La cultura de la libertad

No debéis tener más enemigos que aquellos que sean dignos de odio, pero no tengáis enemigos dignos del menosprecio: debéis estar orgullosos de vuestros enemigos.

Nietzsche

Cultura y Valores

Toda la ciencia es cultura, pero no toda la cultura es ciencia. Una parte importante de la cultura humana está consituida por normas e instituciones que articulan gran parte de nuestra vida social y de donde se deriva gran parte de nuestro comportamiento.

Los miembros de un grupo social podemos ponernos de acuerdo en establecer necesidades, posibilidades e imposibilidades convencionales, llamadas obligaciones, permisos y prohibiciones. Todo ello recibe el nombre de normas. El conjunto de normas del Estado forma el derecho que rige la vida cotidiana de los ciudadanos.
Todos los humanos que compartimos una cierta tradición cultural y están interrelacionados por ciertas relaciones de parentesco constituyen un grupo étnico. Proporciona a sus miembros un sentimiento de identidad social donde sus miembros se sienten orgullosos de pertenecer.

Relevante para la cuestión de la libertad es la distinción entre las asociaciones voluntarias y las obligatorias. El Estado, en sus distintas manifestaciones de ciudad, comunidad y municipio, es una sociación obligatoria.

Para movernos dentro de cualquier comunidad nos movemos por valores que determinan nuestras preferencias y/o prioridades. Algunos de nuestros valores son congénitos. Congénitamente sentimos ciertas filias y fobias ; determinadas cosas nos gustan, nos atraen, y otras nos disgustan, nos repelen o nos dan miedo. El ser diestro o zurdo, homosexual o heterosexual, madrugados o tardío, extrovertido o introvertido son condiciones congénitas que dan lugar a preferencias específicas.

Algunos filósofos han llamado valores a las cosas o cualidades que son de hecho estimadas. El valor es un efecto de la valoración. Algo tiene valor en la medida en que lo valoramos, y no a la inversa.En general los valores cuya realización promueve la salud, el bienestareconómico, la paz, la libertad, el conocimiento y la conservación del medio ambiente son objetivamente preferibles a sus contrarios, pues contribuyen más a nuestyra felicidad , que es el criterio por cuyo rasero hay que medir los demás valores. Difundir se difunde todo, pero, en condiciones de libertad, es de esperar que, a la larga, la elección racional acabe filtrando los valores más acordes con la posibilidad de una vida plena y feliz.

Fuente: J.Mosterín

A nivel individual, es decir, en el plano de nuestro egoísmo social buscamos los valores que nos den satisfacción. Correcto pero socialmente deberíamos buscar lo mismo para todos. Es aquí cuando nuestro equilibrio como humanos queda desestabilizado. Ande Yo bien los restantes que se las apañen.

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