Tenemos que
disfrutar de nuestro corazón y buscar la libertad alejándonos de las cosas
materiales que no te hacen rico y en cambio te empobrecen.
Abrazar y perdonar
todo lo que recibimos del prójimo sin esperar reconocimientos, nos permite
vivir con el corazón abierto y receptivo. A medida que vamos evolucionando, el
necesario abandono del egoísmo, nos otorga densidad de existencia y con ella
apetece la comprensión y el amor para con aquellos que, están ascendiendo por la escalera de la
evolución, y aun precisan estímulos "nuevos" para entretener sus angustias.
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