LA CALMA
Se ha dicho que LA CALMA
es el idioma que habla la EMANCIPACIÓN.
Hacerse consciente de LA
CALMA, siempre que la encontramos en nuestra vida, nos conecta con la dimensión
–sin forma y sin tiempo- que hay dentro de nosotros; nos sitúa en lo que está
más allá del pensamiento, más allá del ego.
Puede ser LA CALMA que
se extiende por la naturaleza o LA CALMA que hay en tu habitación cuando te
despiertas (si no llegas tarde al trabajo) o en los espacios de silencio entre
sonidos.
Así nunca eres tan
esencialmente tan profundamente tú mismo como cuando estás en calma. Sólo
entonces eres quién eras antes de asumir temporalmente esta forma física y
mental llamada persona. Eres, también, quién serás cuando la forma se disuelva.
Cuando estás en CALMA
eres quién eres más allá de tu existencia temporal. Conciencia no condicionada
sin forma eterna.
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