Las mujeres en el ISLAM.

El siglo XXI será femenino o no será un período de evolución humana.

El islam es, quizás, la religión monoteísta más cuestionada por su carácter patrialcal y androcéntrico en su organización y en su legislación., así como en los distintos niveles en que se mueve.

La condición de la mujer en las sociedades islámicas es una de las cuestiones que más interesa, al tiempo que más escandaliza , a los hombre y las mujeres occidentales, que emiten juicios muy negativos sobre el tema.

Con frecuencia las valoraciones se basan en tópicos y prejuicios fuertemente arraigados en el imaginario social. Consecuentemente vemos la realidad de una manera sesgada y no en su conjunto.

Dicha perspectiva viene a demostrar que las actitudes discriminatorias hacia las mujeres no pertenecen a la naturaleza del islam y que con frecuencia son auténticas patologías a curar.

La larga marcha hacia el progreso de la humanidad requiere una condición previa: la igualdad del hombre y de la mujer en derechos y deberes.

Este mundo en crisis es la respuesta a un poder andromórfico que casi nos está llevando al caos. ¡¡a de llegar el momento de hacer valer, también las ideas de la mujer!! no a costa de las del hombre si no con el hombre. El siglo XXI será femenino o no será de progreso.

Antes de aportar las respuestas, es necesario analizar la situación de las mujeres en los países musulmanes. Bajo el peso de la tradición ancestral, la situación de la mujer en el mundo islámico es de "sub-ser", de un ser de consideración secundaria, tratada jurídicamente como menor.

La pregunta es si esta situación tiene su raiz, su causa en el machismo, la falocracia y la misoginia de los hombres o es inherente al islam como tradición religiosa.

Si la respuesta es que esta situación de las mujeres se debe al primer planteamiento; la solución debemos encontrarla a través de la educación, la instrucción y la adquisición de saber. Se trata de educar a los

hombres y a las mujeres.

La indigencia intelectual y la carencia de conocimiento convierten la actitud machista en práctica común de los hombres en las sociedades afectadas por la falta de formación y por la pobreza.

La mujer, también, debe desear su emancipación y abandonar este papel secundario que la tradición le tiene reservado y que con el tiempo se ha adueñado de sus miedos.

Cabe recordar, simplemente, que el islam ha tenido una fuerte tradición en la configuración de los"modelos mentales" del Imperio español y desde él se transportó a los países "hermanos" de latinoamérica....

Y aquí estamos.