TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



¡¡¡QUÉ IMPORTANTE ES SABER ARGUMENTAR!!!




Qué importante es saber argumentar!

Una empleada doméstica pidió aumento de sueldo.
A la señora no le sentó muy bien la solicitud, así que le preguntó:
- María, ¿por qué crees que mereces que te aumente el sueldo?
- Señora, hay tres razones:
La primera es que yo plancho la ropa mejor que usted.
- ¿Quién te ha dicho que planchas mejor que yo?
- Su esposo, señora.
- ¡OH, vaya!
- La segunda razón es que yo cocino mejor que usted.
- Eso es puro cuento, ¿quién te ha dicho que cocinas mejor que yo?
- También su esposo, señora.¡
- ¡Ah, caramba!
- Y la tercera razón, y la más importante, es que yo soy mejor que usted en la cama.
Al oírlo, la señora, completamente descompuesta y gritando le pregunta a la empleada:
- ¿Mi esposo te ha dicho eso?
- No, señora .... me lo ha dicho el jardinero.
Y.......................LA SEÑORA LE AUMENTÓ EL SUELDO

¿ADICCIÓN?



¿Qué es una adicción? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entendemos por adicción una enfermedad física y psicoemocional donde se desarrolla una dependencia hacia una sustancia, actividad o relación causada por la satisfacción que su uso genera en la persona. Alcohol, comida, drogas, robo, juego, sexo, tecnología, relaciones. Todo puede convertirse en una adicción cuando su ausencia genera ansiedad, angustia e incluso depresión.

¿Cómo podemos superar una adicción? Afortunadamente se puede, sí, aunque la facilidad o dificultad de la recuperación dependerán del grado de adicción y del objeto adictivo. No es lo mismo depender de una pareja que abusar del alcohol, por ejemplo. En todo caso, aquí tenéis los diez consejos básicos para superar una adicción en los que coinciden la mayor parte de profesionales de la psicología:
Decálogo para luchar contra la adicción
(1) Admitir el problema y decidir hacer un cambio. El primer e indudable paso ante cualquier adicción – o toda patología – es aceptar la realidad y ser consciente de que la adicción que se tiene no es saludable y perjudica la salud.
(2) Tomar consciencia. Ya sabes que tienes un problema, una adicción. Ahora bien, ¿estás dispuesto a hacer el cambio? Analiza cuán dispuesto estás a superar la adicción. Para lograr la recuperación debes querer mejorar.
(3) No pienses que estás loco. Elimina tus prejuicios y ten la mente abierta. Las patologías mentales no significan estar loco y cualquier persona puede caer en una adicción, una respuesta innata para cubrir problemas o angustias más profundas. Ahí está el verdadero trabajo personal – analizar qué ha motivado la patología – pero para ello, primeramente, se debe tratar la sintomatología de la adicción y erradicarla.
(4) ¡Inicia un tratamiento psicológico! Nadie mejor que un terapeuta podrá guiarte adecuadamente en los pasos de tu recuperación. Podrás expresarte abiertamente y encontrar en tu interior las respuestas a tus propias preguntas. El psicólogo es el guía que te abre la puerta a tus herramientas personales para potenciarlas.
(5) Apúntate a un grupo de apoyo. Aunque parezca de película, es la realidad. Una adicción conlleva el sentimiento de soledad e incomprensión pero, como se suele decir, “no estás solo”. Hay mucha gente que está pasando o ha pasado esta misma situación así pues, ¿por qué no apoyarse unos a otros? Los grupos terapéuticos de apoyo son esenciales en patologías de adicción ya que permiten compartir la experiencia, encontrarse protegido y escuchar las estrategias de aquellos que están en un mejor estado. Son espacios íntimos donde no hay prejuicios ni vergüenzas: todo el mundo está al mismo nivel.
(6) Sigue las indicaciones pautadas. Aunque algunas puedan sonarte ilógicas, todas las recomendaciones terapéuticas tienen su razón en el tratamiento. Piensa que si la adicción está arraigada, tu inconsciente buscará cualquier posibilidad para dar rienda suelta al síntoma – sea el motivo de adicción que sea. Así pues, aunque cueste, atáñete a todas las pautas. Si se te imponen es por una razón.
(7) Pide la ayuda y colaboración de las personas más cercanas y/o de convivencia. Superar una adicción por propia cuenta es muy difícil y aún teniendo la ayuda psicológica también es importante contar con el apoyo de las personas más íntimas. La familia, la pareja o las amistades deben conocer qué ocurre y cómo actuar a fin de ayudarte a mantener esas pautas que pueden ser tan difíciles de seguir. Así, te podrán ayudar en momentos de mayor debilidad y alejarte del objeto de adicción.
(8) Evita las tentaciones directas pero no huyas de las actividades sociales naturales. Esto significa que evites aquellos contextos que están destinados al motivo de tu adicción – por ejemplo, si sufres alcoholismo, no acudas a un “botellón”. Pero tampoco quiere decir que evites todo contacto social que derive de un contexto sano o lógico – por ejemplo, una cena en un restaurante; en este caso no es el mismo contexto que un “botellón” y, aunque hay quien pueda pedir bebidas alcohólicas, no todos los comensales lo harán o bien puedes pedir la ayuda de alguna amistad.
(9) Toma especial atención cuando empieces a mejorar. Son momentos en que fácilmente puedes dejarte llevar por la felicidad de estar bien y pensar la típica frase de “por una vez no pasa nada”. Si que pasa, pero tampoco te martirices. La clave es no minimizar las recaídas y poder llevarlas a terapia a fin de analizar la situación. Tener en cuenta que sí has recaído pero que no supone tu perdición. Las recaídas se entienden como un proceso natural en la recuperación de una adicción, cuya mejoría se observa cuando éstas se van espaciando cada vez más en el tiempo.
(10) Recuerda que SÍ se puede superar. No lo olvides nunca y tenlo presente. Aunque recaigas, aunque lleguen época difíciles y donde te sientas más vulnerable, ten el optimismo y la fuerza para tirar adelante. Si otros han podido, tú también. Así que olvida la idea de “yo soy diferente” o “yo no podré” porque es totalmente falso: del mismo que todos podemos caer, todos nos podemos levantar.

¿Qué más puedo hacer?
Si te has sentido identificado, si has tomado consciencia y te has decidido por tomar cuenta de tus circunstancias y actuar al respecto, en SOPLOS DE AIRE te ofrecemos una amplia lista de coach especializados  que pueden ayudarte cómo y cuándo tu desees:

asociacion.salai@soplosdeaire.es


NO SOMOS UN ACCIDENTE






No somos un accidente. ¡Somos sorprendentes!
Fuimos un milagro desde el día en que comenzamos nuestra existencia en este planeta y todavía lo somos.
tenemos talentos, habilidades, inteligencia y corazón para hacer milagros en nuestra propia vida. Tenemos potencial que ni siquiera hemos comenzado a destapar.
Tómense un tiempo hoy para pensar en esto.

“Nuestras cargas nos pueden hacer mejores de lo que nos imaginamos: más fuertes, más pacientes, más valientes, amables y más amorosos de lo que hubiéramos sido de no ser por ellas.”


Si, si es así……

EL SOL BRILLA EN TODAS PARTES, PERO ALGUNOS NO VEN MÁS QUE SUS SOMBRAS




Barreras invisibles

¡No puedo! ¡no me veo!... Limitaciones, a veces cómodas, que no son imposibles de franquear

Elsa daba vueltas por su habitación con el móvil en la mano como una leona enjaulada. Y es que estaba atrapada dentro de sus propios barrotes mentales. No sabía si llamarlo e invitarlo a comer o no. Era un hombre interesante, pero apenas se conocían. ¿Qué iba a pensar de ella? ¿Y si le decía que no? ¡Qué vergüenza! Además, ella jamás daba el primer paso. Aunque no son usuales, todos tenemos momentos en la vida en que nuestro cerebro cambia su ruta circular habitual por otra nueva, y eso fue lo que le sucedió. “Si me dice que no, ¿qué pasa? Y si piensa que soy una atrevida, ¿qué?”. Este tipo de ideas no sirven de nada si sólo se piensan; se tienen que sentir. Y Elsa, a fuerza de pensarlo, lo acabó integrando en todas sus células y, por fin, lo sintió: “¡No pasaba absolutamente nada!”. Y marcó su número.
¿Cómo acabó la historia? Es lo de menos, porque, aunque sea lo que más nos cuesta aceptar (y es por eso que sufrimos tanto), un “no” también hubiera sido un buen final porque lo más interesante del caso es que ella estaba preparada para aceptarlo. Lo esencial del momento es que Elsa derribó sus barreras mentales. Un “sí” puede reforzar su ego, pero romper los muros nos da las llaves de nuestra liberación.

El sol brilla en todas partes, pero algunos
no ven más que sus sombras”
Arthur Helps
Las murallas nos las imaginamos sólidas, consistentes, enormes, interponiéndose entre nosotros y la tranquilidad, la calma, la paz, la felicidad (como quiera llamársele). Notamos que están allí porque nos aprisionan en un espacio muy pequeño, nos sentimos atrapados, sin libertad. Lo que no sabemos es que las verdaderas barreras no son las que vemos, ¡las auténticas son invisibles! Y no son sólidas, son insustanciales. Se pueden llegar a deshacer cuando las tocamos.

“Resistencia” es el nombre que los psicólogos empleamos para definir estos impedimentos cuando se presentan en la consulta. El paciente acude porque quiere mejorar, pero a la vez se resiste al cambio. El psicoanalista Anthony de Mello lo afirma sin tapujos en su libro Despierta: “La mayoría de la gente va al psiquiatra o al psicólogo para obtener alivio. No precisamente para salir de la situación”. Las personas quieren sentirse bien dentro de su jaula, pero no salir de ella.

“Beneficios secundarios” es otro término propio de los psicólogos. Se refiere a que esa situación que nos amarga la vida y de la cual no podemos o “no queremos” salir reporta algún tipo de ganancia. Son ventajas difícilmente reconocibles por la persona y actúan como auténticas barreras invisibles.
Por ejemplo, la entrega a los demás, el sacrificio para contentar a los que nos rodean, suele esconder provechos secundarios. “No puedo mimarme más, tener más tiempo para mí misma, porque tengo que cuidar a mis padres, a mis hijos, a…”. Replicar a alguien que pronuncia una afirmación de esta índole sugiriéndole que quizá le aporte beneficios secundarios puede herir profundamente. Paradójicamente, detrás de esta entrega puede haber ganancias. Una de ellas es el “hago lo que tengo que hacer”. La no duda, la de saber que “somos buenos”, que la gente no puede criticarnos. Además, mientras nos entregamos a otras vidas no vivimos la nuestra. ¡Si eso es un beneficio! Nos produce pánico malgastar nuestra vida, igual no la vivimos tal como se merece, y en cambio, si nos dedicamos a los demás, nunca sentiremos que no la hemos aprovechado porque no hemos tenido más remedio que entregarnos. Esa obligación nos protege de la posible culpa por no encauzar lo más importante que tenemos: nuestra vida. La jaula nos protege, de alguna forma nos beneficia.
Existen dos tipos de muros que se reconocen fácilmente: los de los otros y los ya superados. Ves a tu vecina trabajando hasta la extenuación, haciendo filigranas para llegar a fin de mes para poder mantener su gran piso, y te preguntas: “¿Por qué no lo vende y se instala en otro más pequeño?”. Pues porque seguro que hay una empalizada que se lo impide. Vender el piso puede significar para ella bajar el nivel social y cree que su felicidad depende de eso. Si se lo comentas, lo más seguro es que lo niegue. Todos tenemos impedimentos parecidos. Ahí está la clave, en atreverse a establecer el paralelismo entre el vecino y nosotros.

Despertar es descubrir que estamos en una ­cárcel. Pero despertar
es descubrir que

esa cárcel no tiene barrotes y que en rigor no es propiamente una cárcel”
Pablo d’Ors
Cuando miramos hacia atrás y recordamos situaciones en que hemos sufrido lo indecible, se nos presenta el gran interrogante: ¿por qué tanto dolor? ¿Por qué pasé tantos nervios en ese proyecto? ¿Por qué tardé tanto en divorciarme? ¿Por qué me importaba tanto la opinión de esa persona? Nosotros, los de ahora, no lo entendemos porque contemplamos el pasado sin la ceguera mental de antes.
Si vemos las defensas de los otros y las que ya hemos superado claramente, podemos utilizarlas para que nos den pistas sobre las actuales. ¿Qué es lo que ahora no veo? Esta es una pregunta crucial.
Sólo tenemos que escuchar porque se supone que los demás ven más fácilmente las nuestras. Una amiga me explicaba cómo saltó una gran barrera poniendo atención a lo que le decían. Estaba pasando por un momento muy duro económicamente y no sabía cómo salir de la situación. Sus compañeras le propusieron que alquilara una habitación de su casa. “¡Yo no alquilo habitaciones!”. Un pensamiento reflejo de su recelo inicial.


Nunca se había planteado esa salida, parecía que no iba con ella; pero la resistencia fue amortiguándose, poco a poco fue imaginándose la situación hasta que la vio totalmente factible. Alquiló la habitación y pudo respirar. El muro en realidad era un pensamiento, nada sólido, una idea que acabó desintegrándose.
A los psicólogos siempre nos piden: “Ya sé la teoría, pero dime cómo lo consigo”. Si lo supiéramos, lo difundiríamos y todos seríamos felices. Los profesionales podemos dar pistas, consejos, orientaciones, pero no hay ninguna solución mágica. En el tema de las murallas, si queremos desintegrarlas, hemos de practicar un acto de honestidad colosal. ¿Cómo? No sé.
La honestidad empieza por reconocer que somos más libres de lo que creemos. Ahora mismo podemos hacer las maletas y escaparnos de casa. Es un ejemplo extremo, pero lo cierto es que las puertas de tu casa no están tapiadas. Por eso, si aceptamos que esta trinchera es nuestra creación, nos será más fácil reconocer que otras más pequeñas también lo son. Si entendemos que la prisión la creamos nosotros, ya es más fácil analizar cómo es la cárcel que hemos construido. Puede ser doloroso al principio, pero liberador al final.

Debes ejercitarte en decirle a cualquier cosa ­desagradable: ‘Eres sólo una apariencia y en modo alguno lo que aparentas ser”
Epíteto
Para fundir los impedimentos tenemos que ir más allá del pensamiento positivo porque puede ser una gran trampa. Volvamos al ejemplo inicial. Alguien hubiera podido decirle a Elsa: “Llámalo, seguro que te dirá que sí”. Animarla de esta forma implica que lo bueno será que le digan que sí. Es una forma de alentarla que no la prepara para el “no”.
Vamos con otro ejemplo. Un amigo nos cuenta preocupado que ha dado una conferencia y que a la mitad un asistente se ha levantado y se ha marchado de repente. Le consolamos y le sugerimos que no piense en negativo: “Se ha ido porque le aburrías”, sino en positivo: “Se ha ido porque se encontraba mal”. ¡Macabro! Preferimos que alguien se encuentre mal a que nos baje la autoestima. Lo que debemos integrar es que hay gente a quien no le va a gustar nuestra charla, que algunas de las personas a las que invitaremos a comer nos dirán que no. Para saltar obstáculos no se trata de pensar en positivo (que va a ocurrir lo que queremos), se trata de aceptar cualquier resultado.
Las barreras limitan nuestros caminos, nos aprietan. Convertimos nuestra vida en un camino estrecho y nos olvidamos de que el mundo es ancho, muy ancho.

TEXTOS PARA EL ALMA 149






El RESPETO en las relaciones interpersonales comienza en el individuo, en el reconocimiento del mismo como entidad única que necesita que se comprenda al otro. Consiste en saber valorar las características del OTRO obviando TUS intereses. Por ello es mas fácil querer a todo el mundo que respetar a una perdona.

Así no busquemos lo asequible y cómodo, simplemente lo profundo y efectivo.

Por un respeto reciproco.

TEXTOS PARA EL ALMA 148





ACTUAR bajo las peticiones del cuerpo es acercarte al fracaso más profundo.

La complejidad social que rodea nuestra existencia requiere de unas actuaciones más orientadas hacia los RESULTADOS que hacia las EMOCIONES.
Claro está que esas emociones deben atenderse pero sin darles tanto protagonismo como para apartarnos del escenario profesional, cuna de nuestro sustento.
Muchos nos dejamos llevar por el dictado del cuerpo ante el clima y según haga frío o calor actuamos y accionamos. No, no eso no es profesional y es propio de personas poco evolucionadas en los capítulos del esfuerzo y el entreno.
Somos lo que hacemos y sin los automatismos propios de la evolución, cuando llega el depredador no sabemos reaccionar.
Mantén tu estado de vigilia abierto a la curiosidad pues la evolución requerirá de ti y si no haya respuesta; te olvidará

TEXTO PARA EL ALMA 147



Acumular años no siempre es una tragedia. La experiencia adquirida permite tener conocimientos de diversos procesos que se producen bajo el sol. Así compruebo que, cuando falta amor, surgen las más viles actuaciones humanas que siembra de mezquindad la existencia. Como un aplicado agricultor, sigo, el desarrollo de las semillas observando que una flor tiene muchos enemigos.
Ser "veterano" es asumir la experiencia que como una daga desgarra la ilusión.
Por eso amo los jardines pues desde su muda presencia me traen recuerdos de los muchos "floreceres" que ignoré.

TEXTO PARA EL ALMA 146





El amanecer es rojo como ROJA es la esperanza del pueblo. Esos chiquillos que ilusionados esperan su emancipación, no pueden ser defraudados por las distancias de los mayores. Como sea que el rico no puede existir sin el pobre....y este , ahora, precisa del rico; acortemos las distancias a través del respeto y la cultura. No es necesario que existan vencedores ni vencidos simplemente abandonar el egoísmo y la vanidad. Que sea por los chiquillos....

TEXTO PARA EL ALMA 149





El RESPETO en las relaciones interpersonales comienza en el individuo, en el reconocimiento del mismo como entidad única que necesita que se comprenda al otro. Consiste en saber valorar las características del OTRO obviando TUS intereses. Por ello es mas fácil querer a todo el mundo que respetar a una perdona.

Así no busquemos lo asequible y cómodo, simplemente lo profundo y efectivo.

Por un respeto reciproco.

¡¡¡AÚN ERES MÍO, PORQUE NO TE TUVE....



Aún eres mío, porque no te tuve...


Aún eres mío, porque no te tuve.
Cuánto tardan, sin ti,
las olas en pasar...

Cuando el amor comienza, hay un momento
en que Dios se sorprende
de haber urdido algo tan hermoso.
Entonces, se inaugura
-entre el fulgor y el júbilo-
el mundo nuevamente,
y pedir lo imposible
no es pedir demasiado.

Fue a la vera del mar, a medianoche.
Supe que estaba Dios,
y que la arena y tú
y el mar y yo y la luna
éramos Dios. Y lo adoré.


Antonio Gala

¿ERES TAN SOLO UN SUEÑO? ¿O TU MUDEZ HABLA EN MI CONCIENCIA?





Llegas, silenciosa, secreta,

Y despiertas los furores, los goces,
Y esta angustia
Que enciende lo que toca
Y engendra en cada cosa
Una avidez sombría.

El mundo cede y se desploma

Como metal al fuego.
Entre mis ruinas me levanto,
Solo, desnudo, despojado,
Sobre la roca inmensa del silencio,
Como un solitario combatiente.

Verdad abrasadora,

¿A qué me empujas?
No quiero tu verdad,
Tu insensata pregunta.
¿A qué esta lucha estéril?
No es el hombre criatura capaz de contenerte,
Avidez que sólo en la sed se sacia,
Llama que todos los labios consume,
Espíritu que no vive en ninguna forma
Mas hace arder todas las formas contra invisibles huestes.

Subes desde lo más hondo de mí,

Desde el centro innombrable de mi ser,
Ejército, marea.
Creces, tu sed me ahoga,
Expulsando, tiránica,
Aquello que no cede
A tu espada frenética.

Ya sólo tú me habitas,

Tú, sin nombre, furiosa substancia,
Avidez subterránea, delirante.

Golpean mi pecho tus fantasmas,

Despiertas a mi tacto,
Hielas mi frente,
Abres mis ojos.

Percibo el mundo y te toco,

Substancia intocable,
Unidad de mi alma y de mi cuerpo,
Y contemplo el combate que combato
Y mis bodas de tierra.

Nublan mis ojos imágenes opuestas,

Y a las mismas imágenes
Otras, más profundas, las niegan,
Ardiente balbuceo,
Aguas que anega un agua más oculta y densa.
En su húmeda tiniebla vida y muerte,
Quietud y movimiento, son lo mismo.

Insiste, vencedora,

Porque tan solo existo porque existes,
Y mi boca y mi lengua se formaron
Para decir tan solo tu existencia
Y tus secretas sílabas, palabra
Impalpable y despótica,
Substancia de mi alma.

Eres tan solo un sueño,

Pero en ti sueña el mundo
Y su mudez habla con tus palabras.
Rozo al tocar tu pecho
La eléctrica frontera de la vida,
La tiniebla de sangre
Donde pacta la boca cruel y enamorada,
Ávida aún de destruir lo que ama
Y revivir lo que destruye,
Con el mundo, impasible
Y siempre idéntico a sí mismo,
Porque no se detiene en ninguna forma
Ni se demora sobre lo que engendra.

Llévame, solitaria,

Llévame entre los sueños,
Llévame, madre mía,
Despiértame del todo,
Hazme soñar tu sueño,
Unta mis ojos con aceite,
Para que al conocerte me conozca.


Octavio Paz


EL OBSERVADOR ES LO OBSERVADO


Estamos ensimismados

Vivimos tiempos en los que muchas personas se contraen en sí mismas y viven en su mundo

Lo deseable es conectar con quienes queremos ser y mantenernos en estado de construcción

Fue al acabar un máster en autoconocimiento cuando se me acercó la pareja de uno de los participantes. Me confió su mal llevada paradoja: “Por un lado me encanta ver cómo mi marido madura, cómo busca conocerse, cómo se adentra en su espiritualidad, pero por otro lado está tan en sí mismo, se pasa tanto tiempo meditando y leyendo libros, dedica tantas horas a su autorrealización que me temo que nos está separando. No atiende a sus tareas de la casa, a la familia, nos habla como si solo existiera su razón basada en lo que le dicen sus maestros y vive como si el resto del mundo fuera un error, solo vale lo suyo”.

Cuando el pájaro y el libro discrepan, siempre cree en el pájaro"
James Audubon
Este caso ejemplariza un efecto torcido de los tiempos presentes, muy dados a una cultura del crecimiento personal, del conocerse a uno mismo, de la construcción de un nuevo paradigma cuyo eje gira alrededor del autoconocimiento y la espiritualidad. Son procesos que requieren el buceo por aspectos de orden interior. Una mezcla de introspección psicológica, el cultivo de la meditación y la búsqueda de la naturaleza más profunda del ser.
Aquella tarea que otrora perteneció a ciertas órdenes religiosas, a lamas, eremitas y buscadores espirituales, se ha convertido en parte de la vida de muchas personas. Para unas es una vía comprometida de autorrealización. Para otras, mero materialismo espiritual. Mientras unas expanden su conciencia, otras siguen el camino contrario: se contraen en sí mismas, se encierran para alcanzar una supuesta iluminación.

Ensimismarse es fácil. Uno se mete dentro de sí mismo, explora, rumia, anticipa, visualiza, medita o contempla, está en contacto con aspectos que solemos llamar interioridad. A veces se empieza por el vuelo de una mosca, por un bello atardecer o simplemente por hacer la lista de la compra del fin de semana. Lo habitual, empero, es permanecer conectados a nuestros pensamientos y emociones. Intentamos descubrir lo que nos pasa, dialogamos con nosotros mismos, nos peleamos virtualmente con los que nos han ofendido, construimos expectativas o sufrimos por imágenes anticipatorias que probablemente nunca ocurrirán: nada acaba siendo tan ensimismante como el miedo y el sufrimiento anticipado.
Otro efecto del ensimismamiento lo sufren aquellas personas que parecen no vivir en este mundo sino en el suyo. Te miran pero no te ven. Te oyen pero no te escuchan. Por su mente pasa de todo menos lo que existe más allá de su nariz. Si bien es rico cultivar la vida interior, su exceso, permanecer demasiado dentro de la madriguera puede acarrear el acabar siendo poseídos por los fantasmas propios. Hay que cultivar muy bien el alma para discernir los estados de iluminación de los estados ilusorios de la mente.
La introspección, como ya observaron filósofos como Hume o Sartre, revela solo contenidos psicomentales (pensamientos, sentimientos, imágenes) y no al sujeto que los experimenta. Esa conciencia del observador precisa de dinámicas como la meditación o de la intervención de los demás en mostrar nuestras zonas ciegas. Añadamos a todo ello la visión cuántica: si el observador influye en lo observado, al mismo tiempo que se practica la introspección se altera lo que pretende ser advertido.
¿Podemos conceder fiabilidad absoluta a aquello de lo que somos conscientes? ¿Y qué ocurre con el inconsciente? ¿Acaso alcanzamos a explicar certeramente muchas de nuestras motivaciones y cambios de humor? ¡Qué fácil es caer en autoengaños, en una especie de en-si-mismo-miento! Como intuyó Heráclito, no encontraremos los confines de la psique por más que viajemos en cualquier dirección, tal es la profundidad del conocimiento.

La reflexión puede ser consciencia, pero el amor hace alma"
James Hillman
Hay que reconocer que dentro de la madriguera se está muy bien. No hay que hacer papel alguno; no hay que quedar bien con nadie; no hay que hacerse cargo de obligaciones, ni actuar con el riesgo de equivocarse. Hay una vida hacia uno mismo, sus intereses, ritmos, apetitos, deseos y necesidades. Es la vida del ego. Hay que diferenciarla entonces de la vida interior.
El cultivo de la interioridad tiene más que ver con la idea de “hacer alma”, de embellecerla, de saberse generar estados de bienestar, de comprender ética y compasivamente al otro, de ahondar en aquello que somos cuando hemos quitado todas las capas de definición posible. Así, la madriguera pueda convertirse en un refugio o, por el contrario, en la cocina donde se gesta quien queremos ser. Como refugio nos encerramos y protegemos. Como cocina, nos mantiene en un estado de construcción, de intenciones y de pasiones que mezcla sin temor la interacción con los demás y con el mundo.


Hay que reconocer que dentro de la madriguera, además de estar tranquilos aunque probablemente solos, se puede dar rienda suelta a nuestras mayores fantasías, muchas de las cuales han dado al mundo canciones, cuadros pictóricos, esculturas o reflexiones que han llegado a transformarlo. El genio debe habitar dentro de su lámpara mágica. Solo que demasiado tiempo en su interior, el personaje acabará consumiendo a la persona. La mitología contemporánea está llena de seres que, al confundir sus creaciones consigo mismos, sucumbieron al error de identificarse con las imágenes que habitaban en sus mentes. Lo que para el público es arte, no dejan de ser las sombras, delirios y anhelos del artista.
De la madriguera se sale por el mismo lugar por el que se entró. Uno surge sin ser aquel que ingresó y viceversa. La relación dentro-fuera forma parte de nuestro estar en la vida. Demasiado fuera nos diluye. Demasiado dentro nos desfigura. Cada uno debe encontrar la manera de manejar ese flujo incesante que nos lleva a ambos lados del refugio.
No obstante, dudo que por una vez se pueda anteponer el punto medio aristotélico. El cultivo de la interioridad es un proceso que nadie puede hacer por nosotros, ni nada de lo que existe ahí afuera será suficiente para hacernos a nosotros mismos. La confianza propia se adentra en nuestras fortalezas interiores. La capacidad de sostener todo aquello que ocurra en las tempestades existenciales tiene mucho que ver con el sostén creado por los valores que encarnamos.


Todos practicamos algún tipo de estado de ensimismamiento, aunque su propósito diverja. A veces solo buscamos un ratito para con nosotros; hacerle hueco a nuestro cuerpo para que respire y a nuestra alma para que se encuentre. Otras veces, en cambio, la escudriñamos adrede para conquistarla, para llevarla allá donde habita el espíritu. El resto de ensimismamientos son productos de la vida moderna: que si la tele, que si la crisis, que si algún día nos tocará la lotería. O, como el caso de la señora preocupada por su pareja, un ego espiritualizado que confunde la luz con el deslumbramiento.
Hay vida dentro y hay vida fuera. En ambos lados disponemos de un mundo para conocer y desarrollar. La clave consiste en estar en contacto con todas las vivencias que nos son posibles. Todas son necesarias, aunque ninguna suficiente por sí misma. Para devenir personas el contacto humano es básico, como también lo es la imaginación y, por descontado, nuestra capacidad de crearnos. Hay tanto por vivir que cuesta entender que dediquemos tanto tiempo al ensimismamiento que solo sirve para distraernos de lo que realmente importa. A veces, es mejor dejarse en paz.

¿HAY COACHING EN LA POESÍA? ¿LA POESÍA ES COACHING?




      Doblo la página del día,
      Escribo lo que me dicta
      El movimiento de tus pestañas.


      Mis manos
      Abren las cortinas de tu ser
      Te visten con otra desnudez
      Descubren los cuerpos de tu cuerpo.
      Mis manos
      Inventan otro cuerpo a tu cuerpo.


      Entro en ti,


      Veracidad de la tiniebla.
      Quiero las evidencias de lo oscuro,
      Beber el vino negro:
      Toma mis ojos y reviéntalos.


      Una gota de noche
      Sobre la punta de tus senos:
      Enigmas del clavel.


      Al cerrar los ojos
      Los abro dentro de tus ojos.


      En su lecho granate
      Siempre está despierta
      Y húmeda tu lengua.


      Hay fuentes
      En el jardín de tus arterias.


      Con una máscara de sangre
      Atravieso tu pensamiento en blanco:
      Desmemoria me guía
      Hacia el reverso de la vida. 
      Octavio Paz.

TEXTOS PARA EL ALMA 145




LOS EMPLEADOS DE NÓMINA SE VAN DE VACACIONES.
Como paso previo a la Emancipación muchos de nosotros somos liberados para Agosto de la esclavitud laboral.
Digo esclavitud pues la mayoría estamos oprimidos por el "capataz" de turno que nos priva de cualquier innovación o glamour laboral convirtiéndonos en autómatas de la cta. de resultado.
Así, todos juntos, nos bañamos en las playas y vamos de un lado a otro como "plaga ociosa de humanos sin sentido".
El progreso no puede ser esto. Sacarnos de la granja productiva para que nos toque el aire es poca libertad para el humano deseoso de emanciparse del consumo.
No deseo ofrecer soluciones que tampoco tengo. Más, llamo a tu conciencia para que no deje que te comportes como una molécula temporal de "la absurda masa humana"; no pierdas tu magnífica individualidad.

TEXTO PARA EL ALMA 144



Después de "dimes y diretes" podemos asegurar que más fundamental que tener pan es disfrutar y saborear cada mordisco, cada miga que nos llega al paladar. Pedimos, al destino, bienes y fortuna pero no sabemos disfrutar de los instantes diarios que nos regala la Emancipación. Saciamos las necesidades básicas mas no saboreamos el amor al prójimo como unidad de la felicidad.
La Emancipación nos ofrece distintas opciones para acercarnos a ella. Tú eliges el camino y vas en su busca, más, "ten cuidado" si te atrapa ya nada será igual.....todo alcanzara otra dimensión que te hará diferente ante los demás.
Aquí empezara tu labor de divulgación para acompañar a la soledad que te abraza y abraza casi hasta el ahogo.
Francamente

TEXTO PARA EL ALMA 143



El ruido diario nos aturde y distrae. Al ritmo de sus notas nos mostramos incapaces de “encontrarnos" olvidándonos del camino hacia la Emancipación.
Esta sumisión a lo "simple" nos aturde y "seda" llevándonos hacia una existencia de "fiesta mayor"
Esta época estival. Período de recolección satisface al "humano carnívoro" pues observa sus próximos menús.
Sigue el camino del silencio donde dimensionar la existencia compartiéndolo contigo en busca de la evolución.
La fiesta es solo un alto en el camino. Nunca un fin y menos una finalidad.