más gente tiene acceso a productos que antes solo estaban al alcance de unos pocos, como los cruceros. Por otro, esa popularización del acceso a estos consumos hace que los más pudientes reclamen un mayor refinamiento y una mayor exclusividad en las propuestas. Si usted está cansado del falso lujo, de ese que ya se ha masificado demasiado y que, por tanto, ya no lo es, la industria siempre encontrará la manera de crear una oferta para los escogidos, algo que les permita distinguirse de los demás.

Cuanta menos sustancia tiene alguien, defiende Michaud, mayor es su necesidad de reafirmarse a través del consumo
“En la relación entre el individuo contemporáneo y el lujo está la necesidad de diferenciarse, la necesidad de encontrar la sensación auténtica”, argumenta. El turismo de este tipo permite que uno tenga la impresión de disfrutar de una vida intensa y verdadera que siempre está en otro lugar, alejada de las rutinas, del día a día. Ahí, su consumidor imagina ser, por fin, él mismo. Cree que encontrará su verdadera identidad.
Los dos pilares sobre los que se edifica la búsqueda del lujo, sostiene Michaud, son la ostentación y el placer. Unos buscan lo primero. Otros, lo segundo.
Michaud mete el dedo aún más en la llaga y bucea en los excesos del concepto. Este especialista en filosofía política inglesa, cuya próxima obra basculará en torno a la omnipresencia del diseño en nuestra sociedad, plantea que la ostentación en el consumo de alta gama encierra vanidad, sentido de superioridad e incluso crueldad hacia los que no son tan distinguidos. “Con el lujo, estamos ‘entre nosotros”, escribe, “con sólido desprecio hacia los otros”.
Cuanto menos sustancia tiene el individuo, defiende Michaud, mayor es su necesidad de reafirmarse por vía de este tipo de consumos; más necesita vivir esas emociones intensas que le hacen sentir que existe.
En ese sentido, el escritor y filósofo considera que algunos excesos en los que incurren personas que nadan en la abundancia pueden llegar a ser considerados como una provocación, un desafío y un insulto a los más pobres o desafortunados. De forma notable, señala cómo las mujeres también son, en ocasiones, tratadas como objetos (o experiencias) de lujo por hombres adinerados que llevan vidas sexuales liberadas que solo se pueden mantener cuando uno tiene muchos recursos. Y lanza su dardo contra esos señores mayores que encadenan matrimonios y divorcios con mujeres siempre más jóvenes en una suerte de poligamia moderna que solo se puede permitir el que tiene una aseada cuenta corriente.

TEXTOS PARA EL ALMA 313



Cuando realmente nos interesamos por "el otro", casi sin querer llega el escenario del perdón.
A menudo la ofensa o el enfado nos traen aires de venganza o desprecio. Semejantes emociones naturales solo comportan el envilecimiento del SER toda vez que el YO lesionado precisa reparación.
Ante ello, la Emancipación, nos trae y regala el concepto del PERDÓN. Con EL y ante EL el amor toma la forma del "otro" que con su "luz de agradecimiento" ilumina nuestra alma desviada ante la interpretación de ofensa.
¿Pero que nos ofende? Uuufff, difícil cuestión dado que el amor no espera premio.
Cuando "el otro" no actúa según el dictado de nuestro modelo mental, entendemos a profanado nuestra razón y debemos "castigarlo" con nuestro enfado y/o desprecio.
¿Cómo sería una convivencia sin enfado ni desprecio?. Pues habría llegado el episodio para la inteligencia y con ella el perdón.
Solo desde ese perdón encontraremos la paz y el sosiego precisos para observar con detenimiento la obra que la Emancipación desea mostrarnos.

Libérate de la ceguera de tus emociones.....ven a la claridad, ven a la luz, ven al perdón.

TEXTOS PARA EL ALMA 312



Pobreza y humildad 
Cada día con mayor frecuencia me pregunto si la humildad debe abrazar la pobreza.
Es una cuestión de apariencia sencilla más puede resultar compleja. Entiendo pobreza como la ausencia de cualquier ostentación que nos lleve hacia un consumo mayor del necesario. Pero no debe ir acompañada de compartimentos miserables ni mezquinos.
La pobreza puede ser el justo equilibrio entre la dignidad humana y sus necesidades básicas de supervivencia. La pobreza no siempre es carencia puede ir acompañada también de renuncia e inquietud. Inquietud por observar y comprender precisamente los pecados de la opulencia.
Y precisamente aquí llega la humildad. Silenciosa y callada pero enérgica y fortalecedora. Abrazar la humildad fortalece al humano pues lo instala en el abandono de ese YO egoísta que tanto nos envilece.
Con la humildad descubrimos el amor que se revela esencial en la cotidiana existencia.
Sabemos entonces que nuestro YO no es el centro del universo y que será la pluralidad aquello nos fortalezca verdaderamente.

El cielo, como símbolo de nuestra ignorancia, ni se gana ni se asalta. Cada día con humildad y pobreza nos separamos de esa terrenidad de la que la evolución nos hace partir.

TEXTOS PARA EL ALMA 311



 El SER HUMANO como catedral del universo (afirmación cuestionable) posee una "cripta propia y singular" que casi nunca muestra.
Desde esta esencia de su ser -configurada por genética y socialización- construye su argumento social con el que vivir o sobrevivir en la sociedad de su época.
Así nace lo que hoy denominamos un ciudadano que ilustrado por la TV se constituye en un átomo de opinión publica.
Pocos analizan los orígenes y elementos que componen y configuran su cripta pues están más ocupados por los éxitos de su socialización Sin duda, ningún arquitecto -pues están controlados- obviaría los pilares de un edificio ya que conoce su importancia en la  construcción de su obra.
Así, nosotros, como presumibles catedrales del universo,  no debemos ignorar la cripta de nuestra existencia.
En ella encontraremos, más o menos activada diversas emociones que guían la manifestación externa.
Con suerte, estas emociones cripticas, se verán matizadas, educadas y canalizadas por aquellos valores que, encontrados por el camino, seamos capaces de bajar a nuestra cripta.

Solo así podremos robustecer los cimientos del edificio existencial que llamamos; humano.

TEXTOS PARA EL ALMA 310




Los cambios en la vida son inevitables. Los resultados dependen de tu reacción ante ellos.

Nota: Los seres humanos somos prisioneros de un trabajo que tememos perder, prisioneros así de la subsistencia y distraídos con un ocio embrutecedor, no podemos desplegar las capacidades que como animal humano nos caracterizan: Nuestra disposición al arte, la ciencia y la filosofía quedan reducidas y esto hace que seamos un mero ser vivo. Como es posible que la sociedad haya originado un mecanismo que hace imposible la realización de la humanidad?

TEXTOS PARA EL ALMA 309



Estamos en la época del "ocre verdoso de otoño" donde los espacios intimistas ganan protagonismo.
Apetece, cada día mas, refugiarnos en lugares cálidos y acogedores donde la debilidad que nos define se proteja, al menos aparentemente.
El otoño nos muestra sigilosamente la indudable finitud del ser. Con su misión, los otoños, sirven para comprobar la resistencia que ofrecemos a la selección natural que nos ofrece.
A cambio y silenciosamente nos facilita una enorme diversidad de tonos y colores como si quisiera mostrarnos la pluralidad de la vida.
El otoño nos sitúa en el andén del adiós para llevarnos hacia el crudo invierno donde lucharemos por sobrevivir de entre las tinieblas de la oscuridad.
¿Tienes conciencia de ello?

¿TU EN LO QUE LLAMAMOS VIDA....... EN QUE ETAPA ESTAS?

TEXTOS PARA EL ALMA 308



¿CUIDAS TU ATMOSFERA?
Las personas que deseamos comprometernos con la emancipación social hemos de fijar el objetivo en la mejora del clima que rodea a los demás.
Sin duda la atmosfera que rodea a la supuesta acción debe ser adecuada para que los potenciales individuales se desarrollen para el progreso del equipo.
De poco sirven los gritos y las descalificaciones del otro cuando "el vértice o pal de paller" esta endiosado en su "YO".
Es una circunstancia conveniente efectuar y alinear "planes de carrera" en sustitución del concepto de "plantación" que existen en muchas empresas.
Las personas, en su subconsciente, están ocupadas y preocupadas por el futuro y la atmósfera que les rodea lo debe contemplar Demasiados colectivos empresariales, al abrigo del impagado sufrido, crean una atmósfera de irregularidad en todos los aspectos de sus obligaciones.
Si queremos "depurar" el clima de nuestras empresas habrá que considerar que el activo más importante es su equipo.

Con él, los resultados llegaran y este es el hecho diferenciador de las atmósferas de éxito.

TEXTOS PARA EL ALMA 307



  Cuando te acaricie por primera vez, me di cuenta que había vivido toda mi vida con las manos vacías.

TODOS NECESITAMOS, EN MAYOR O MENOR MEDIDA, LA APROBACIÓN DE LOS DEMÁS.


Sin deudas con el mundo

Partiendo de que resulta imposible lograr la aprobación ajena por unanimidad, aceptar las propias necesidades constituye el primer paso para satisfacerlas.


Todos necesitamos, en mayor o menor medida, la aprobación de los demás. Incluso las personas con más autoestima se encuentran tristes y heridas cuando no se sienten aceptadas por su entorno. Así como los niños reclaman que los adultos aprecien sus manualidades, también en la madurez deseamos ser amados, comprendidos o, como mínimo, respetados. Para conseguirlo, mucha gente se afana en desplegar una amabilidad y generosidad excesivas, que no garantizan en absoluto el aprecio de los demás. Como si estuvieran en deuda con el mundo, el ansia de complacer a otras personas se puede convertir en una adicción por la que se paga un precio alto: olvidarse de las propias necesidades.
Hace dos siglos, el filósofo alemán Arthur Schopenhauer reflexionó: “Resulta casi inexplicable cuánta alegría sienten las personas siempre que perciben señales de la opinión favorable de otros, que halagan de alguna manera su vanidad. A la inversa, es sorprendente hasta qué extremo las personas se sienten ofendidas por cualquier degradación o menosprecio”.
Luchar constantemente por la aprobación ajena, además de resultar muy estresante, nos obliga a vivir según lo que los demás esperan de nosotros, dejando de lado nuestras metas personales. Así lo exponen en su libro ­Tackling your Dire Need for Approval (abordar tu desesperada necesidad de aprobación) los psicólogos estadounidenses Albert Ellis y Robert Harper. Apuntan, además, que, “irónicamente, a mayor necesidad de amor, menos respeto y aprobación recibimos. Tratar desesperadamente de agradar nos convierte en personas débiles y menos deseables a los ojos ajenos, pudiendo llegar a ser incluso una molestia para los que nos rodean”.

No se puede ganar la aprobación ajena mendigando por ella. Cuando confiamos en nuestro propio valor, el respeto de los demás llega solo”
Mandy Hale
A las personas que tratan de complacer a todo el mundo les horroriza la posibilidad de que alguien pueda enfadarse con ellas. Pero parten de una creencia equivocada: no necesitamos demostrar a nadie nuestra atención a todas horas para obtener su amor. Sintetizando las conclusiones de Ellis y Harper, esta dependencia nos causa los siguientes problemas:
  • Sentimiento de inutilidad. Fijar nuestro valor basándonos en la opinión ajena nos coloca en una posición de vulnerabilidad y dependencia. De hecho, cada vez que actuamos en función de lo que quieren los demás, perdemos el control sobre nuestra vida.
  • Frustración permanente. Por mucho que nos esforcemos, nunca gustaremos a todo el mundo. Siempre habrá alguien que no nos valore, y no solo por una cuestión de afinidad. Lograr el cariño de todos es imposible por un hecho muy simple: hay personas limitadas emocionalmente que no son capaces de amar.
  • Pérdida de objetivos vitales. Con el fin de complacer a los demás, nos podemos encontrar haciendo cosas y frecuentando a gente que en realidad no es interesante. El precio de este comportamiento es que desaten­demos todo lo que en realidad desearíamos estar haciendo.
Contra la presión irracional de intentar agradar a todos, Wayne W. Dyer calcula que el 50% de la gente con la que uno se topará en su vida no estará de acuerdo con nosotros, e incluso nos criticará. Dyer sostiene que cuando detectemos una falta de afinidad, en lugar de ofendernos, sencillamente debemos pensar que hemos topado con un miembro de ese 50%. Es alguien que pertenece a otro club, como cuando encontramos por la calle a un aficionado con la camiseta del equipo rival. No es necesario hacer de ello un drama.

Gran parte del sufrimiento de los que se sienten en deuda con el mundo obedece a puras conjeturas sin ninguna base real. ¿Cuántas veces hemos interpretado que alguien está enfadado con nosotros por el solo hecho de no contestar de inmediato un mensaje de WhatsApp? Podemos estar horas pensando que hemos disgustado a esa persona, analizar nuestros posibles errores, concluir incluso que nuestra relación será mucho más fría a partir de ahora. Finalmente, descubrimos que estaba en el cine o en un congreso que no le permitía atender mensajes personales, por ejemplo. Es muy probable que esa persona no haya pensado en nosotros un solo instante, ni para bien ni para mal, por lo que si luego le llamamos y le transmitimos nuestra ansiedad, no la va a entender.

Este es un ejemplo típico de sufrimiento injustificado a causa de la opinión ajena, ya que nos preocupamos por reparar algo que no se ha roto en absoluto.
¿De dónde viene toda esta ansiedad? Según afirma Joyce Meyer en su libro Adicción a la aprobación, “la constante necesidad de aprobación se debe a una inseguridad que, en algunos casos, tiene su origen en un abuso sufrido en el pasado, ya sea físico, verbal o emocional”. Para superar la inclinación de gustar, explica, “hay que enfrentarse a las emociones negativas que esta conlleva y que normalmente son sentimientos de culpa, vergüenza e ira”. El paso más importante es aceptarse tal como es uno. La necesidad de gustar cambia cuando apartamos el foco de la mirada ajena y decidimos respetarnos y amarnos a nosotros mismos.
Aunque llevemos muchos años malviviendo para complacer a los demás, todo se transforma en el momento en que tomamos conciencia de lo que hacemos y, sobre todo, de por qué lo hacemos. Las siguientes preguntas, sencillas y directas, nos ayudarán a esclarecer si nuestra forma de actuar tiene sentido:
¿Busco complacer a esta persona o a este grupo de gente porque me une a ellos un afecto profundo? ¿O existe otro motivo?

La mayoría de personas creen que todo el mundo opina acerca de ellas más violentamente de lo que realmente lo hacen. Piensan que la opinión ajena oscila a través de grandes arcos de aprobación o desaprobación”
F. Scott Fitzgerald
¿Qué sucedería si yo dejara de actuar en función de lo que creo que esta persona o este grupo esperan de mí? ¿De qué manera cambiaría mi vida si yo modificara mi comportamiento? ¿Sería peor o solo diferente?
¿Cómo actuaría en cada situación si atendiera en primer lugar a mis propios deseos y necesidades?
¿Por qué no atiendo a ellos? Si es a causa del miedo, ¿qué es lo peor que podría suceder?
¿Soy capaz de hacer cosas que tienen significado para mí, independientemente de lo que agrade o desagrade a los demás?
Esta clase de diálogo interno puede ser muy iluminador, ya que nos ayuda a entender lo que hacemos, y por qué. Nuestro objetivo debe ser alcanzar el compromiso con nosotros mismos para, desde la sinceridad y sin dejar de prestar atención a nuestras necesidades, relacionarnos con los demás de forma saludable.
Lógicamente, si ponemos en marcha un cambio de prioridades, no nos faltarán las críticas o la gente en nuestro entorno que dirá sentirse defraudada al estar acostumbrada a ciertos privilegios. Sin embargo, quienes de verdad nos quieren no tardarán en acostumbrarse y, si desean lo mejor para nosotros, nos apoyarán en el cambio.

La mitad de nuestros problemas en la vida pueden ser identificados por haber dicho ‘sí’ demasiado rápido, o por habernos negado demasiado tarde”
Josh Billings
Una vez asumimos que no tenemos por qué gustar a todo el mundo, del mismo modo que sabemos que existen personas que no nos agradan por sus modales, valores o forma de proceder, recobramos la libertad para vivir y sentir desde la autenticidad. Cuando nos aceptamos plenamente a nosotros mismos y respetamos la libertad de los demás, que no tiene por qué comulgar con nuestra forma de ser, ganamos un espacio precioso en nuestra vida para compartir nuestro tiempo, ideas y sentimientos con personas con las que sí tenemos complicidad.
Liberados del deseo de llevar a nuestro terreno a aquellos que nada tienen que ver con nosotros, contaremos con un caudal de energía y amor inesperados. Estaremos cambiando una deuda ficticia con el mundo por un sentimiento de gratitud. Esta sensación nacerá de la oportunidad de compartir lo mejor de nosotros con quienes, desde el reconocimiento y la libertad, quieran acompañarnos.

El consejo habitual en los libros de autoayuda está reforzado por nuestra cultura, que promueve una búsqueda estresante del amor y la aprobación ajenos. Se nos aconseja aprender automarketing y desarrollar habilidades manipuladoras para atraer, seducir y, muchas veces, pretender ser algo que no somos. Este enfoque no funciona. Deja a millones de heridos ambulantes que, habiendo fallado en la búsqueda de aprobación, se culpan a sí mismos y concluyen que no son dignos de amor”.
Byron Katie. Amar lo que es, (Ediciones Urano)

TEXTOS PARA EL ALMA 306


Sin duda, en la juventud, el silencio me aburría. Buscaba asustado el estruendo y la velocidad y sin estos elementos nada parecía completo.
El tiempo pasó o mejor dicho la energía se fue hacia otro lugar y busco desesperadamente el silencio que permite encontrar la verdadera dimensión del tiempo.
Nada es permanente, solo la temporalidad imaginaria nos acompaña en un universo por descubrir.
Observando, encuentro densidades que antaño perdía por la velocidad. El silencio me llama y enseña a no temerlo. Sera nuestra compañía en la eternidad

TEXTOS PARA EL ALMA 305

  



Sin duda alguien tirara tus zapatos cuando ya no estés. La mayoría de nosotros nos pasamos la vida comprando y acumulando propiedades banales para satisfacer la vanidad y el egoísmo que nos envuelve. Unos compran bicicletas, otros se van a Londres y los más compran zapatos para lucir su status y deformarse los pies. Si, si nos pasamos el tiempo en el deseo de poseer banalidades obviando que tendremos un final, más o menos, cercano y todo quedara aquí. Cuando llegue este momento y, como depredadores ante su presa difunta, nuestros "seres queridos" buscaran impacientes el botín de nuestra existencia. Las pertenencias notables -inmuebles, saldos bancarios, joyas, electrodomésticos, etc. serán presa de un "nervioso reparto" dejando para la basura aquellos detalles de tu personalidad como son los zapatos. No te engañes, tu esencia y existencia, le importan a pocos. No vivas en la creencia eres importante para la sociedad. Simplemente importas a unos pocos que TÚ hayas distinguido con AMOR.

TEXTOS PARA EL ALMA 304




La acción necesita compromiso

....¿y cómo podemos incrementar el compromiso?....una sugerencia seria a través de la satisfacción y los valores. "Si quieres cambiar los resultados mejora tus conversaciones"
Las personas están ocupadas por su futuro y lo verbaliza muy poco.
Lo sociedad actual nos orienta poco a satisfacer esta necesidad y esto impide seamos líderes de nosotros mismos.
¿Qué te importa?
! Difícil pregunta eeehhhh¡
Responde-te desde la razón no desde la emoción.
Sin duda todos tenemos una importante "brecha" entre lo que queremos y lo que hacemos y esto puede lesionar su compromiso y todo lo que se desprende de esa frustración Cuando describimos "que somos" relatamos una historia de acciones no de conocimientos y pasiones.
Donde pocas veces reconocemos el trabajo en equipo con "los otros".
Somos otra vez egoístas.


TEXTOS PARA EL ALAMA 303



Cuando los pobres invocan a la Emancipación ella los escucha.
La derrota no es la peor de las tragedias. La verdadera tragedia es no haberlo intentado.
¡Se fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, la emancipación esta esperándote.

La tierra está cubierta de flores.

TEXTOS PARA EL ALMA 302




  " El que quiere hacer algo, encuentra el camino. El que no quiere hacer nada, encuentra una excusa"

TEXTOS PARA EL ALMA 301




La emancipación que habita en ti, es más fuerte que toda resistencia. Tú puedes derribar las barreras tras las que te refugias, tu puedes arrancar las máscaras tras las que te escondes, tu puedes liberarte de esa prisión solitaria.

TEXTOS PARA EL ALMA 300




Corremos para ser grande; pensando en grande y soñando con grandeza y se nos olvida que todo comienza en lo pequeño.

TEXTOS PARA EL ALMA 299




  Una cosa son los símbolos y otra cosa es lo que simbolizan o representan.



La humanidad  está llena de símbolos que han tomado más significado que su representación inicial.
Ejemplo puede ser los oropeles capitalistas que lejos de representar el
progreso son símbolos de la opresión.
Lo mismo sucede con las representaciones marxistas y/o socialistas. Fueron creadas como esperanza liberadora del pueblo y ahora solo representan el bloqueo de las libertades.
Me decía el otro día un amigo, que el diablo, decidió ocultar las libertades dentro de uno mismo. Así estaba seguro nadie la encontraría.
Si, tu libertad va contigo, la tienes siempre a tu lado. No tengas miedo de abrazarla. Olvídate de símbolos y discursos falaces.
Potencia tu libertad en la intención de conocer los por qué. Y ama mucho al otro.

TEXTOS PARA EL ALMA 298




No hace mucho vi de lejos una figura humana algo distorsionada en su imagen. Existía cierta disfunción entre la imagen externa y la armonía de movimientos.
A medida que ambos nos acercamos esa imagen neutra ganó en concreción. Era una dama de unos 60 años, con el pelo "a lo chico" que vestía polo azul, pantalón tejano, zapato sebago y chaqueta de cuadro de gales azul verdoso.
Al cruzarnos, las reciprocas miradas se fijaron un instante. Nos habíamos descubierto en unas décimas de segundo.
Inicialmente pensé se trataba de una viuda enamorada que, en su angustia, había tomado la imagen pública de su amado. Pensé, que bello.
Más no tardé mucho en aceptar mi error. Quizá aquella dama deseaba aparentar aquello que no era y le gustaría ser.
Esta casualidad me trae hacia los fondos de la farsa humana. Vivimos para aparentar. Actuamos vacíos de contenido y sin destino propio.
Nuestro día a día es egocentrista y vanidoso y nos empeñamos en aparentar lo que no somos.
Abrir la mirada hacia el interior del YO debe conducirnos hacia el descubrimiento de un potencial por desarrollar y que no precisa de aparentar lo que no es.
Acepta tu tendencia y huye de los convencionalismos que, la sociedad de consumo, te propone. Así podremos mostrar lo que somos sin tener que aparentar nada.






Así podremos mostrar lo que SOMOS sin tener que aparentar nada.





TEXTOS PARA EL ALMA 297

   

Con el pasar de los años, los vehículos de ilusión no cambian de forma.

Cuando superas las seis décadas las golosinas vuelven a tener protagonismo y los dulces y chocolates, de nuevo, están presentes en nuestra ilusión prohibida.
Acabo de presencia una escena sobre dicha dimensión oculta. Un matrimonio, de avanzada experiencia, se ha deleitado con un bollo berlinés y una Sara con una delicadeza gastronómica inusual en estos tiempos.
Ha resultado bello observar como las manos temblorosas acariciaban los "dulces" y con pasión de adolescente se los llevaban a la boca para degustarlos pudorosamente.
Siempre hay un tiempo y un sitio para que cristalice la ilusión. Vivámosla apasionadamente aunque sepamos plenamente se trata de un espejismo.
Unas gotas de ilusión cada día armonizara la atmosfera de nuestra existencia

TEXTOS PARA EL ALMA 296



Lo que no conoces, no existe
Precisamente por eso es tan importante ampliar conocimientos y matices para que la existencia humana abandone su constelación del ego.
Ante la desconocida inmensidad del universo del conocimiento. Con más frecuencia de la deseada nos centramos simplemente en las cercanías de nuestra necesidad. Convertimos así el conocimiento que manejamos en una simple partitura de "corral" llena de límites egoístas.

Mira al cielo. No verás nada más que los límites de tu conocimiento. Sigue mirando y no pierdas la curiosidad en la observación. Aunque no comprendas lo que ves, sigue mirando
y preguntándote ya que la emancipación, algún día, permitirá que entiendas aquello que hoy desconoces.

TEXTOS PARA EL ALMA 295



Hace ya unos días que, las circunstancias, me han impedido estar conmigo mismo.
La llamada sociedad me ha aturdido con "sus" cosas privándome de la "metabolización" de los actos del alma.
Por fin tengo un rincón público, como es habitual en los espacios franciscanos de Pompeya, donde junto al silencio puedo verme sin usar los ojos.
La sociedad con la que convivo anda agitada por aparentar aquello que no es. Empresarios de ilusión actúan con vanidad y pretensiones bananeras olvidándose que son aquello que el mercado determina y no lo que guía su orgullo.
La colectividad anda revuelta pidiendo independencia del antiguo opresor para ponerse en las manos de otros. ¿En una sociedad global quien puede ser independiente si estamos presos del capitalismo de las multinacionales?

Todo es teatro y ficción. El humano se asusta de SI MISMO y prefiere vivir el "esperpento" que profundizar en el potencial de su SER.
Como el mito de aquella ARCA DE NOE sálvate de la tormenta del "momento" descubriendo tu potencial de inteligencia que es infinito. Con el andarás el camino del amor universal y eterno














EL MOTIVO POR EL QUE SE PRODUCEN LAS DISPUTAS RARA VEZ ES TAN GRAVE COMO EL MALESTAR QUE GENERAN


¿Busca problemas o prefiere encontrar soluciones?

A veces los conflictos se limitan a una lucha de egos que no permiten el acuerdo. Medir los costes, actuar rápido y cambiar el vocabulario son buenas formas de empezar

Conflictos, nadie los quiere, pero todo el mundo los tiene en algún momento de la vida. No hemos sido educados para su gestión, a pesar de que formarán parte de nuestra vida y trabajo con seguridad. Tal vez afrontar crisis no sea lo acertado, sino aprender a prevenirlas y “gestionar soluciones”. Todos nosotros, a nivel personal, tenemos desencuentros de alguna clase en nuestras relaciones, pero aplicar ciertas pautas de autocontrol puede abrir vías de acuerdo. Un conflicto es un desacuerdo persistente entre personas o entre colectivos humanos. Es un choque de egos y de intereses. La forma puede adoptar diferentes apariencias: mala comunicación, intereses opuestos, opiniones encontradas, incompatibilidades, discusiones, peleas… pero en el fondo todo eso es reflejo de la necesidad oculta de “tener la razón”. La intensidad y cantidad de confrontaciones de una persona o colectivo es ­proporcional al nivel de autocontrol. Cualquier persona debería preferir tener paz a tener razón.
Para simplificarlo, el origen de nuestras dificultades está en el ego, autoconcepto o autoimagen construida, que asumimos como identidad real. Y cuando un ego cuestiona a otro, se percibe como un ataque a la identidad propia, y la explosión está servida. No es exagerado afirmar que el mundo no tiene problemas; lo que sí tiene es personas con el ego inflado que confunden su identidad real y esencial con su ego fabricado.
Todo desacuerdo implica una serie de emociones: un deseo o voluntad no satisfecha que genera frustración, decepción, ­enfado, ira, agresión, violencia. Estas tres primeras emociones –que forman parte del ámbito interno– cristalizan en aquellos tres siguientes comportamientos en el ámbito externo.

El hombre no conoce al hombre; de ahí los conflictos que desgarran al mundo”
Pero la frustración no es un problema real, simplemente es la no aceptación de una realidad. Las personas inmaduras emocionalmente son incapaces de aceptar lo que no está en su mano cambiar. Niegan la realidad en sus mentes y cuando ven que el mundo no se aviene a sus exigencias, se encolerizan. Exigen una reparación y el desasosiego que crean es proporcional a su necesidad de ser reparados.
Así nacen los conflictos: un abismo que se abre entre lo que es y lo que debería ser. Y aún peor, se procrean, crean réplicas y reacciones que empeoran el problema.

Un conflicto es la “representación mental” de unos acontecimientos o situación, una cosa son los hechos y otra las interpretaciones. Y es la interpretación de los hechos lo que enemista a las personas. De hecho, ­muchas crisis empiezan desde la pura nada: un silencio, una omisión, una presuposición, un olvido, una creencia, una petición no expresada, un derecho imaginario… En realidad nada ha ocurrido salvo la fabricación de un desacuerdo.
Todo problema tiene una o más soluciones, y ninguno carece de ella. Más bien las partes encontradas son las que necesitan solucionar sus posiciones mentales antes de poder negociar una salida justa y digna para todos. La realidad es que siempre hay una opción de acuerdo, lo que ocurre es que no gusta. Por alguna razón creemos que las soluciones deben ser agradables y fáciles y, sobre todo, que impliquen un beneficio a costa del perjuicio del otro. Pero no todas las alternativas son fáciles, la paz también tiene un precio. El problema, el único, es que las partes no quieren pagarlo: desean una salida gratis, sin concesiones. No es realista.
No hay conflictos en el mundo, pero sí mentes conflictivas que creen firmemente en ellos. Como aceptarlo es muy duro, lo fácil es señalar hacia los demás. La pregunta que ­debemos formularnos es: ¿cómo es que mis problemas son los demás? Si entendemos el desacuerdo como una posesión mental, ¿cómo puede estar en el mundo algo que ocurre en la mente?
Cada elección que tomamos es en el fondo una elección entre la paz o el conflicto. (La pregunta que hay que formularse es: ¿esta elección que voy a tomar aporta más paz o menos a mi vida?). Porque, más allá de lo que ocurra y de lo que hagan los demás, siempre podemos encontrar la paz en lugar de lo que vemos.
¿Qué hacer y cómo reaccionar en un desacuerdo? Cuanto antes se actúe, mucho mejor, porque cuando los ánimos se caldean, hace falta mucha agua para enfriarlos de nuevo. Cuando el problema empieza a hacerse visible, es el mejor momento para atajarlo; después ya puede ser tarde. Para entenderlo valen los ­símiles de una enfermedad o un incendio: ­actuar rápido es la mejor opción.

El proceso es predecible y todos lo hemos experimentado en alguna ocasión: aparece un desacuerdo que puede ser menor o mayor y que actúa como desencadenante, en una escalada de confrontaciones que acaban o bien en la resolución, o en un punto de no retorno que conduce a la explosión. Como el problema no ha sido resuelto, sino solamente sofocado por la fuerza, uno nuevo surgirá tarde o temprano como consecuencia del anterior.
La crisis retroalimenta una espiral difícil de atajar. En su propia dinámica ascendente, cuanto más lejos se llega, más rápidos son los acontecimientos que genera hasta que se alcanza un punto en el que la explosión es casi inevitable. Y cuanto más se avanza, menos controlable es evitar el punto en el que no se puede volver atrás.
Finalmente, ganar una confrontación es una victoria provisional. Puede tener beneficios, pero seguro que tiene también costes. Estos no siempre son evidentes. Para prevenirlos, todas las partes deberían evaluarlos, tal vez descubrieran que son superiores a las ventajas que se pretenden conseguir.
Por ejemplo, la ganancia de mantener un conflicto personal con un compañero de trabajo podría ser: sensación de control, manipulación, reforzar la autoimagen, ganar las luchas de poder, un desahogo, reconocimiento ajeno, tener razón y decir la última palabra… Todo lo que podríamos llamar jugar a los juegos superficiales del ego.
Y algunos ejemplos de los costes: poca colaboración y empeoramiento de la calidad del trabajo, dificultades en el sueño y problemas de salud, pérdidas de tiempo y energía, pérdida de la amistad, empeoramiento de la comunicación, pérdida de la alegría, de la felicidad y paz interior… En fin, desatender las necesidades profundas del espíritu.

El motivo por el que se producen las disputas rara vez es tan grave como el malestar que generan”
Finalmente, para resolver un conflicto podemos probar con estrategias como:
Dejar de hacerlo más grande. Empeorar las cosas no es parte de la solución, sino del problema. Centrarse en reducir las diferencias es más útil que aumentarlas.
Cuando lo de siempre no funciona, toca hacer otra cosa. Las crisis auténticas lo son de falta de imaginación y creatividad.
Dejar de alimentarse de viejas creencias. Cuando no se es capaz de pensar en nada diferente no se encuentran salidas diferentes.
Actuar más y no perderse en las explicaciones. Teorizar en las explicaciones para entender no significa que sirva para llegar a un acuerdo; mejor actuar.
Buscar puntos de acuerdo y no de desacuerdo. Dedicar casi toda la sesión de negociación a lo que se está de acuerdo facilita después resolver los puntos de desencuentro.
Pasar del detalle a lo global. La perspectiva amplía el punto de mira y permite ver detalles que antes no se consideraban.
Cambiar el vocabulario. Hay expresiones y palabras negativas que no ayudan a resolver y otras positivas que sí.
Dejar de juntarse con los que tiran balones fuera. Es obvio que no conocen cómo resolver conflictos, mejor frecuentar gente responsable.
Hacerse buenas preguntas. ¿Cuándo aparece y cuándo desaparece?, ¿dónde, con qué frecuencia y con quién aparece?, ¿qué hace que vaya a mejor y a peor?, ¿de qué sirve?, ¿qué hace que no vaya peor?…
Una vez se conoce el patrón, es fácil romperlo con un hábito nuevo, un nuevo comportamiento, con nuevas creencias o simplemente con aceptación.

TEXTOS PARA EL ALMA 294

    
Como todos los años, llega el otoño

Para el humano emancipado es una época intimista, de reflexión. Llegan las temperaturas suaves y los arboles lloran de melancolía. Termina, pues, la alegría del nacimiento y empieza la reflexión del crecimiento.
En otoño, junto a las castañas, aprendemos a familiarizarnos con la oscuridad y a vencer el miedo. Su clima nos invita a potenciar nuestras áreas intelectuales y a desarrollar el análisis y la comprensión de las cosas. Qué bonito puede ser cambiar de perspectiva y ver el entorno desde la razón además del corazón.
El otoño pues, nos prepara para crecer. Nos dimensiona para comprender y nos abre áreas escondidas de nuestro SER.


TEXTOS PARA EL ALMA 293




Los pensamientos son palabras silenciosas que solo nosotros y la Emancipación escuchamos; pero esas palabras afectan nuestro ser interior, nuestra salud, nuestro gozo y nuestra 

actitud.







TEXTOS PARA EL ALMA 292



La gente más feliz no tiene las mejores cosas; solo aprovechan al 
máximo todo lo que tienen.

La felicidad está en nuestro interior y no afuera; por lo tanto no 

depende de lo que tenemos sino de lo que somos.