EL CAMBIO Y EL CAOS ESTIMULA LA VIDA.

Si miras mucho tiempo al abismo,

el abismo te mirará a ti.

Nietzsche

LOS SUEÑOS EN LA GESTALT.

El sueño, ¿es una expresión del inconsciente de quien sueña o un mensaje procedente de fuera? ¿Inconsciente colectivo, transpersonal o incluso un mensaje divino que explicaría los sueños premonitorios? ¿O se trata tan sólo de un fenómeno biológico natural y básico?

Actualmente sabemos que tenemos tres estados: el despertar, el del sueño y el de los sueños. Este último, llamado también sueño "paradójico", es muy distinto del despertar y del sueño e implica una gran actividad cerebral: así, se ponen en marcha las dos terceras partes del cerebro derecho a nivel hipotalámico (necesidades), límbico (emociones y memoria), cortical (imágenes) y frontal (síntesis, proyectos, visiones), mientras que la comunicación con el cerebro izquierdo (análisis verbal racional y crítica lógica) queda reducida al mínimo. En cambio, la comunicación entre los dos emisferios, mediante el cuerpo calloso, se mentiene mientras dormimos y no soñamos.

Es durante el estado de los sueños cuando se fijarían nuestros recuerdos, sobre todo los que están cargados de emociones, y las experiencias importantes, positivas y negativas, de nuestra vida.

La memorización de los aprendizajes complejos llevados a cabo durante el día se realiza básicamente durante la primera hora de sueño. Cuando soñamos, el cerebro trabaja muy activamente: consume tanta glucosa como durante el despertar, lo que explicaría que adelgazamos mientras soñamos.

FREUD consideraba que "los sueños tienen un poder curativo, de alivio". Estima que el sueño es a menudo un "síntoma neurótico"; no se trata de un mensaje trascendente que viene de arriba, sino de un mensaje inmanente procedente de abajo, de las pulsaciones inconscientes.

En la terapia Gestalt no interpretamos los sueños, sino que hacemos algo mucho más interesante con ellos. En lugar de analizar y hacerle la autopsia a un sueño, lo que queremos es reanimarlo. La forma de conseguirlo es reviviéndolo como si se desarrollara en este momento. En lugar de contarlo como si se tratara de una historía pasada, ponlo en marcha, interprétalo ahora para que se convierta en una parte de ti misma, implícate de verdad en él. Si quieres trabajar solo un sueño, escríbelo, haz una lista con todos sus elementos, con todos sus detalles, y luego trabájalos convirtiéndote en todos y cada uno de ellos.

Nos encontramos con al menos diez aspectos terapéuticos del sueño, que pueden combinarse con armonía al servicio del gestaltista, sin prejuicios y que detallo a modo de resumen:

1.- El sueño en sí mismo, independientemente de cualquier interpretación deliberada, tiene funciones "terapéuticas" naturales, funciones biolçogicas de adaptación y autorregulación que no implican necesariamente su rememoración consciente: revisión y puesta al día de nuestro patrimonio geneético, asimilación de una experiencia, individualización del comportamiento, disolución progresiva de los traumas.

2.- El simple relato verbal del sueño al despertar se revela útil en la medida en que permite un mejor acceso a la conciencia, asociaciones espontáneas y una eventual desdramatización.

3.- La interpretación del sueño mediante asociaciones referidas a su contenido o forma; su descodificación simbólica permite una rica inmersión en el inconsciente individual.

4.- La referencia a un simbolismo universal al inconsciente colectivo, al mensaje oculto con valor prospectivo aporta una dimensión transpersonal y espiritual de "revelación" eventual.

5.- El sueño puede ser reinterpretado, bajo la forma de un psicodrama colectivo, a fin de poner de relieve algunos de sus aspectos y enriquecer las reacciones de sus diversos protagonistas.

6.- El grupo puede emplearse como caja de resonancia o "eco amplificador"; el terapeuta puede "confiar" ciertas frases-clave de quien ha tenido el sueño a diversos miembros del grupo, que las restituirán en voz alta para poder trabajarlas.

7.- El sueño como proyección de quien lo ha tenido incita a la reunificación de las distintas facetas del individuo a través de la reapropiación sucesiva de elementos, a priori chocantes.

8.- El sueño como retroflexión permite enriquecer el intercambio terapeuta/cliente que se da en el núcleo de toda terapia, sobre todo en la gestaltista.

9.- El sueño puede ser tratado como una Gestalt inacabada; la naturaleza ha previsto que se produzca en pleno sueño y, en consecuencia, fuera del alcance de la conciencia, al igual que la digestión. Si esta última es consciente (pesadez de estómago)significa que algo no marcha bien. Así pues, podemos pensar que si el sueño aflora de formaespontánea a la conciencia durante el despertar, significa que no se ha digerido del todo.

10.- El sueño puede servir simplemente como pretexto para un trabajo de arranque a partir del cual la sesión seguirá.

Fuente: Gestalt. El arte del contacto

Pero no te olvides...... "que los sueños, sueños son"

¿Nos explicas tus sueños?