En la orquestación
del comportamiento, ¿nos condiciona el grado de maduración?.
Sin desear
"pautar" el comportamiento humano, entiendo, que según sea el grado
de evolución de cada cual, así será la manifestación de cada uno. La edad, en
esta distinción, no tiene determinación a no ser que la utilicemos para medir
la distancia que mida la densidad del "acto" con el supuesto grado de
madurez del sujeto actuante.
"Por sus
obras les conoceréis" acuña esta reflexión demostrando que nos determina
más la acción que la edad.
Si vemos
"saltar a la cuerda" por la
calle a un veterano de 60 años, no pensaremos quiere estar en forma, sino que
nos muestra su necesidad de "eterna juventud" sin ningún pudor ni
miedo al ridículo.
Así, aceptemos que
"somos aquello que hacemos " y que es la acción la que determina
nuestro "momento mental" encasillado en nuestra culturización que
denominamos "modelo mental" o pautas decodificadoras de nuestro
entorno endógeno o exógeno.
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