La naturaleza primera de la Emancipación es confiar en el
prójimo y así pasar de la oscuridad a la luz a través del amor. Sin duda es
mejor amor sin palabras que palabras sin amor pues así podremos abandonar el
desierto de la soledad reinventando nuestra existencia. Para ello podemos abrirnos
para contemplar la Emancipación sin miedo, escuchando su palabra y buscando los
signos esperanzadores que nos conduzcan hacia la plenitud.
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Son las 12 y en el campanario tocan la hora del Ángelus....
Llueve y la temperatura es algo fresca. La luz invita a interiorizar nuestra
existencia y aceptar es bella a pesar de los momentos que nos toca vivir. Desde
esta dulzura existencial deseo invitarte al festín del AMOR por muy tonto que
te parezca. Cada uno de nosotros somos una lágrima caída que, sin consuelo, nos
consideramos únicos. Podemos aceptar, empero, que somos moléculas temporales de
alegría que anónimamente estamos para dar un sentido a la vida: el amor al otro
en clara oposición al egoísmo propio. Si te hacen daño, perdónalos. Aaaaah, ya
han parado las campanas.
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El olvido es un arma de doble filo. Nos proporciona alivio
en la pena al tiempo que nos priva del gozo en el recuerdo. Es pues, este
olvido, una característica fundamental que tiene el humano para habitar su alma
con tranquilidad y sosiego. Caminar por lo que llamamos vida tiene
incongruencias, a veces, difíciles de digerir. Queremos estar en el progreso
pero no progresar, es decir, deseamos los beneficios de la ciencia más nuestro
comportamiento sigue siendo animal.
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Hoy, de nuevo el destino me ha regalado una porción de
realidad. En la puerta de los capuchinos, en el ínterin de mis lecturas
populares que el clero coloca visible en los maderos de entrada, un mendigo
desdentado me dice en perfecto catalán: para pasar el día necesito 30 euros
pues caritas está llena de extranjeros...sinceramente he lamentado su situación
más opto por soluciones colectivas y no individuales. Me duele esta sociedad,
me duele.
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