En soledad vivía
La soledad es nuestra verdadera naturaleza, pero lo queremos ignorar. Consecuentemente seguimos siendo unos desconocidos para nosotros mismos, y en vez de ver nuestra soledad como una situación dichosa y llena de belleza, silencio y paz, la malinterpretamos como aislamiento. Cuando descubras tu soledad podrás crear, podrás participar en todas las cosas que quieras, porque esa participación ya no implicará que estás huyendo de ti mismo/a.
osho
y en soledad ha puesto ya su nido.Y en soledad la guía
a solas su querido,también en soledad
de amor herido.
No debemos lamentarnos de la soledad toda vez que esta nunca traiciona. Podemos disfrutar de la compañía mientras sea alegre y placentera. Pero hemos de procurar aprender a caminar solos pues comprobaremos, en las muchas andaduras que hagamos, que en el camino nadie nos llevará a cuestas.
a solas su querido,también en soledad
de amor herido.
No debemos lamentarnos de la soledad toda vez que esta nunca traiciona. Podemos disfrutar de la compañía mientras sea alegre y placentera. Pero hemos de procurar aprender a caminar solos pues comprobaremos, en las muchas andaduras que hagamos, que en el camino nadie nos llevará a cuestas.
La soledad es nuestra verdadera naturaleza, pero lo queremos ignorar. Consecuentemente seguimos siendo unos desconocidos para nosotros mismos, y en vez de ver nuestra soledad como una situación dichosa y llena de belleza, silencio y paz, la malinterpretamos como aislamiento. Cuando descubras tu soledad podrás crear, podrás participar en todas las cosas que quieras, porque esa participación ya no implicará que estás huyendo de ti mismo/a.
osho
10 comentarios:
En mi opinión las personas tememos estar solos por lo que podamos encontrar en nuestro interior. No es fácil encontrarse a uno mismo, escucharse y sentirse. Es difícil "sentarse a sentirse" como dice el amigo Dokusho Villalba sin temor a encontrar una ¿verdad? demasiado dolorosa y, en ocasiones, insoportable. En mi familia se practica la meditación desde que yo lo recuerdo y, sin embargo, cuando empecé a practicar yoga y llegaba el momento de la relajación, me atacaba una gran ansiedad. Al principio no lo entendía pero pronto observé que estar sóla, conmigo misma, me producía un enorme terror. Cada vez que hacíamos zazen, sentía ese miedo inexplicable.... Poco a poco se ha ido disipando, conforme se han ido marchando los fantasmas que a tod@s nos asedian pero, es difícil la soledad precisamente por el MIEDO.
Mi padre siempre nos dijo que sol@s nacemos y sol@s morimos y, tambien de alguna forma, sólos vivimos pues nadie nos acompaña en nuestras emociones y vivencias. Disfrutar de la soledad es, para mí, una asignatura pendiente. Gracias Paco, una vez más, por tus palabras.
Soy Delia, la del comentario anterior.
La soledad y el silencio son la atmosfera que el amor necesita para que tu alma brille. El silencio en un lado y el amor en el otro le dan alas a tu corazón. Esa belleza y esa armonía han sido perdidas debido a la ira, al orgullo etc., eso es lo que significa la falta de silencio. Recuerda: el silencio es el vientre de donde “nacen” los sabios.
Gracias a tí INFALTIL FOL (Delia) una magnífica aportación al post..
Saludos
Paco
JANETH ....me ha llegado.... "El silencio es el vientre de donde nacen los sabios".
Gracias por tus signos de emancipación.
Paco
Hermosas palabras desde la reflexión y la sabiduria.
Yo tengo momentos en los que me gusta estar sola, quizas para seguir encontrandome y hacer balance de mi vida.
Me gusta la soledad pero no cuando es impuesta.
Un besito desde mi corazón Rosario
Encantada de conocerte Paco Bailac, y agradecida de tu visita y de la hermosa huella que tus palabras han dejado como muestra de tu estancia en mi humilde casita... Soy asidua amante de la soledad... La necesito para hacer lo único que sé y que, ahora, puedo hacer: escribir lo que mi corazón me dicta... Necesito su silencio para que sea productiva la conversación de mi mente conmigo misma, para poder concentrarme, para rebuscar dentro de mí algunas herramientas que, de repente, me hacen falta... Pero también es amiga en mis momentos de meditación, en mis momentos de conversación con Dios, en los momentos que me regalo a mí misma... Pero son soledades escogidas, necesarias, apreciadas e incluso amadas... Pero no hay dolor más doloroso para un corazón amante que la soledad impuesta por el que dice que la quiere, esa soledad a la que me relega con vanas excusas de que él también tiene su vida y yo, de esa trozo, no formo parte (me refiero a los hijos de su primer matrimonio), o cuando decide dormir el día entero y ni me saluda al despertarse... Esa soledad es dolorosa, punzante, hiriente, porque no es deseada, es impuesta y, lo peor, sin explicaciones...
ROSARIO..... la soledad nunca traiciona...
Paco
ANGELET...
Una cosa es la soledad y otra el desprecio.....
Saludos y bienvenida a la TERTULIA DEL COACHING.
Paco
Interesante, “soledad versus aislamiento”. Llegamos solos al mundo, pero no queremos seguir solos por el mundo, tenemos la maravillosa opción de crear lazos con otros seres humanos, pero a veces no sabemos robustecer ni cuidar esos lazos y nos vamos aislando. O sencillamente nos aislamos para distanciarnos de aquellas fuerzas y personas cuya esencia parece peligrosa o competitiva para la intimidad, o sencillamente porque se trata de relaciones insatisfactorias. Es una especie de mecanismo de defensa que puede conducir a la soledad emocional o social según el caso.
Independientemente de que hablemos de la una o la otra, el problema radica en que si la soledad es indeseada, puede convertirse en angustia y hasta en un sentimiento de que llevamos consigo una especie de castigo.
Pero llega un momento en nuestra vida en que descubrimos que la soledad, la elegida conscientemente es un estado digno del ser humano. Es como vivir un gran espacio donde siempre respiras un aire limpio. Es una constatación de nuestra imperfección.
Nadie puede llenar nuestra soledad, pero cuando aprendemos a amarla, ocurre algo maravilloso...todo cobra sentido, pues entendemos que nos tenemos a nosotros mismos, descubrimos la presencia de Dios en nosotros...nos acercamos a los otros entonces libres de todo condicionamiento, de todo temor...ya no esperamos nada, y por eso lo ganamos todo, pues hasta la soledad misma será para nosotros una hermosísima compañía...
Muchos besos para ti entrañable amigo.
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