¿Bulto con camisón en la cama de una habitación de cualquier hospital?
Cuantas veces nos hemos parado a pensar quien es realmente el paciente para nosotros.Cuantas veces le vemos como algo más allá de una carga en nuestro turno, y más aún si se trata de uno de esos pacientes que se quejan, de los que llamamos difíciles o malos enfermos.Cuantas veces hemos intentado ponernos en su lugar, cuantas veces hemos intentado una solución más humana en lugar de ofrecerle pastillas para dormir, para el dolor, para la ansiedad.Cuantos de nosotros no hemos estado alguna vez enfermos. Cuantos de nosotros nos hemos tenido que someter en algún momento a una intervención quirúrgica. Deberíamos recordar estas situaciones con más frecuencia, y quizás así nos sería mucho más sencillo entender a nuestros pacientes. De todos es sabido lo que se dice de nosotros, que somos los peores pacientes del hospital, nos hemos parado a pensar en la razón de esa afirmación?. Creo que la respuesta es bastante clara y sencilla. Conocemos el funcionamiento y las técnicas de la hospitalización, somos capaces de reconocer los tratamientos y el sistema de aplicación, reconocemos con mayor facilidad las deficiencias de actuación y los errores del personal, y bien pues???..., por que nos quejamos entonces de ese paciente para el que todo es desconocido, al que obligamos a ponerse con fe ciega en nuestras manos, olvidando que somos tan humanos como él mismo, que cometemos errores que puede detectar y que desde luego no somos perfectos.Quizás el buen profesional sea aquel que es capaz de reconocer sus limitaciones y aún conociéndolas es capaz de dar lo mejor de sí mismo en cada actuación,Quizás es aquel que sabe suplir con empatía, cariño, comprensión y humanidad sus limitaciones a la hora de aplicar ciertas técnicas, o quizás sea aquel que es capaz de llevar a cabo tratamientos dolorosos mientras conversa con su paciente transmitiéndole tranquilidad y preocupándose por como se siente, estoy segura de que al final el paciente comentará que no ha sido tan malo como esperaba y en caso de tener que repetir el tratamiento solicite que lo realice la misma persona de la vez anterior.Invirtamos tiempo en conocernos a nosotros mismos, seguro que no será un tiempo perdido, solo conociéndonos a nosotros mismos, seremos capaces de ayudar a nuestros pacientes, es algo que les debemos desde el día que elegimos esta profesión.No dejemos que el paso del tiempo nos aleje de ellos, nos endiose y nos eleve por encima de ellos, no olvidemos que quizás mañana podríamos ser nosotros ese bulto con camisón en la cama de la habitación de cualquier hospital, hagamos todo lo que nos gustaría que hicieran por nosotros, atendámosles como nos atenderíamos a nosotros mismos, démosles la oportunidad de expresar sus necesidades, temores, inquietudes, ofrezcámosles toda la información necesaria para que se sientan lo más cómodos posible en ese momento en que su salud se encuentra mermada y no están al 100% de sus posibilidades, entendamos que eso , como nos ocurriría nosotros mismos, les hace sentirse vulnerables y esa vulnerabilidad puede activar mecanismos de defensa que pueden entorpecer nuestra labor (irritabilidad, mal humor, llanto, crisis nerviosas)no demos pié a que esto ocurra, estamos ahí por ellos y para ellos, demostrémoselo, y seguro que nuestro trabajo será mucho más sencillo, efectivo y placentero, lo peor que nos puede pasar es encontrarnos con un admirador o un amigo incondicional.No olvidemos nunca que en cada cama hay una persona que nos necesita, tanto a nivel profesional como a nivel humano, hagamos mucho más fácil su estancia entre nosotros y nos estaremos ayudando a nosotros mismos, la comunicación sencilla , directa y sincera simplificará enormemente nuestras tareas profesionales. Después de todo, somos tan humanos como ellos.
I AM MY
Tomado del blog "othersecretsofhefores.blogspot.com"
No hace muchos días, en una reunión de trabajo, me preguntaron por la diferencia entre un psicólogo y un coach. Medité la respuesta y ofrecí esta contestación: Un psicólogo ayuda al paciente a "curar" las causas de su posible desequilibrio físico/social desde una perspectiva contemplada en los protocolos médicos. Un coach, en cambio, trata de la sanación (curación endogéna y multidisciplinar) que incorpore al "coachee" (persona protagonista de la acción) en la dimensión que él desea estar y que, por diversas causas, se ha desviado.
En el artículo tomado prestado del blog amigo de referencia. Tenemos una visión del camino que nos queda por recorrer.
¿Tú que opinas?
Gracias I AM MY por tu colaboración en la reflexión del día. Un magnífico trabajo.
18 comentarios:
Ha sido un placer y honor para mi.
Gracias a ti.
Un cariñoso saludo.
I am
Me parece muy hermoso todo lo que he leido en este texto,siempre hay que ponerse en el lugar de la otra persona y no hacer nunca lo que no quieras que te hagan a ti.
Tus entradas son siempre un placer leerlas estan llenas de sabiduria y nos dan lecciones de vida, gracias querido Paco.
Un besito
Tus entradas son siempre un placer leerlas
Yo suelo ponerme siempre en el lugar de la otra persona, pues no quiero hacer nada que no me hagan a mi, es mi filosofia de la vida
Un besito Rosario
El amor es el mejor remedio
Bonsoir Paco, le traducteur n'a pas fait correctement son travail si bien que je n'ai absolument rien compris à ton billet ! Je suis désolée mais tenais à te montrer que j'étais passée te voir.
Excellent week-end
Pues del poco contacto que he tenido con el mundo del coach, el que he conocido a través de este blog y de mi relación, gracias al blog, contigo Paco, y la relación que he tenido con el mundo de la sicología, me atrevo a opinar que para mi un sicólogo es alguien cualificado que recorre el pasado del paciente para arreglar su presente, le recomienda pautas de comportamiento, le aporta soluciones. Mientras que el coach es una persona también cualificada, pero que se comporta como un amigo, te ayuda a revisar el pasado pero sólo como una referencia, te asiste en el proceso de proyectarte al futuro a partir de donde te encuentras en el presente. No te da soluciones, te hace pensar, te acompaña a decidir en que aspectos de tu vida quieres crecer, qué aspectos quieres abordar, te respalda para que actues y materialices tus objetivos.
Naturalmente hay personas que no sólo tienen un bloqueo en sus vidas, sino que tienen una patología clínica, y en estos casos si que se requiere de un profesional con formación específica en aplicación de determinados tratamientos médicos.
Si relacionamos todo esto con el artículo transcrito, creo que sería interesante unir ambas ramas, el médico aporta la curación y el coach la sanación, o mejor aún, si los médicos utilizan el coaching para no ver a sus pacientes sólo como un bulto con camisón en la cama y poder lograr así sino su curación al menos su sanación.
Gracias Paco, por todo......Besitos
desde pequeña, e imagino que enseñada por la vida, me he puesto en el lugar de la otra personas, así la mayoría de las veces, termino, sintiendo y entendiendo al otro ser frente de mí...gracias por sus gotas de chanel para mi alma, ahaora anda perfumada...
Las que por desgracia y la edad estamos viendo con frecuencia como se nos van los trozos de nosotros mismos nos reflejamos en estas líneas. Llevo tres años entre pasillos de hospitales y comas irreversibles.
Gracias a los dos
Secundina
Gracias por hablarnos tan claro...
Un saludp
Paco
JANJA:
Perfumar nuestra existencia puede suavizar los horrores de la realidad
Pétalos para ti
Paco
Si, BELKIS ser un bulto con camisón en el hospital es terrible.. Pero también fuera de él. El humano debe recuperar la sensibilidad de pertenecer al amor.
Un abrazo
Paco
Buenas tardes MOUN.
Es de nuevo un honor contar con tu presencia en nuestros debates de la Tertulia del coaching. Se bienvenida y participa del AMOR que aquí ofrecemos.
Hasta pronto, hasta siempre.
Paz
Paco
Zarelo..
Si amor todos somos BULTOS.....con camisón
Paz
Paco
ROSARIO..
Debemos amar al prójimo como a nosotros mismos.
+ 0 menos
Paco
Geni..... ¡¡que amable. eres!!!
gracias
Un abrazo
Paco
I AM.
Espero que el futuro sea + fértil despues de unir nuestras fuerzas.
¡¡ánimo!!
666 Pétalos de bugambilla.
paco
Por desgracia me ha tocado muchas veces estar en el lugar del enfermo, en el lugar del acompañante, en el lugar doliente... Muchas veces noto de forma escalofriante y física q el médico sólo me ve como el carnicero a una costilla de ternera, q no siente nada (también entiendo q un médico no puede llevarse a casa cada drama q atiende en el hospital, pero a veces es tan poco lo q se necesita para q nos hagan sentir personas, una sonrisa, un roce de dedos...)Así q aplaudo esta entrada. Vine a devolverle su visita, pero creo q volveré por el gusto de volver a seguir leyéndole. Un abrazo, amigo
Gostei dessa visão do lado humanos dos médicos, não podemos esquec~e-lo, ele está lá. Beijo
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