Aquellos que no saben cómo posar sus opiniones en el hielo
no deberían entrar en un debate acalorado
Nietzsche
Perfeccionismo como sumisión.
Cuando pretendemos practicar las virtudes hasta el extremo, aparecen los vicios...Criticamos la perfección misma (Pascal Penseés).
Del mismo modo que acabamos haciendo nuestras las voces de nuestros padres y al final nos hablamos a nosotros mismos con su estilo, acabamos exigiéndonos conductas y tareas irreproclables a partir de la idea de que "todo debe hacerse bien". Pero ¿bien para quién? Los perfeccionistas tienen la respuesta muy clara: "Lo hago por mí" Pero ¿es eso cierto?
Aquel niño o aquella niña que tan sumisamente se esmeró en hacerlo todo bien desarrolla de mayor otro tipo de sumisión activa consistente en sentirse mal si no está siempre a la altura de las circunstancias. Pero no a cualquier altura, sino a la más alta en la que pueda demostrar que hacerlo todo bien, o al menos intentarlo, es una bendición. Lo que antes era obediencia ciega, ahora se ha convertido en virtud.
Al llegar a la edad adulta, la persona perfeccionista ha desarrollado una enorme capacidad de captar las necesidades ajenas, así como las expectativas que cada contexto requiere. Se ajusta a ellas como la mano a un guante y no sólo procura evitar errores, sino que intenta hacerse con la admiración de todo el mundo por su excelencia. Antes lo hizo con sus padres; ahora, con los demás sin que nunca lo reconozca. Es duro admitir esa sumisión activa, y por ello prefierecreer que es poseedora de un toque especial, de un arte sin igual.
PERFECCIONISMO COMO OBSESIÓN.
El afán de perfeccionismo hace a algunas personas totalmente insoportables (Pearl S. BucK)
Cuando el perfeccionismo se entromete en la mayoría de aspectos y ámbitos de una persona, entonces rozamos la obsesión. Y toda obsesión acaba siendo la mejor manera que hemos encontrado de resolver nuestras ansiedades. Y las ansiedades nacen en el seno del miedo.
Pero en lugar de atajar el problema por su raíz, el ansioso lo resuelve por la compulsión controladora. Entonces el perfeccionismo se puede entender como otro mecanismo de control que nos hemos inventado los humanos. Y como siempre, aquello que hacemos para resilver nuestros entuertos acaba convirtiéndose en el problema.
El psicoterapeuta Allan E. Mallinger afirma: Ser perfecto y no dejar lugar a las críticas es una de las maneras que usa el obsesivo para ejercer control en sus relaciones. Para conseguirlo, el perfeccionista debe hacer malabarismos que lo agotan: debe esforzarse siempre en evitar errores y demostrar su competencia. Lo contrario, recibir críticas o reproches, mostrarse débil o inseguro, es tanto como morir.
Por eso suele ser común que los perfeccionistas sean grandes controladores, sobre todo emocionalmente, no vaya a ser que por mostrarse iracundos o inadecuados queden mal., o se les aprecie una fragilidad dañina. La represión es su fuerte, el sobreesfuerzo, su constante, y el control, su aliado. Lo bueno del caso es que en el fondo lo pasan mal, sufren, eso sí, a cambio de recibir halago, como el actor recibe el aplauso al final. Con el tiempo, ni eso les sirve.
LA ETERNA INSATISFACCIÓN.
La perfección es una pulida colección de errores.
(Mario Benedetti)
No es necesario vivir así. No hace falta pasar por la vida con cara de eterno descontento. Se puede ser feliz sin tanta obsesión. O tal vez cabe decir que sólo va a existir algo de felicidad al abandonar nuestras conductas complusivas. Nos hemos apegado a ellas y se han convertido es una entidad: "soy perfeccionista". Pero nadie es sólo eso que cree ser.Entramos y salimos de nuestras diversas identidades, excepto aquellas personas que han escogido un único camino, una sola manera de estar een el mundo, rígida y compulsiva. Cierto que acaban siendo genio y figura, pero a costa de vivir atrapadas en su propio personaje. ¿Cómo salir de ahí? ¡Rompiéndolo! Permitirse el error, el desagradar, decir que no, reconocer que a veces no se sabe más. Vale la pena hacer un elogio a la imperfección. Vale la pena aligerarse de la pesada carga de tener que llegar a "ser alguien", de hacerlo "todo bien"y de pasar por este mundo habiendo sido casi un santón.
Pero los perfeccionistas replicarán con su tendencia a los extremos, o sea, si no soy bueno, son malo; si cometo errores, entonces no valgo. Y el juego vuelve a comenzar.
Fue Dürckheim quién afirmó que estar en concordancia con el ser no significa estar en un estado de perfección. Querer alcanzar la perfección es un error si se quiere andar por el camino de la verdad, o sea, el de la humildad. Todo lo que le falta al perfeccionista.
Fuente: El País
22 comentarios:
Me gustó tu nueva entrada, de nuevo me toca reflexionar.
Soy humana, y como tal un perfecto conjunto de imperfecciones, algunas superables, incluso subsanables, pero las otras, las que me hacen ser única, las que me conceden mi propio ser, con unas y no otras virtudes, con defectos, con características personales propias, esas imperfecciones se quedan conmigo.
Besos Paco
De nuevo reflexiono con tus hermosas entradas que siempre
saben enseñarnos cosas nuevas.
Me quedo con:
Querer alcanzar la perfección es un error si se quiere andar por el camino de la verdad, o sea, el de la humildad.
Efectivamente Paco,la humildad nos da la medida de nuestros límites y de nuestra grandeza..Nos hace conscientes de las equivocaciones y de lo que nos queda aún por aprender.."sólo sé que no se nada"
De esta forma la perfección no entrará en nuestras expectativas, no nos cortará el paso, no nos limitará..Iremos hacia otras metas..más allá de nosotros mismos..al encuentro con los demás y sus propios límites..aceptándolos y ayudándoles a superarlos..!
La inmensidad de espíritu va más allá de la "perfección"..Desde la humildad va al encuentro con uno mismo en los demás y en ellos se extiende hacia el infinito,olvidándose de la limitada "perfección".
Un abrazo muy fuerte
M.Jesús.
no soy nada perfeccionista, es más las cosas naturales de la vida no son perfectas... todas tienen imperfecciones... y yo me considero natural..
Un beso grande!!
También pareciera a veces q si no estamos descontentos e infelices podemos pasar por idiotas, por aquello de q sólo los egoístas y los tontos son felices... No sé, mucho para la reflexión.
Te he dejado un obsequio en mi blog, cuando quieras pasas a recogerlo :-) Un abrazo fuerte.
Cuando descubro que algo no hice bien, descubro que puedo mejorar, cuando descubro como mejorar, es cuando se que voy en camino a mi perfección. Aún, no me inquieta llegar rápidamente a ella, mientras disfruto del camino.
Gracias por tu articulo, me hizo reflexionar. Cariños para ti
Sintetizando lo leído entiendo que por exceso de sumisión podemos caer en el perfeccionismo, pasando por la obsesión, los miedos y búsqueda de aprobación caemos en la eterna insatisfacción. Creo que las cosas deberían ser más simples. Somos lo que somos y no debemos reflejar lo que dicen imaginariamente los representantes inconformes del reino vegetal: “el roble decía que moría por ser tan alto como el pino, el pino a su vez se quejaba porque no podía dar uvas como la vid, y la vid se moría porque no podía florecer como la rosa, la rosa lloraba por no ser fuerte y sólido como el roble”. La aceptación y la humildad son las que nos llevan por el camino de la verdad.
Yo entiendo el perfeccionismo bueno en tanto en cuanto que te proporcione una motivación para preservar ante el desaliento y los obstáculos, para superarte ante las adversidades, pero es muy malo cuando por el miedo al fracaso no haces más que postergar actuaciones y perder tiempo y energía en detalles irrelevantes.
Para que ser perfectos? Porque no dejar que las situaciones fluyan, ganar-perder, reir-llorar, sufrir-amar.
El tema da para mucho, seguiré meditando porque aún se le pueden dar muchas otras interpretaciones.
Gracias como siempre por tan interesantes aportes tan útiles para nuestro crecimiento como personas. Un cariñoso abrazo
Magnífico como siempre.
Puede que la perfección como la felicidad sea el sentimiento de un momento.
Ver a un recién nacido, es un momento perfecto.
Escuchar la risa de un niño, es un momento perfecto.
El abrazo de un ser querido, es un momento perfecto.
El aroma de una flor, el amanecer, la brisa, el calor del sol .... todo ello es perfecto según el momento.
Me llevo la reflexión.
De nuevo un saludo.
"Procurando lo mejor estropeamos a menudo lo que está bien."
William Shakespeare
"El reto no es solamente perseguir la perfección,sino hacerlo sin destrozar el resto de tu vida" Terry Orlick
Hola Paco!
Hermoso artículo. Para reflexionar sobre nuestras conductas.
Me gusta hacer las cosas bien, pero no soy perfeccionista. Creo, como bien lo decís, que solo trae soberbia. Los perfeccionistas están lejos de ser humildes.
Un beso grande.
complimenti...solo spero, possa essere letto da molti, e capito da tutti...
corrado
Corrado.
ENCANTADO CON TU VISITA...
saludos
Paco
SILVIA LA HUMILDAD NOS ENGRANDECE.
Paco
EVA..
Encantado de leerte... un "humilde" abrazo.
Paco
Sabia aportación BELKIS..... ¿Te consideras muy perfeccionista?
Paco
ZARELA..
Encantado de leerte de nuevo....
saludos
Paco
ANA
Gracias por tu regalo y además por tu agradable asistencia a la TERTULIA.
Un saludo
Paco
SENSACIONES...
La imperfección también existe.
Paco
MAJECARMU..
Eso es humildad, humildad, humildad.....
Gracias
paco
ROSARIO..
Siempre tan entregada y cariñosa. Gracias
Paco
I AM eres y es + que estar.. Felicidades
paco
Paco no se si soy muy perfeccionista, pero si soy muy exigente conmigo mismo y talvez un poco rígida conmigo misma en cuanto al cumplimiento del deber. Es eso ser perfeccionista? La verdad es que no lo sé....quizás si, pero de ser perfecta disto muchísimo.
Saludos
Belkis, date un respiro en tu vida.... sinceramente se generosa contigo.
¡¡pruébalo!!
Paco
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