TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



¿SALIMOS A BUSCAR Y NO A ENCONTRAR?


La "emancipación" nos conduce hacia lo más grande y puro..
Nos da el coraje, que no se deja intimidar por las murmuraciones
de de las opiniones dominantes, y nos conduce hacia la paciencia
que soporta y sostiene al otro.

Así,Tú Cordero de Dios, que has estado inmolado para que la muerte
no tenga más dominio sobre el mundo.
Y que con tu muerte has permitido que la humanidad se renueve.
Ten piedad y perdona nuestra finitud envuelta de
soberbia y vanidad
Nuestras reflexiones no podrán suponer que los cambios que estamos sufriendo y el tipo de sociedad a la que hemos ido a parar sea la consecuencia de una decadencia.
Quien parte de ese supuesto lo hace desde un juicio previo que es un prejuicio. Quien parte de un prejuicio no tiene ninguna posibilidad de comprender. Quien no acepta, no comprende.
Partimos de la hipótesis de que la cultura de un grupo equivale a un programa que incluye un sistema de comprensión y valoración de la realidad, un sistema de actuación en el medio y un sistema de relación social. Por conseguiente, ha de haber una estrecha relación entre el modo de vida de los grupos y su sistema cultural.
"Salimos a buscar y no a encontrar"

¡ROMPES TU SILENCIO! ¿CONVERSAS CONTIGO?



Al final podemos encontrar
la voz propia.

El coaching y la música son fenómenos universales de la humanidad, tanto en sentido diacrónico (a lo largo de la historia)
como sincrónico (a través de los continentes).
El coaching, como la música, nos ayuda en el amanecer del ánimo tan necesario en épocas donde la dignidad colectiva ha sido ultrajada por la soberbia humana.
Seamos pues todos PRINCIPES de nuestro destino y aceptemos que en la trascendencia humana también entra la diversión.Ilusión y esperanza que podemos depositar con los juegos y apuestas del Estado (Quinielas, Lotto, ONCE, etcétera) o en una ESPERANZA PROPIA que nos proporcione la reflexión sobre nuestra liberación de las cadenas de la ignorancia.
¡¡tú puedes!! claro está si quieres.
No te emancipes sólo con el futbol y la telenovela.......

¿REALIDADES?



Nunca discutas con un imbécil,
te hará descender a su nivel y
allí te ganará por experiencia.

¿PARA QUÉ, NO?
Las realidades no se identifican con el
significado que tienen para nosotros;
que el significado que las realidades
tienen para nosotros es una cosa,
y las realidades otra.
Así, la estructura de la lengua es el
origen de nuestra doble experiencia
de la realidad.
La lengua rompe el enclaustramiento
binario en el que la vida encerraba a
cada especie viviente,
gracias a que proporciona una experiencia
absoluta de la realidad.
¿Hablas en conciencia?

¿NOS AUTOCONTROLAMOS?



Cómo evitamos perder los papeles
FERRAN RAMON-CORTÉS

A veces explotamos emocionalmente diciendo y haciendo cosas de las que nos arrepentimos en muy poco tiempo. ¿Qué nos provoca? ¿Podemos controlar nuestros impulsos?
Teníamos en la oficina un compañero que era dado a las explosiones emocionales. Las discusiones con él (legítimas discusiones de trabajo, nada personal) solían terminar con manifiestas pérdidas de papeles, en las que los reproches, las salidas de tono y hasta los insultos se sucedían sin control. Lo sabíamos, y conocíamos la señal: un temblor en el labio y en las manos que indicaban que estaba a punto de explotar.

“Reaccionar ante algo inmediatamente es una mala estrategia. Quedárselo dentro es otra estrategia igual de mala o peor”
Él no lo pasaba bien, y me consta que hacía lo posible (como hacemos todos los que somos dados a este tipo de explosiones) por controlarse. Lo cierto es que poco a poco la gente dejó de sentirse cómoda trabajando con él. Porque lo dicho en una explosión emocional, por más que entendamos que lo es, dicho queda. Y en ningún caso es neutro para las relaciones. En su caso, los que habían vivido sus explosiones en directo no tenían ganas de repetir la experiencia, y esto hizo que renunciaran a trabajar con él a pesar de su sobrado talento, y que con el tiempo se fuera quedando solo.
El “efecto gaseosa”. Todos sabemos lo que ocurre cuando agitamos violentamente una botella de gaseosa y seguidamente abrimos el tapón. No hay forma humana de controlar el pegajoso líquido que sale a presión salpicándolo todo. El estropicio está servido.
Nuestras emociones son como la gaseosa. Si algo las agita y de forma inmediata dejamos que salgan fuera, saltan por los aires causando estropicios. Cuando discutimos, cuando recibimos mensajes que nos remueven, nuestro interior se convierte en un cúmulo de sentimientos agitados, que si abrimos la botella provocamos desastres de los que nos arrepentimos de inmediato y que causan daños en nuestras relaciones.
Las respuestas en caliente nunca van a ser ni mesuradas ni constructivas. Es esencial encontrar mecanismos que nos ayuden a mantener el control y a posponer la réplica inmediata. Una gaseosa agitada no puede abrirse al instante. Si la dejamos reposar, al cabo de un cierto tiempo podremos abrirla. Mantendrá todavía cierta presión, pero si lo hacemos con cuidado no pasará nada. Así, ante algo que nos agita debemos intentar evitar las reacciones inmediatas. Hay que tomarse un poco de tiempo y dejar que “baje un poco la presión” para, recuperada la serenidad, responder cuidadosamente. Sólo así evitaremos palabras que desearíamos no haber pronunciado y daños irreversibles en nuestras relaciones. Hay que contar hasta 10 antes de responder, como decían las abuelas. O hasta 100, o hasta 1.000 si es necesario.

Una reacción natural
“Enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”(Aristóteles)
Sería deseable poder siempre actuar con serenidad ante las palabras de los demás. Pero lo cierto es que muchas veces las circunstancias “nos pueden”. Esto es así porque cuando nos sentimos atacados, dejamos de actuar conscientemente y es nuestro cerebro límbico quien toma el control. El cerebro límbico es como un piloto automático que actúa para defendernos cuando estamos en peligro, y como tal sólo sabe hacer dos cosas: atacar o huir. Éstas son las dos clases de reacciones que tenemos generalmente con los prontos: o reaccionamos violentamente con toda clase de reproches (atacar) o dejamos plantado al otro sin más explicaciones (huir). En cualquiera de los dos casos es importante entender que no acabamos de ser conscientes de nuestro comportamiento. El piloto automático (el cerebro límbico) nos conduce más allá de nuestra voluntad. Por esto, cuando recuperamos la serenidad y volvemos al control consciente en nuestro cerebro, la mayoría de las veces nos sorprendemos nosotros mismos de las reacciones que hemos tenido, y pagaríamos por no haber dicho o hecho lo que acabamos de decir o hacer.
Entendido este proceso, la clave no está en limitar nuestras respuestas automáticas, cosa que está fuera de nuestras posibilidades. La clave está en reconocer los estadios previos a la pérdida de control consciente para que ésta no se produzca. Es en este instante anterior, en el que aún podemos tomar nuestras decisiones, cuando debemos actuar y evitar el desastre. El autocontrol debe producirse en fase de alarma, porque cruzado el límite ya no lo podremos ejercer.

No “quedarse las cosas dentro”
“Los sentimientos son como el vapor que se acumula en el interior de una olla. Si se guardan dentro, pueden acabar haciendo saltar la tapadera” (John Powell)
Podemos controlar los prontos en esta fase de alarma, evitando nuestra reacción descontrolada. Pero ello no significa que nos quedemos dentro los sentimientos. Que nos los traguemos sin ninguna acción por nuestra parte. Porque los sentimientos que no se comunican, que no salen fuera, se van acumulando. Y cuando salen –es inevitable que lo hagan tarde o temprano–, lo hacen en el peor momento y del modo más inoportuno. Es, por tanto, aconsejable abrir la botella de vez en cuando y dejar que salga la presión acumulada. Encontrar el momento y la disposición mental para poder hablar las cosas y no guardárselas. Para dialogar con quienes nos han herido, o para responder serenamente a quienes nos han atacado. No es bueno hacer como si nada hubiera pasado y pasar página, porque las emociones no se extinguen por sí solas. Al contrario: les damos vueltas y más vueltas, las alimentamos interiormente, hasta el punto de crear pequeños monstruos que saldrán a la luz el día menos pensado. Así como ante algo que nos hiere la inmediatez en la reacción es siempre una mala estrategia, el no hablar del tema nunca y quedárselo dentro es una estrategia igual de mala o peor.
El trabajo de fondo. Podemos trabajar en el autocontrol para evitar las explosiones emocionales, identificando nuestros síntomas de alarma y tomando las decisiones oportunas antes de la explosión. Pero para superarlas definitivamente tenemos que ir un paso más allá y aprender de ellas. En el origen de una explosión emocional, o de un pronto, siempre encontraremos algo que nos hiere. Un reproche, un insulto, un comentario malintencionado…, alguna cosa que vivimos como una agresión. Es importante, además de no perder el control, analizar y entender por qué este comentario nos hiere, y trabajar intensamente sobre ello. Éste es el trabajo que de verdad erradicará nuestra tendencia a las explosiones emocionales y el que supondrá el verdadero crecimiento.
Lo que nos hace vulnerables a las explosiones emocionales no es sólo la falta de autocontrol. Es sobre todo la percepción de sentirnos atacados, y en donde nos sentimos especialmente atacados es en aquellas cosas en que nos sentimos inseguros. Así, el reproche que nos hace saltar nos está dando una inequívoca pista de unas áreas de nuestra vida en las que nos sentimos inseguros y sobre las que debemos trabajar.
Podemos aprender mucho de los prontos, porque nos están enseñando nuestras vulnerabilidades y nos muestran los aspectos en los que como personas todavía podemos crecer.

Para evitar las explosiones emocionales
Las explosiones no son buenas ni para quien las recibe ni para quien cae en ellas. Esto es lo que podemos hacer para llegar a controlarlas:
1. Descubra los síntomas de agitación: cada uno tenemos nuestros síntomas de alarma: acaloramiento, respiración entrecortada, aceleración del ritmo cardiaco… Si aprendemos a reconocerlos, podemos identificarlos a tiempo.
2. Busque “mecanismos de escape”: si identificamos que estamos a punto de estallar, hemos de buscar salidas rápidas que nos aparten emocionalmente de lo que nos agita. Con cualquier excusa, podemos salir a la calle, salir del despacho, abandonar un minuto una reunión y respirar hondo, beber algo… son pequeños trucos para no reaccionar inmediatamente.
3. Gestione el tiempo de respuesta: la respuesta inmediata tiene muchas posibilidades de resultar desmesurada. Planifique la respuesta dando tiempo para que “baje la presión”.
4. Analice lo que le remueve: cuando algo nos afecta es por alguna razón. Además de controlar puntualmente el comportamiento, es importante buscar la razón oculta de esta afectación y resolverla. El trabajo no termina en el autocontrol. Hay que buscar el crecimiento.

Aquí. Hoy.



Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán y que es ahora
todos los hombres, y que no veremos.
Ya somos en las tumbas las dos flechas del principio
y en término.
La caja, la obscena corrupción y la mortaja,
los ritos de la muerte, y las endechas.
No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre.
Jorge Luis. Borges

Si pones delante de ti un reloj con segundero y fijas la mirada en el segundero,
te llevarás una sorpresa: no puedes seguir acordándote por completo de él ni un minuto.
Puede que aguantes 15 segundos, quizá 20 y te olvidas.
Te pierdes en alguna otra idea..... y de pronto te acuerdas de lo que estabas intentando recordar.
Mantener continuamente la conciencia durante un minuto es defícil, así que hay que tener presente que no es un juego de niños.
Cuando intentas ser consciente de las pequeñas cosas de la vida, tienes que recordar que te olvidarás muchas veces.
Te distraerás con otra cosa y te irás lejos. Cuando vuelvas a acordarte, no te sientas culpable; es una de las trampas que nos propone la
conciencia.

¿QUÉ PUEDO APORTAR YO AQUÍ?



"VÍCTIMA versus RESPONSABLE"

Está claro que el papel de víctiva es un papel cómodo. Como las circunstancias dirigen mi vida, entonces esta es incontrolable. Así no voy a hacerme cargo de mi vida y no deseo ninguna responsabilidad.La víctima siempre prioriza el peso de las circunstancias sobre el poder de la respuesta personal.
La persona responsable asume la autoría de acciones, el diseño del curso de la vida en coherencia con sus principios y creencias. Sólo si soy parte del problema puedo ser parte de la solución. El protagonista es una persona responsable habilitada para responder frente a la situación, aunque esta no sea causada por él.

La víctima siempre mira "que tienen aquí para mí"
el responsable se plantea "qué puedo aportar Yo aquí".

¿POR DONDE ANDAS TUS SUEÑOS? ¿O SOLO TRABAJAS?



La costumbre es la cualidad más simple
y sencilla del ser humano y sin embargo
no es igual para todos.
Cada uno tiene su costumbre y vive con ella,
ya sea en la gloria o en el desastre.
Mario Benedetti

¿Te has planteado que nuestra percepción de la realidad no es la realidad?
“Cuando emprendas tu viaje a Ítaca, pide que tu viaje sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias. No temas a los lestrigones, ni a los cíclopes, ni al colérico Poseidón. Seres tales jamás hallarás en tu camino si tu pensar es elevado, si selecta es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.Pide que el camino sea largo. Que sean muchas las mañanas de verano que llegues -¡con qué placer y alegría!- a puertos antes nunca vistos. Ten siempre a Ítaca en tu mente. Tu llegada allí es tu destino. Más no apresures nunca el viaje; mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya, en la isla, enriquecido de cuanto ganaste en el camino sin aguardar a que Ítaca te enriquezca.Ítaca te brindó tan hermoso viaje. Sin ella no habrías emprendido el camino. Pero no tiene ya nada que darte. Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado. Así, sabio como te a vuelto, con tanta experiencia, entenderás ya qué significan las Ítacas”. (Cavafis)
Recordar a los clásicos puede ayudarnos en la comprensión de que nuestra realidad no es una novedad. Lo novedoso puede ser como la gestionamos.¡¡Tenlo presente!!

¿ABURRIRME, YO?



Las mil caras del aburrimiento
JENNY MOIX

¿Buscamos estar permanentemente activos para no aburrirnos o para no enfrentarnos a nuestros vacíos? Cambiar la mirada y seguir siendo curiosos es el mejor antídoto.
María Rosario Endrinal era una mujer coqueta y apasionada que trabajaba como secretaria de alta dirección. Casada y con una hija. El amor por otro hombre entró de repente en su vida y la cambió trágicamente. Tanto que acabó siendo una indigente que maldormía por las noches en un cajero automático. Una fría noche de diciembre en 2005, a sus 50 años, la vida le pegó un último golpe atroz. Mientras se encontraba en “su cajero”, tres jóvenes, etiquetados hasta entonces de “normales”, la rociaron con 25 litros de disolvente para prenderle fuego. Y toda esta brutalidad, gratuitamente, sin ningún motivo. ¿Habría pasado lo mismo si esos chicos no hubieran estado aburridos?

Los peligros que acechan
"El aburrimiento es la explicación principal de por qué la historia está tan llena de atrocidad”
(Fernando Savater)
Ésta es sólo una historia en la que el aburrimiento puede haber desempeñado un papel crucial, pero existen otras muchas. En buena parte de los tiroteos que se producen en Estados Unidos parece que el tedio también ha colaborado.
El aburrimiento es además uno de los trampolines hacia la droga. Por eso, muchas de las campañas de prevención se basan en conseguir que los jóvenes cosechen diversiones que los aparten de la adicción. Recordemos la campaña de la Federación de Ayuda contra la Droga (FAD) de 1995: “Hay un montón de razones para decir no a las drogas”, y en el anuncio se enumeraban un sinfín: la música, los amigos, el cine, el campo…
Dentro de la psicología existen emociones muy estudiadas, como la ansiedad, la tristeza y la ira. En comparación, del aburrimiento existen pocas investigaciones. Parece que, como muy acertadamente apunta José Antonio Marina, sea una emoción menor, casi confortable, de lenta tarde de domingo, pero no nos dejemos engañar por esa cara amable. Poca broma con el aburrimiento.
Atrocidades aparte, en la vida cotidiana también somos capaces de apuntarnos a un bombardeo con tal de no aburrirnos. Así que somos capaces de sumarnos a un plan que no nos atrae en absoluto con tal de alejar cualquier posibilidad de que la inactividad asome la nariz.
Fijémonos en otro fenómeno. Existen personas que parecen empalmar una pareja con otra. Difícil pensar que se debe a que se enamoran de verdad constantemente. Seguro que la encadenación de parejas puede explicarse de varias formas y no se debe a lo mismo en cada caso. Pero ya que hablamos del aburrimiento, ¿no puede ser un ingrediente de este plato? Parece que estas personas huyeran constantemente de algo, ¿de la soledad? ¿Si no se sintieran aburridas cuando están solas consigo mismas, huirían tanto?
¿Por qué le tememos ?

“El hombre moderno teme aburrirse y se encuentra amenazado por el tedio”
(José Antonio Marina)

El aburrimiento a veces nos brinda la ocasión de ver con más nitidez nuestros pozos. Por eso, cuanto más hondos son, más miedo nos da aburrirnos. Recuerdo una conversación con una amiga mía que hace algunos meses se divorció. Me contaba que al principio necesitaba estar con mucha gente, salir constantemente y no parar porque de lo contrario se le caía la casa encima. Sin embargo, ahora afirma: “Soy capaz de estar en casa arreglando cajones de un armario ¡y estar tan a gusto!”. Este ejemplo nos puede llevar a dos conclusiones: que la actividad la podemos utilizar como un refugio cuando estamos mal y que no son sinónimos el aburrimiento y el “no hacer nada”. Una persona puede estar sin hacer nada y disfrutar de la paz y la tranquilidad del sosiego.
Si realizamos un pequeño sondeo y preguntamos a un grupo de conocidos sobre su aburrimiento, casi seguro que nos encontraremos a más de uno que nos asegurará no aburrirse nunca e incluso nos confesará su asombro de que haya individuos que puedan aburrirse en este mundo. Entonces, ¿de qué depende?

El vacío existencial

“La gente vive en un vacío existencial que se manifiesta sobre todo en el aburrimiento”
(Viktor Frankl)

Según Viktor Frankl, el aburrimiento puede ser consecuencia de un vacío existencial. Si no encontramos sentido a nuestras vidas, fácilmente podemos caer en el hastío. El hombre existencialmente frustrado no sabe cómo llenar el tiempo, ni encuentra sentido en el disfrute de lo que nos ofrece la vida. De hecho, el aburrimiento es uno de los síntomas de la depresión. Ese tedio, esa falta de interés, provoca que las personas deprimidas en general cada vez se muestren más inactivas. Y la inactividad, cuando no estamos bien con nosotros mismos, puede ser una trampa, porque empiezan a aparecer pensamientos no muy gratos sobre el futuro y sobre nosotros mismos. Por eso en muchas terapias, uno de los elementos consiste en animar, casi forzar, al paciente a que realice actividades, aunque en un principio no tenga ni ganas, ni le produzcan mucha satisfacción.
Las expectativas
“No hay reposo más grande que el de no esperar nada”
(Amado Nervo)

El aburrimiento es característico de las sociedades más ricas. La oferta de ocio es inabarcable. Y divertirnos es casi una obligación. Así que si nos quedamos en casa, aunque podríamos disfrutar de la calma, en el fondo la presión social nos puede hacer sentir un poco fracasados porque no nos lo montamos tan bien como podríamos. Más que aburridos, aquí el sentimiento se puede confundir con el de fracaso.
A ello le tenemos que sumar las jugadas sucias de nuestra imaginación. Solemos imaginarnos a los demás de fiesta constante mientras nosotros estamos simplemente en el sofá leyendo una revista. Este sentimiento de que podríamos estar mucho más divertidos de lo que estamos es debido también a que hemos visto demasiadas películas. En los filmes, todo es excitante y estimulante al máximo, y a su lado, nuestro domingo apaciguado nos puede parecer de lo más insulso.
La actitud
“El aburrimiento es la suprema expresión de la indiferencia”
(René Trossero)
Así, el sentido que le damos a la vida y lo que esperamos de ella pueden ser dos factores que diferencien a las personas que se encuentran en general aburridas de las que desconocen lo que es el aburrimiento. Otra diferencia clave entre estos dos extremos es la actitud.
Para interesarnos sobre las cosas, hemos de aprender a cambiar nuestra mirada. En una ocasión, una amiga mía historiadora me invitó a ir con ella a visitar unos restos arqueológicos. Sinceramente, cuando llegué allí no vi más que unas cuantas piedras acompañadas de algunos huesos fosilizados desperdigados que no me decían nada. Entonces llegó la arqueóloga y mientras miraba aquellos restos empezó a explicar cómo, por la colocación, la medida, el tipo de huesos, sabían que se trataba de una madre con su hijo recién nacido y a partir de aquí me hizo entrar en una historia que me transportó a tiempos remotos. Cambió mi mirada y disfruté.
Shimai y sus colaboradores especialistas en psicología positiva realizaron un estudio con una muestra de 1.407 personas, querían analizar qué virtudes humanas se encontraban más relacionadas con la felicidad. Sus resultados apuntaron que la curiosidad y el interés son unas de las más ligadas al gozo de la vida. Así que para no aburrirnos debemos intentar cultivar estas cualidades.
La actividad
“Si de pronto se descompusieran todos los televisores del mundo, no habría escalas para medir los maremotos de aburrimiento”
(Manuel Campo Vidal)

Está claro que la actitud es un elemento esencial, pero también lo es la actividad en la que nos enfrasquemos. A veces, por simple pereza o por rutina, nos sentamos ante el televisor a matar el tiempo. Lo chocante es que quizá algunas de las personas que están en el sofá tengan una lista de actividades que afirman querer realizar cuando se jubilen. ¿A qué esperan? Los humanos somos así de incomprensibles, podemos asegurar que nos interesa mucho la astronomía, por ejemplo, pero no acercarnos a un telescopio ni por casualidad. Es como si nuestros intereses los hubiéramos colocado en el mundo de las ideas de Platón, fuera de nuestra vida cotidiana.
En nuestro cerebro también parece como si existiera una caja etiquetada “para una ocasión especial” y allí vamos guardando actividades que nunca nos decidimos a realizar. Y siguiendo con las peculiaridades de nuestra especie, esta caja puede convivir perfectamente con un comentario que soltamos con contundencia cuando se nos muere algún ser cercano: “hoy estamos aquí y mañana no, tenemos que vivir al día”.
Realmente, los sapiens somos intrigantes y sorprendentes.

¡¡¡TODOS SOMOS PROYECTOS DE EXISTENCIA!!!



Suicida tus dudas y no te salves,
que el amor que mata es el que vive,
es del que renacemos como AVE FÉNIX.
Luego de un bautizo de fuego,
sólo quienes han amado...
logran ver más allá...
No te salves nunca....

"Nuestro modelo de aprendizaje esta orientado a ganarnos la vida no a entender la vida. No aprendemos a vivir aprendemos a trabajar
"***"
En los procesos de coaching, el coachee, no debe tratar de ponerse más bien de quitarse. Debe ser como si él esculpiera su propia estatua
"***"
La búsqueda de nuestra esencia del SER nos debe llevar a una revisión profunda de nuestras creencias que nos permita acceder a la conciencia para renovarla y desarrollarla
"***"
Cuando carecemos de silencio interior, trivializamos, volatizamos y banalizamos la vida, al estar continuamente expuesta a la merced del viento que más sopla, del ruido que más aturde".
***
"AMA AL PRÓJIMO COMO A TÍ MISMO"
¿pero cómo te amas tú?

¿HAY ESCALA DE VALORES O JUSTIFICAMOS TODO?


TODOS VAMOS CAMBIANDO DE NIVEL, COMO EN UNA ESCALERA...

Imagina que estás frente a una gran escalera...está junto a ti esa persona que es importante para ti..(novio/a, esposo/a, amigo/a etc)...y están fuertemente tomados de la mano...
Mientras están en el mismo nivel..todo está perfecto...es disfrutable.Pero de pronto..tu subes un escalón...pero esa persona no...esa persona prefiere mantenerse en el nivel inicial...ok..no hay problema..es fácila un así estar tomados de las manos...
Pero tu subes un escalón mas...y esa persona se niega a hacerlo..ya las manos han empezado a estirarse y ya no es tan cómodo como al principio...subes un escalón mas...y ya el tirón es fuerte..ya no es disfrutable y empiezas a sentir que te frena en tu avance...pero túquieres que esa persona suba contigo para no perderla...
Desafortunadamente para esa persona no ha llegado el momento de subir de nivel...así que se mantiene en su posición inicial...subes un escalón más...y ya ahí si es muy dificil mantenerte unido...te duele..ymucho...luchas entre tu deseo de que esa persona suba...de no perderla...pero tu ya no puedes ni quieres bajar de nivel.... En un nuevo movimiento hacia arriba....viene lo inevitable...y se sueltan de las manos...puedes quedarte ahí y llorar y patalear tratándo de convencerle de que te siga..que te acompañe...puedes incluso ir contra todo tu ser y tu mismo/a bajar de nivel con tal de no perderle..pero después de esa ruptura en el lazo..ya nada esigual....así que por más doloroso y dificíl que sea..entiendes que no puedes hacer más..mas que seguir avanzando..
y esperar que algún dia..vuelvan a estar al mismo nivel.
Eso pasa cuando inicias tu camino de crecimiento interior...en ese proceso.. en ese avance pierdes muchas cosas : pareja..amigos..trabajos..pertenencias...todo lo que ya no coincide con quién te estás convirtiendo ni puede estar en el nivel al que estás accesando...
Puedes pelearte con la vida entera..pero el proceso asi es. El crecimiento personal es eso..personal..individual..no en grupo...puede ser que después de un tiempo esa persona decida emprender su propio camino y te alcance o suba incluso mucho más que tú...pero es importante que estés consciente de que no se puede forzar nada en esta vida.
Llega un momento...en tu escalera hacia convertirte en una mejor persona...en que puedes quedarte solo/a un tiempo...y duele..claro que duele..y mucho...pero luego, conforme vas avanzando..te vas encontrando en esos niveles con personas mucho mas afines a ti..personas que graciasa su propio proceso...están en el mismo nivel que tú y que si tú sigues avanzando..ellos tambien..
En esos niveles de avance ya no hay dolor..ni apego..ni sufrimiento...hay amor...comprension..respeto absoluto... Asi es nuestra vida amigos/as...una infinita escalera...donde estarás con las personas que estén en el mismo nivel que tu...y si alguien cambia...la estructura se acomoda.
Me costó mucho soltarme...aun después de una fuerte ruptura seguia mirando para atrás....esperando un milagro...y el milagro apareció...pero no de la manera en que yo hubiera supuesto...apareció bajo otros nombres..
otros cuerpos..otras actividades....
perdí a una amistad..y ganéa 20 más....
perdí un mal trabajo y ahora tengo un excelente trabajo y con oportunidades de tener más de lo que soñé alguna vez....
perdí un auto que no me gustaba y ahora manejo el auto de mis sueños...perdí auna pareja a la que creí amar...para darme cuenta que ahora lo que tengo en este momento de mi vida...ni siquiera podía soñarlo hace unos cuantosmeses....
Cada pérdida...cada cosa que sale..es porque asi tiene que ser...
dejales ir..y préparate para todo lo bueno que viene a tu vida...
tu sigue avanzando y confia...
porque esta escalera es mágica y si no mecrees...
porque no lo compruebas por ti mismo/a?
AHORA, TODOS PODEMOS ENTEDER PORQUE NOS ENCONTRAMOS CON DIFERENTES PERSONAS EN LA VIDA Y PORQUE OTRAS SE QUEDAN ATRÁS.
¡¡¡Todo esto sería así si no existiera el amor!!! ¿no?
¡¡¡Entre todos alumbraremos la realidad!!! ¿no?
Nota bene: este texto ha sido aportado por un asistente a las tertulias.

¿NOS DEBEMOS REINVENTAR?



Si pudiera vivir nuevamente mi vida,en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,haría más viajes,contemplaría más atardeceres,subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,comería más helados y menos habas,tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataríade tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principiosde la primavera y seguiría descalzo hasta concluir el otoño. Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres, y jugaría con más niños, si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años.. y sé que me estoy muriendo.
muchos firman la obra pero pocos conocen al autor

¡¡¡Entre todos alumbraremos la realidad!!!

¡¡¡AQUELLO QUE AHORA DESPRECIAS..... ANTES DE SER BASURA FUE RIQUEZA!!!



Es sabido, y reconocido, que los cuidados de una madre durante los primeros años de la vida humana constituyen una condición natural en el desarrollo del individuo. Así, el origen nuestros comportamientos son una causa de orden biológico o de orden social.

¿Dónde termina la naturaleza y dónde comienza la cultura?

Cabe recordar que, según VOLTAIRE: una abeja extraviada lejos de su colmena e incapaz de encontrarla es una abeja perdida; pero no por eso, y en ninguna circunstancia, se ha transformado en una abeja más salvaje.

Lo mismo podemos condiderar al humano que sin todos o parte de los signos de la cultura universal (lenguaje, herramientas, instituciones sociales y sistema de valores estéticos, morales o religiosos) anda perdido pero no por ello deja su condición de humano potencialmente sociable.

Los animales están encarcelados en una interpretación dual de la realidad; cada especie tiene una cárcal específica y para todos el cerrojo es genético. Los animales no pueden cambiar de mundo, ni de necesidades, sin cambiar de especie; y ésa es una tarea que requiere millones de años. Para logralo deben cambiar su programa genético y su morfología.

En nuestra especie, la vida encontró una solución más hábil y rápida: sustituir la estructura binaria de la relación con la realidad por una estructura terciaria: sujeto de las necesidades/lengua/costelación social.

Así, la estructura de la lengua es el origen de nuestra doble experiencia de la realidad. La lengua rompe el enclaustramiento binario en el que la vida encierra a cada especie viviente, gracias a que proporciona una experiencia absoluta de la realidad.
Es, por tanto, con el lenguaje como fármaco de nuestra existencia, con lo que el coaching se maneja para empoderar nuestro interior. Dotándolo de luz y amor y configurándolos como ejes de la interpretación de la cultura que nos llega.

"SI ESTÁS ENFADADA CON ALGUIEN QUE AMAS, ABRAZA A ESA PERSONA"


¿Quién dice que soy susceptible?
FRANCESC MIRALLES


La hipersensibilidad nos hace chocar dolorosamente con nuestro entorno. Estar siempre en guardia agota nuestra energía, es causa de aislamiento y provoca baja autoestima.
El humorista catalán Eugenio acostumbraba a explicar un chiste en el que dos amigos se encuentran después de mucho tiempo; el primero le pregunta: “¿Cómo estás?”, y el otro le contesta irritado: “¡Pues mira que tú!”.

“Tras una persona altamente sensible se oculta una urgente necesidad de estima y una visión muy subjetiva de la realidad”
“Antes de perder los estribos conviene recordar que el enfado, además de desgaste, tiene secuelas en la salud general”
Esta situación no es ni absurda ni exagerada para quien conoce lo que en psicología se denomina PAS (personas altamente sensibles). De ellas nos vamos a ocupar en este artículo, con la esperanza de que no se enfaden.
Vivimos en un mundo densamente poblado que nos obliga al roce diario con decenas, a veces cientos de personas diferentes. Cada una de ellas tiene su propia visión de lo que es correcto o incorrecto, una manera de expresarse y de reaccionar ante los estímulos externos. No es de extrañar, por tanto, que salten chispas.
Si quien se halla en medio de la vorágine tiene, además, la piel fina, el sufrimiento y los conflictos están asegurados.
En guerra con el mundo
“Sé comprensivo, porque cada persona que encuentres en tu camino está librando una dura batalla” (Platón)
Además de minar la autoestima, estar siempre en guardia agota nuestra energía y nos aísla socialmente. Las personas hipersensibles pierden amistades con facilidad y les cuesta adaptarse al entorno laboral. Desde fuera parece que estén en guerra con el mundo, aunque en el fondo lo están con ellas mismas.
Todos hemos convivido con caracteres susceptibles, que interpretan cualquier comentario como un ataque y van por el mundo sumando ofensas. Son personas desconfiadas que están siempre a la defensiva y reaccionan con hostilidad a las primeras de cambio.
Se trata de sujetos esclavos de la opinión de los demás o, lo que es peor, de lo que creen que los demás opinan de ellos. Por eso la persona susceptible tiene la capacidad de transformar una conversación intrascendente en una tensa batalla. Una opinión, un comentario o incluso una simple mirada pueden bastar para prender la mecha.
La psicóloga clínica Trinidad Aparicio describe con los siguientes rasgos el perfil del hipersensible:
• Tiene una baja autoestima y es muy vulnerable emocionalmente.
• Pierde el control cuando sospecha que murmuran sobre él o cuando se siente atacado por algún comentario.
• Le afecta cualquier opinión y continuamente piensa en lo que debería haber respondido en el momento de “ser atacado”.
• Tiene menos en cuenta los comentarios positivos que las críticas o comentarios negativos.
• Busca el reconocimiento externo en todo lo que hace y se valora en función de la opinión de su entorno.
• Sus reacciones son imprevisibles.
Tras el perfil de una PAS se oculta, por una parte, una urgente necesidad de estima, y por la otra, una visión exageradamente subjetiva de lo que ocurre a su alrededor. Esto explica que, paradójicamente, el hipersensible pueda reaccionar de forma violenta, hiriendo la sensibilidad de los demás.
LA TERAPIA ARTÍSTICA
“Allí donde hay más sensibilidad es más fuerte el martirio”
(Leonardo da Vinci)
Según un estudio realizado en Estados Unidos, una de cada cinco personas padece hipersensibilidad, lo cual no necesariamente tiene que ser negativo. Antes de ver dónde está la barrera entre la persona sensible o delicada y la susceptibilidad, vamos a ver cómo se desarrolla esta última en las diferentes etapas de la vida. Según la terapeuta Marina B. Rolandelli:
“De niño, el hipersensible construye un mundo de fantasías porque percibe una realidad que le hiere y le provoca angustia y miedo. En la adolescencia se siente incomprendido, y sólo porque no encuentra con quién compartir sus emociones. En la madurez, el hipersensible sufre también en su relación de pareja: nunca está satisfecho con la demostración afectiva del otro; se muestra inseguro, acaparador, absorbente y celoso. Magnifica las escenas cotidianas porque no encuentra la clave para regular las emociones, lo que provoca una permanente crisis de insatisfacción y angustia”.
Una manera de mitigar la hipersensibilidad de modo que no afecte a nuestras relaciones con los demás es canalizarla en una actividad artística como la escritura, la pintura, la música o la fotografía. Cualquier vía de expresión artística es una catarsis que nos permite descargarnos de nuestra sensibilidad más fina para volver al mundo con la piel más dura.
Convivir con un hipersensible
“Las personas no nos quieren por lo que somos, sino por cómo las hacemos sentir” (Irwin Federman)
El día a día con una PAS es lógicamente difícil, ya que nos sentimos obligados a andar con pies de plomo para evitar que se desate el conflicto. Como destaca la psicóloga María Jesús Álava, “la interacción con una persona muy susceptible suele seguir este ritual: relación buena y correcta mientras la otra persona mesure mucho sus palabras y esté pendiente de lo que no debe decir o hacer hasta que, inevitablemente, surge algo imprevisto. El susceptible no puede controlar entonces sus reacciones, no puede evitar sentirse ofendido por todo, aunque sea consciente de que actuando de esta manera se está alejando de las personas de su entorno”.
Sin embargo, al adaptarnos como un guante a las manías de un familiar, amigo o compañero de trabajo no le estamos haciendo ningún favor, porque cuando salga fuera de la burbuja protectora que le procuramos, el choque con el mundo exterior será más violento aún.
Conviene buscar un momento relajado para darle a la PAS algunas claves para facilitar las relaciones con los demás y evitar las fricciones:
• Poner las opiniones en cuarentena. En caliente tendemos a dramatizar situaciones que 24 horas más tarde pueden no tener importancia. Por el mismo motivo, no conviene enviar un correo electrónico cuando nos sentimos dolidos.
• Suspender el juicio. Cuando juzgamos a alguien, inevitablemente emitimos un veredicto e incluso un castigo psicológico. Podemos evitarlo renunciando a fiscalizar a los demás.
• No pronosticar las conductas ajenas. Muchos conflictos nacen en la mente de la persona susceptible, que prevé una reacción adversa por parte de alguien, o bien espera algún tipo de gratificación por un favor realizado. Si no proyectamos lo que tiene que suceder, seremos más inmunes a la decepción.
• Cultivar la flexibilidad. Siguiendo el proverbio indio “es más fácil calzarte unas zapatillas que alfombrar el mundo entero”, podemos invitar a la PAS a adaptarse a los demás simplemente con el ejercicio de ponerse en su lugar: la práctica de la empatía.
• Valorar el hecho, no la persona. Una actuación puede ser más o menos afortunada, pero su impacto psicológico es mucho más suave si no enjuiciamos a la persona en su conjunto. Al valorar el acto en sí ganamos frialdad emocional.
• Prevenir conflictos. Puesto que cada enfado conlleva luego gastar mucha energía mental para mantenerlo o reconducir la situación, hay que aconsejar a la persona hipersensible que evite su inicio.
Días sensibles
“Enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, ciertamente, no resulta tan sencillo” (Aristóteles)
Sin ser necesariamente PAS, hay días que nos levantamos más susceptibles, con los sentimientos a flor de piel, sin saber muy bien por qué. Algunos especialistas hablan de biorritmos, de ciclos energéticos que nos afectan cada mes, con días altos, medianos y bajos. Otros hablan del influjo de la luna, o de los ciclos menstruales en el caso de las mujeres.
Sí parece demostrado que los días encapotados, cuando se avecina tormenta, la mayoría de personas se sienten más irritables y/o desanimadas. Hay días proclives a las explosiones de mal humor que tanto cuestan luego reparar.
Antes de perder los estribos conviene recordar que el enfado, además del desgaste de tiempo y energía que supone, tiene numerosas secuelas en la salud general, como:
• Subida de la presión arterial.
• Acidez estomacal.
• Exceso de adrenalina.
• Insomnio.
Detrás de muchas úlceras, por no hablar de dolencias más temibles, hay un estado de irritación permanente que va minando nuestras defensas un día tras otro. Sólo por eso merece la pena blindarse contra la susceptibilidad.
¿Qué podemos hacer si nos asalta el resentimiento –cuando no directamente el odio– hacia alguien que nos ha herido?
El coach Walter Anderson propone para estos casos un antídoto tan directo como natural: “Si estás enfadado con alguien que amas, abraza a esa persona. Y hazlo de todo corazón. Tal vez en ese momento no sientas deseos de abrazarla, lo cual confirma la necesidad de que lo hagas. Es muy difícil estar enfadado cuando alguien te muestra su amor, y eso es justamente lo que pasa cuando nos abrazamos”.
Hay enfados que sí están justificados, como cuando debemos proteger nuestro terreno en el ámbito laboral. Pero incluso en estos casos hay que medir muy bien el cómo, el cuándo y el con quién, como recomendaba Aristóteles.
Si tenemos un día malo y el asunto no necesita ser resuelto inmediatamente, nos haremos un favor –y lo haremos a nuestro entorno– dejando reposar la cuestión hasta el día siguiente o guardando el correo electrónico en la carpeta de borradores para revisarlo más tarde.
Tal como reza el budismo, al mirar la realidad la teñimos de nosotros mismos. Por tanto, al contemplar nuestro entorno con amabilidad es mucho más probable que ésta nos venga de vuelta. Lo que es seguro es que si cargamos con la mochila de la crispación, ésta no hará más que aumentar su peso.
Sólo por eso vale la pena calzarse las zapatillas y perdonar a los demás por sus imperfecciones. P

¿MORALIDAD?

MIEDO versus VALENTÍA

No es la moralidad ni el sistema positivo de valores de una sociedad lo que la hace progresar, es su inmoralidad y su vicio.
No es nunca el Bien ni lo Bueno, sea éste el ideal y platónico de la moral, o el pragmático de la ciencia y de la técnica, quienes dirigen el cambio o la vitalidad de una sociedad; la impulsión motora procede del libertinaje, sea éste el de las imágenes, de las ideas, o de los signos.
Jean Baudrillard

Los mecanismos neurológicos como seres racionales,con sistemas cerebrales emocionales antiquísimos cuya evolución es lentísima, son comunes a todos los humanos. Nuestro "ordenador biológico" viene equipado con programas emocionales de serie.
¿De dónde proceden entonces las diferentes sensibilidades al miedo?
Una respuesta inmediata sería de la experiencia. Aunque el miedo se hereda.
Así podemos decir que vivimos atenazados por miedos antiguos.
Desde este conocimiento, entonces, ¿que estamos dispuestos a asumir para liberarnos del miedo?
Referencia: José Antonio Marina

¿PARA QUÉ SOY ASÍ?


La costumbre es la cualidad más simple y sencilla
del ser humano y sin embargo no es igual para todos.
Cada uno tiene su costumbre y vive con ella,
ya sea en la gloria o en el desastre.
Los generosos, y en especial los filántropos,
tiene la costumbre de ayudar al prójimo.
Los tiranos y los déspotas suelen tener
la costumbre de torturar, invadir y asesinar.
Todos somos un poco esclavos de nuestras costumbres,
porque ellas no nos sueltan,
nos diseñan un caráctar o adjudican un temple.
Benedetti.

MIEDO versus VALENTÍA
....camino de la ESPERANZA.

"El sujeto sólo puede desear,sólo el objeto puede seducir"
Siempre hemos vivido del esplendor del sujeto, y de la miseria del objeto. El sujeto es el que hace la historía, el que totaliza el mundo. Sujeto individual o sujeto colectivo, sujeto de la conciencia o sujeto del inconciente, el ideal de toda metafísica es el del un mundo-sujeto, el objeto no es más que una peripecia en el camino real de la subjetividad.
El objeto es maldito, obsceno, pasivo, prostituido, es la encarnación del Mal. Esclavo, su única promoción consistirá en entrar en una dialéctica del amo y del esclavo, en la que sin duda se ve asomar el nuevo evangelio, la promesa para el objeto de ser transfigurado en sujeto.
En nuestra sociedad cotidiana TODOS, o perdón la inmensa mayoría, somos objetos del miedo y su comodidad que, guiado por unos cuántos SUJETOS, nos esclavizan para la eternidad. Así perdemos un enorme potencial transitando por los oropeles de las pocilgas.
Debemos distinguir entre tener miedo y ser un cobarde, porque son fenómenos que pertenecen a niveles distintos. El miedo es una emoción, la cobardía un comportamiento.
El ser humano siente miedo y responde psicológicamente al miedo con mecanismos muy próximos a los que usan los animales: huida, ataque, inmovilidad y sumisión. ¿Qué otra cosa puede el ciervo sino huir del leopardo?
El ser humano quiere vivir por encima del miedo. Sabe que no puede eliminarlo, sin caer en la locura o en la insensibilidad, pero quiere actuar a pesar de él.

¿CÓMO TRATAS A TU TALENTO?



LA EUTOPIA CONSTRUYE NUESTRA REALIDAD.

Andando los senderos de la ilusión vamos conquistando nuestras libertades.
Así conocemos que la EMANCIPACIÓN siempre será conquistada, nunca regalada.
Para que el obrero pueda emanciparse precisa de un trabajo libre de presión y mobbing.
Por ello la suerte que tiene el talento
se fundamenta en la represión que le
rodea.
Así, el talento, al no poder manifestarse
sólo crece.
Precisa de un ambiente interno
equilibrado que lo haga
feliz especialmente
no actuando a través de las
emociones. ACTUANDO mediante
el uso de la razón.

¿PARA QUÉ TE PROTEGES?



No estemos siempre a la defensiva
CRISTINA LLAGOSTERA

Ser receloso y estar siempre alerta permite adelantarse a posibles ataques, pero genera tal desconfianza que también fomenta el aislamiento y grandes errores de interpretación.
Suele decirse que la mejor defensa es un buen ataque. Esta frase, tan común en los ambientes deportivos, a menudo se aplica también a las relaciones personales.
“El recelo lleva a exagerar los peligros, a esperar la ofensa, a gastar tiempo y energía escrutando la actitud de los demás”.

Un marido le comenta a su esposa: “Hoy sí que te ha quedado buena la comida”; a lo que ella replica: “¿Qué quieres decir?, ¿que normalmente no cocino bien?”; y él, enojado, responde: “Ni siquiera es posible hablar contigo”. Se trata de un ejemplo común sobre el absurdo en que pueden caer ciertas relaciones cuando prevalece la actitud de estar a la defensiva. Incluso comentarios aparentemente bienintencionados pueden hacer saltar la chispa si se juzgan como claros ataques a la integridad personal.
Pero ¿por qué surge esta necesidad exagerada de defenderse? ¿Y qué consecuencias tiene? El instinto de conservación, que lleva a un individuo a marcar con recelo su propio territorio, es el responsable en gran parte de los conflictos y malentendidos que se generan en la interacción con los demás. Al considerar el mundo un lugar hostil y amenazador, las relaciones se convierten automáticamente en un terreno peligroso donde los demás se ven más como rivales que como aliados.
Cómo crearse enemigos
“El hombre cree que lo que piensa es verdad” (anónimo)
Cualquier persona puede sentirse en algún momento herida y sospechar de las intenciones de los demás. Sin embargo, sólo algunas alcanzan la maestría en detectar el más mínimo mensaje malintencionado. Para lograrlo se puede seguir este manual de instrucciones:
1. El primer paso consiste en convertirse en un verdadero experto en captar cuchicheos, burlas o propósitos secretos. Para ello hay que tener en cuenta los indicios más nimios: una mirada, un gesto, un guiño pueden ayudar a desvelar una mala intención disfrazada de cortesía.
2. Perseverar en este empeño permitirá aprender a leer los pensamientos ajenos. Se podrá así estar más preparado ante el enfado o los celos de otras personas, incluso cuando ellas no sepan o no quieran admitir que abrigan tales sentimientos. Cualquier precaución es poca.
3. Hay que resistir la tentación de infravalorar las pruebas. Aunque parezcan banales, pueden ser parte de un ataque casi imperceptible hacia nuestra persona. No se debe permitir que las apariencias engañen, y al comentar las sospechas con conocidos se debe desconfiar de entrada de quienes intenten disuadirnos.
4. Es obvio que si alguien quiere dañarnos evitará a toda costa ser descubierto o confesar abiertamente su intención, por lo cual resulta por completo contraproducente hablar directamente del tema con él. Mejor, pues, contraatacar cuanto antes, sin dejarse engatusar por los intentos de la otra persona para ganarse nuestra confianza. Sólo mediante una actitud firme y severa le haremos saber que no estamos dispuestos a dejarnos pisotear.
Siguiendo al pie de la letra estas prescripciones se conseguirá prevenir y contrarrestar los ataques, tanto los reales como… los imaginarios. Y ahí reside precisamente la trampa de la actitud defensiva: erige un muro de desconfianza entre uno mismo y los otros. Eso conlleva protección, pero también aislamiento e importantes errores de interpretación.
Paul Watzlawick, un psicólogo experto en comunicación humana, popularizó hace años el concepto de la profecía autocumplida, según el cual las conductas de evitación tienen la curiosa virtud de atraer justamente lo que pretenden evitar.
Piensa mal y acertarás
“Mi esposa era básicamente inmadura. Cuando yo estaba en la bañera, venía ella y me hundía los barcos” (Woody Allen)
La actitud defensiva se construye sobre el miedo a ser herido por los demás. Sin embargo, ese mismo recelo y las estrategias que se utilizan para defenderse facilitan que se encuentre precisamente la realidad que tanto se teme: el rechazo o la ofensa ajena.
Como hemos visto, basta con seguir unas simples indicaciones para crear una atmósfera de desconfianza. Estar a la defensiva supone vivir con la alarma continuamente encendida, sin posibilidad de relajarse. Sin embargo, lo más problemático es que la persona no se da cuenta de hasta qué punto las reacciones que percibe en los demás se deben a su propia actitud recelosa o incluso agresiva.
Si alguien observa vigilante los gestos de quienes le rodean, tarde o temprano encontrará algún indicio sospechoso. Cuando existe una hipótesis en la mente, como, por ejemplo: “No me puedo fiar”, lo más probable es que la atención se decante por buscar pruebas que corroboren esa teoría, desestimando todo aquello que pueda contradecirla. De ese modo, la duda se convierte en una evidencia que la persona utiliza para justificar su actitud defensiva.
Así como hay personas que poseen este rasgo en su carácter, que puede ir desde una tendencia a ser suspicaz hasta trastornos más severos, con frecuencia aparece esta actitud en el seno de una relación, demostrando que existen dificultades importantes a la hora de comunicarse.
Resulta común, por ejemplo, que en la adolescencia se adopte esta actitud defensiva hacia la familia. Se buscan aliados entre los iguales, mientras que los padres pasan a ser, muy a su pesar, los contrincantes. En esta época resulta difícil entenderse, no sólo porque chocan los deseos de unos y otros, sino porque muchos adolescentes necesitan romper, aislarse y poner límites con la familia para construir su propia identidad. Estar a la defensiva les resulta útil para lograrlo.
Se recurre también a esta actitud cuando se quiere proteger una esfera privada, lo cual es una forma de decir: “Aquí no puedes entrar”. Esta respuesta, que en muchas ocasiones resulta apropiada y razonable, en otras se utiliza como escudo para ocultar dificultades que la persona se niega a reconocer. Así, por ejemplo, se trata de una postura muy característica en las personas que tienen problemas de adicción no asumidos cuando se pretende abordar ese tema.
Otras veces, sin embargo, estar a la defensiva indica que existe una relación de competencia o un resentimiento soterrado. En el mundo de la pareja a menudo se producen juegos de este tipo, donde ambos luchan por controlar la situación o reivindicar su punto de vista. Es fácil entonces que crezca la incomprensión y la sensación de impotencia. No hace falta decir que mantener ese pulso constante en el que se pone continuamente a prueba quién gana a quién, genera un tremendo desgaste que puede minar la relación.
La inseguridad interior
“La mente es como un paracaídas; trabaja mejor cuando está abierta” (Thomas Dewar)
Así como las serpientes muerden, a pesar de ser la mayoría inofensivas, los seres humanos atacan cuando se sienten amenazados por alguien. Tras la necesidad exagerada de defenderse, a menudo se esconde una persona que teme no ser escuchada o que se siente débil o insegura, aunque su apariencia refleje todo lo contrario. La ira, los celos, el orgullo, el odio… son los venenos que puede inocular, pero cuanto más los propaga, mayor es también la reserva tóxica que se genera en su interior.
La actitud defensiva se basa en la anticipación de un posible daño, lo cual provoca que en muchas ocasiones se reaccione de manera exagerada. Sin embargo, para quien se siente atacado y ve la causa de los problemas en la reacción de los demás, no resulta nada fácil admitir que las cosas pueden ser diferentes de cómo las percibe y que su defensa a ultranza también puede ser considerada un ataque.
Ser consciente de la propia actitud defensiva no basta, pero supone un paso importante. Por tanto, estar dispuesto a cuestionarse a uno mismo resulta indispensable para transformar esta actitud en algo distinto.
Ganar Y ganar
“Ir a la derecha o la izquierda es fácil. Ganar y ser vencido es fácil también. Pero no ganar ni ser vencido es muy difícil” (proverbio)
La postura defensiva parte del supuesto de que en las relaciones siempre hay quien gana y quien pierde: si uno no se anda con cuidado, los demás se aprovechan. Sin embargo, las relaciones también pueden entenderse y vivirse de un modo bien distinto. Stephen R. Covey, autor de renombrados best sellers, habla en sus libros de la filosofía del yo gano/tú ganas. La relación realmente satisfactoria es aquella que en lugar de crear dos bandos enfrentados busca la cooperación y la unión de fuerzas, con lo que cada persona obtiene un beneficio.
Sin embargo, no hay colaboración sin confianza. El recelo lleva a exagerar los peligros, a esperar el engaño y la ofensa, a gastar tiempo y energía escrutando la actitud de los demás. No se trata de ser ingenuo, ni dejarse pisar, sino de aprender a defenderse de un modo muy diferente: sin necesidad de atacar.
Estar a la defensiva significa reaccionar en el presente con la carga del pasado y anticipando una amenaza futura. Genera confusión y malentendidos. Para desactivar esta actitud será preciso aprender a comunicarse de manera más franca y clara. Una mayor confianza real en uno mismo ayudará a expresar de manera más directa lo que disgusta, manteniendo con los demás una relación abierta y confiada donde el otro se considere un aliado y no un enemigo.

¿VIVIMOS EN NUESTRA REALIDAD?


¿Es la BLOGGERPOLIS un espacio de máscaras?

¿Es el mundo moderno una enfermedad JUDIA?
¿Tú compromiso está con los que sufren o con los que gozan?
¡¡¡Gríte, grité!!!
No hace falta ser un observador demasiado avistado para comprobar que BLOGGERLANDIA es un territorio de la fantasía. Casí un 70% de sus manifestaciones (que representan a personas físicas) adoptan una personalidad ficticia que emerge de una energía acorralada no sé por qué modelo mental.
Pocos de los habitantes de BLOGGERPOLIS serían reconocidos por sus familiares ni por la fotografía de su pasaporte ni por el discurso que distribuyen al abrigo de una personalidad enmascarada. ¿Entonces? ¿Cual es la realidad de los ciudadanos de BLOGGERPOLIS?
¿Por qué nos gusta más llamarnos "El trigre de tres patas" que Wilson Rodriguez Hermosilla? ¿es el blogger una jaula independiente o una celula de una cosmología común e inquieta?
Los pueblos cuando se conocen se aman dado que se comprenden pues se muestran. ¿Podemos abrir, aquí, una ágora de debate que nos saque del seudónimo y nos limpie el maquillaje? O seguimos viviendo la timidez de la máscara veneciana que aunque linda es inquietante.
¡¡¡TODAS LAS OPCIONES SON BELLAS!!!

¡QUÉ HACEMOS CON EL CONFLICTO?



¿CONFLICTO? ¡¡¡para qué!!!

El conflicto consiste en un enfrentamiento o choque intencional entre dos seres o grupos de la misma especie que manifiestan los unos hacia los otros una intención hostil, generalmente acerca de un derecho, y que, para mantener, afirmar o restablecer el derecho, tratan de romper la resistencia del otro, usando eventualmente la violencia, la que podría llevar al aniquilamaiento físico del otro.
En este campo, el coaching comprometido, no el coaching "analgésico/docente", puede colaborar enormemente. En éstos escenarios el "cambio de observador" se revela como fundamental para encontrar nuevos espacios de comprensión y acercamiento.
Podríamos mirar desde otro ángulo el área de lo permitido como vehículo de avance, ante los viejos conceptos.
Anclarse en posicionamientos de tradición/seguridad no aportan nada nuevo ante los conflictos tradicionales. En los espacios del "conflicto" la INNOVACIÓN tiene un terreno abonado. Razonar y ceder para un beneficio común resulta determinante.
El espacio de lo permitido es muy amplio...... no lo limitemos con nuestro "MODELO MENTAL"