TODOS SOMOS UNO
“Creo que la verdad desarmada y el amor incondicional tendrán la última palabra” (Martin Luther King)
Para saber si hemos aprendido a amar, tan sólo hemos de echar un vistazo a nuestra forma de comportarnos con los demás. No en vano, la relación que mantenemos con todas las personas que forman parte de nuestra vida es un reflejo de la relación que estamos cultivando con nosotros mismos. Como lo expresa el filosofo Darío Lostado: “ Si no te amas tú, ¿Quién te amará? Si no te amas a ti ¿a quién amarás?”.
Al darnos cuenta de lo que les hacemos a los demás nos lo hacemos s nosotros mismos primero, tomamos conciencia de lo estrechamente unidos que estamos los seres humanos. No en vano, las etiquetas con las que subjetivamente describimos y dividimos la realidad son solo ese, etiquetas. Y por muy útiles y necesarias que sean para mantenernos en el día a día, no deben separarnos de nuestra verdadera naturaleza: el amor incondicional.
Igual que los árboles ofrecen sus frutos cuando crecen en condiciones optimas, los seres humanos emanamos amor cuando nos liberamos de todas nuestras limitaciones mentales. De ahí que si queremos saber cuál es la mejor actitud que podemos tomar en cada momento, tan solo hemos de responder con nuestras palabras ya acciones a la siguiente pregunta: ¿qué haría el amor frente a esta situación?
“Creo que la verdad desarmada y el amor incondicional tendrán la última palabra” (Martin Luther King)
Para saber si hemos aprendido a amar, tan sólo hemos de echar un vistazo a nuestra forma de comportarnos con los demás. No en vano, la relación que mantenemos con todas las personas que forman parte de nuestra vida es un reflejo de la relación que estamos cultivando con nosotros mismos. Como lo expresa el filosofo Darío Lostado: “ Si no te amas tú, ¿Quién te amará? Si no te amas a ti ¿a quién amarás?”.
Al darnos cuenta de lo que les hacemos a los demás nos lo hacemos s nosotros mismos primero, tomamos conciencia de lo estrechamente unidos que estamos los seres humanos. No en vano, las etiquetas con las que subjetivamente describimos y dividimos la realidad son solo ese, etiquetas. Y por muy útiles y necesarias que sean para mantenernos en el día a día, no deben separarnos de nuestra verdadera naturaleza: el amor incondicional.
Igual que los árboles ofrecen sus frutos cuando crecen en condiciones optimas, los seres humanos emanamos amor cuando nos liberamos de todas nuestras limitaciones mentales. De ahí que si queremos saber cuál es la mejor actitud que podemos tomar en cada momento, tan solo hemos de responder con nuestras palabras ya acciones a la siguiente pregunta: ¿qué haría el amor frente a esta situación?
6 comentarios:
Hola Paco!
Es muy cierto eso de que debemos amarnos a nosotros mismos para poder dar amor.
Sin amor...no somos nada.
Gracias por esta serie de post...hacen meditar... y mucho!
Un beso!
Gracias Silvia.... entre todos hemos de procurar "despertar".
Un saludo
pacobailacoach.blogspot.com
Es muy cierto:¿quien va a amarnos si no somos capaces de amarnos a nosotros mismos?
Tambien es verdad que uno transmite lo que lleva dentro: si das amor recibes amor.
El mundo iria mejor si antepusieramos el amor a otros intereses.
Un saludo.
Pero, con demasiada frecuencia, "amar" se considera una "moñería", es decir, una simpleza. Hemos de triunfar como sea. El "amor" es la los simples. Aquí puede estar una "pata" de la desgracia de nuestra sociedad.
Paco
AMOR, magnifica herramienta con la que todos podemos transformarlo todo, nada se resiste a ese grandioso sentimiento y además que todos lo podemos brindar.
Un abrazo Paco
Cada uno vive el AMOR de una manera singular.... Belkis
Paco
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