TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.
Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.
¡¡¡Ven te esperamos!!!
SIMPLEMENTE: SENCILLO
Publicado por Paco Bailac domingo, marzo 31, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal
ES MEJOR SER ODIADOS POR LO QUE SOMOS QUE SER AMADOS POR LO QUE NO SOMOS
Publicado por Paco Bailac sábado, marzo 30, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal
SI RENUNCIAS, GANAS
Publicado por Paco Bailac viernes, marzo 29, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal/Solidario
¿EL POTENCIAL HUMANO?
Publicado por Paco Bailac jueves, marzo 28, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Existencial
¿EDUCAR ES REPRIMIR?
Publicado por Paco Bailac miércoles, marzo 27, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal/Solidario
¿LA FAMILIA ES LA PLACENTA EXTERNA DE NUESTRA EXISTENCIA?
KAVIER GUIX
Adentrarse en una familia es descubrir la configuración de sus relaciones y lidiar con ellas, sobre todo con la que a partir de ahora podría ser la más complicada: la suegra.
Quisiera anticiparme a decir que el mito de la suegra es más mito que realidad. Por regla general, las relaciones tempestuosas con los suegros dan para mucho chiste y jolgorio popular, excepto de puertas para dentro, donde reina la cordura y la buena fe. Eso sí, allá donde el mito se encarna puede llegarse a vivir un auténtico infierno.
Juana, sentada ante mí en la consulta, proclama a los cuatro vientos que no puede más:
–¡No soporto a mi suegra! Si las cosas siguen así, te juro que me separo.
–¿Has intentado hablar con ella?
–Es imposible. Si le dices algo, se pone enferma, se lo toma a la tremenda y tenemos drama para toda la semana. Pasa de perseguidora a víctima en un santiamén.
–¿Y tu marido que hace?
–Nada. Se limita a decirme: “Entiéndelo, cariño, es mi madre”. Cuando ella le pide algo, le faltan piernas. Si se lo pido yo, todo son excusas.
Probablemente algunas personas se sentirán retratadas ante esta situación. Otras quizá la hayan pasado. El caso es que la relación con los suegros en general, y con las suegras en particular, es de las más complejas que existen.
¿Dónde están los límites?
Aquella es bien casada, que no tiene suegra ni cuñada (anónimo)
Es curioso que a los yernos y las nueras se les apode “hijos políticos”. Es una excelente definición que hinca el diente en una doble dirección: son como hijos, aunque políticos, es decir, más legítimos que legales. Toca quererlos, sin haberlos votado. Según como vaya, se les puede llegar a amar, como dicen algunos, más que a los propios hijos. Si las cosas van mal, pueden convertirse en el chivo expiatorio de todas las calamidades, actuales y pasadas, del clan familiar.
Adentrarse en un sistema de parentesco no deja de ser entrometerse en una constelación de relaciones, afectos, hábitos, rituales y comportamientos establecidos. Ante tamaña telaraña, si no se ha huido antes, cabe enraizarse progresivamente, aprender a amar lo que es y desvelar los límites que bordean el sistema y sus relaciones. Hay organizaciones familiares más abiertas, las hay más cerradas e incluso fundamentalistas. Recuerdo a un amigo que el mismo día de su casamiento recibió este mensaje: “Ahora ya eres de los nuestros”.
Todo cambio en una familia acaba afectándola por completo. A no ser que el recién llegado sea como una figura del pesebre, nada será igual a partir de entonces. Aparecen las disidencias, las resistencias y también las complicidades, las lealtades y las alianzas. La relación con la suegra, empero, acaba siendo determinante en la paz o en la guerra familiar.
Agradar o competir
“Acuérdate, nuera, de que también serás suegra”. “Acuérdate, suegra, que fuiste nuera” (anónimo)
Todo necesita su tiempo. Las relaciones, aún más. Ocurre, sin embargo, que en esta relación pueden aparecer dos mecanismos de interacción: pretender gustar o pretender competir. Tanto lo uno como lo otro es reactivo, fuente de inseguridad y de miedos, y caldo para los conflictos. El exceso de agrado destapa sospechas. La competición radicaliza posturas y pierde de vista los intereses mutuos.
Sería mejor no crear tantas expectativas. Actuar con naturalidad y entender que conocer al otro y llegarlo a amar, o al menos a vivir afectuosamente, lleva su tiempo y ocurre si hay interés por las dos partes. La competición puede nacer ante la idea de “¿quién lo va a querer mejor que yo?”. Suegros, yernos y nueras se muestran convencidos de poseer un conocimiento inequívoco de aquel o aquella a la que aman, siendo por ello insustituibles. Cada uno tiene su razón, solo que a menudo olvidan un detalle.
Los contextos son muy condicionantes en nuestras vidas, lo son mucho más de lo que pensamos. No somos los mismos en todos los contextos, ni en todas las relaciones. Nadie como la madre conoce al hijo en casa. En cambio, lo desconoce fuera de ella. Nadie conoce al marido o a la esposa tanto como aquel o aquella con quien convive. En cambio, lo desconoce en casa de sus padres. Por eso hay quien no entiende el comportamiento tan diferente de su pareja cuando está en casa o cuando está en la de los padres.
El tercero en discordia. Llegados al extremo de la discordia, suele ocurrir que dos almas enfrentadas reclaman que aparezca el sujeto por quien sufren y resuelva con puño firme la complicada situación. Zarandean al marido-hijo para que se decante por una o por la otra. Sin embargo, el afectado quiere quedar bien con todo el mundo. No quiere saber demasiado del asunto y procura navegar entre dos aguas remando según sopla el viento. Sin duda, no es fácil estar en medio, pero la decisión de mostrarse pasivo o reducirlo todo a un problema personal (“el problema lo tienes tú”) contribuye a su mantenimiento. Lo perpetúa.
En eso, hombres y mujeres tenemos funcionamientos desiguales. La visión femenina de la existencia es holística, incluyente, preserva por encima de todo al sistema y sus relaciones. Por eso la visión masculina, que suele centrarse más en lo concreto, reduce el conflicto a un tema de caracteres incompatibles. En cambio, el tema es más profundo. Atañe al sentido del vínculo, que va más allá de la pareja. El árbol familiar no puede crecer con fortaleza si tiene raíces contaminadas o cortadas de cuajo.
Si uno se queda en medio, atorado, inerte, consigue todo lo contrario de lo que pretende en este caso: que las cosas se arreglen solas. No hacer nada solo va a servir para obstaculizar la fluidez. Aparecen entonces los chantajes emocionales, las comidas de coco y las decisiones radicales. Vale la pena recordar que, en todo sistema, un problema de relación lo tiene y lo sufre el sistema entero y no solo sus partes. Por eso hay que resolverlo, de un modo u otro, para que no se convierta en una manzana podrida que destruya el cesto entero.
El amor en orden. Suegros, yernos y nueras forman parte también de la constelación familiar, y para que todo fluya, cada uno debe estar en su sitio. Bert Hellinger apuesta por los órdenes del amor, es decir, por dar importancia al respeto al lugar que cada uno ocupa dentro de la constelación. La nuera no debe destronar a la madre, por ejemplo, ni la madre debe entrometerse entre su hijo y su esposa. En el orden del amor existen jerarquías que hay que considerar, si se quiere mantener intacto el sentido de pertenencia y una sana compensación entre el dar y en el recibir.
Lo contrario, el desorden afectivo, puede acarrear la aparición de nuestras peores sombras. A menudo, esos personajes arquetípicos, como las suegras, despiertan algo más que una relación complicada. Hacen aflorar de nuestro inconsciente temores atesorados: capítulos de abandono, amenazas, malos tratos, rechazos cruentos. Hay que recordar que lo que nos molesta de los demás es una proyección de todo lo que todavía no hemos resuelto de nosotros mismos. Las suegras se convierten, así, en maestras para nuestro propio aprendizaje.
Publicado por Paco Bailac martes, marzo 26, 2013 1 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal
SON MOMENTOS DE REFLEXIÓN. Practica la tuya
no tendré miedo en liberarme.
Publicado por Paco Bailac lunes, marzo 25, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal
NO EXISTEN FORMULAS MÁGICAS PARA LAS EMOCIONES
GASPAR HERNÁNDEZ
No existen fórmulas mágicas. Cada persona debe encontrar su particular camino para conocer y gestionar sus emociones y sus sentimientos para conseguir vivir mejor.
Charles Chaplin escribió que la vida es tan corta que solo nos alcanza para ser amateurs. Esta afirmación también se puede aplicar al llamado arte de vivir. Cuando ya vamos aprendiendo, la función se termina. No hay recetas mágicas, y cada persona sabe en qué consiste su particular modo de alcanzar ese arte. Los grandes filósofos se han ocupado de ello. Y, por supuesto, los psicólogos. En este artículo nos centraremos en la gestión de las emociones y los pensamientos.
Porque, como escribí en el libro El oficio de vivir bien (Aguilar), con miedo, enfado o envidia (o con dolor de muelas) difícilmente podemos tener la percepción subjetiva de estar viviendo bien. Lo mismo sucede si estamos en una playa paradisiaca tomando el sol y enfurruñados con la pareja, o pensando en el trabajo que nos espera en septiembre. El arte de vivir pasa necesariamente por observar, y cuidar, lo que pensamos y sentimos.
Felicidad Interior Bruta. Los países, y sobre todo en tiempos de crisis, miden lo bien o lo mal que vivimos por la situación económica. Pero como afirma el filósofo Jordi Pigem, el producto interior bruto solo mide transacciones económicas, y sabe muy poco del auténtico bienestar de las personas. “Desde hace décadas existen indicadores menos reduccionistas, que miden el bienestar no solo a través del flujo de dinero. Pero hay muy pocos. Por ejemplo, en Bhutan identifican tres venenos en nuestras vidas: la codicia, la hostilidad y la ignorancia (en el sentido de confusión mental). Estos tres venenos han crecido en el mundo materialista, hasta encontrarlos hoy institucionalizados en nuestros sistemas económico, político, y mediático”, afirma en su libro La buena crisis (editorial Kairós). Según Pigem, un progreso en la generosidad, la solidaridad y la sabiduría contribuirían a pasar de una sociedad basada en el crecimiento económico a otra basada en el crecimiento vital.
¿Por dónde empezar? Por la persona. Por la educación y por la gestión emocional. Según el psiquiatra Claudio Naranjo, “la educación actual solo se ocupa de la mente racional, práctica, instrumental, como si fuéramos solo eso. Se crean seres egoístas y prácticos que no tienen una dimensión del goce de la vida. No parece legítimo educar para la felicidad. Si se calculara el precio de la infelicidad que se crea, se vería lo antieconómica que es nuestra educación”.
Algunas cifras de esta infelicidad: en 2020, según la Organización Mundial de la Salud, la depresión será la segunda enfermedad más extendida, superada solo por enfermedades cardiovasculares. El suicidio es la primera causa de muerte entre los jóvenes. El estrés, la ansiedad y la depresión son la segunda causa de baja laboral en España.
Bienestar emocional. El arte de vivir empieza por una correcta gestión de las emociones. En Occidente nos hemos fijado en el desarrollo intelectual de las personas, pero no en el desarrollo emocional. Nunca es tarde para cambiar nuestros patrones emocionales. ¿Cómo? Según la filósofa Elsa Punset, con el viejo conócete a ti mismo de los griegos. “Aunque ellos no nos decían cómo. Se trata de conocer y gestionar nuestros mecanismos emocionales. Es decir, lo contrario a la represión emocional que hemos ejercido hasta ahora”.
Afirma el doctor Mario Alonso Puig que una emoción es un fenómeno físico en el que se producen una serie de cambios fisiológicos que afectan a nuestras hormonas, a nuestros músculos y a nuestras vísceras. Estos cambios tienen una duración limitada a minutos, o, como mucho, a algunas horas. “Digamos que una vez que el elemento interno (un pensamiento angustioso) o externo (un insulto) han pasado, la reacción emocional que se ha desencadenado poco a poco va remitiendo hasta que volvemos al estado en el que nos encontrábamos antes de que el pensamiento o el insulto se produjeran”. El problema es que si esa emoción se reprime, se puede convertir en un estado de ánimo, que puede durar meses o años.
“De alguna manera”, afirma el doctor Mario Alonso Puig en su libro Reinventarse (Plataforma), “nos quedamos como congelados en un tipo de emoción, hasta el punto de que llegamos a identificarnos con ella, casi como si formara parte de la realidad que somos”. Y hay estados de ánimo que aportan ventajas, y otros que son muy disfuncionales y nos generan un enorme sufrimiento.
Un ejemplo: la ira. La ira es como un cubo lleno de agua sucia. Cuando nos enfadamos, o bien lanzamos el oscuro contenido de ese cubo a la cara de quien nos ha provocado la ira, o bien callamos, de modo que nos lo lanzamos encima. Lo ideal sería lanzar el agua sucia a un terreno neutro; practicando deporte, por ejemplo. Y después, cuando estemos ya tranquilos, expresar al otro cómo nos hemos sentido, con asertividad. Por eso no es recomendable escribir e-mails cuando estamos enfadados. Así se estropean muchas relaciones interpersonales.
Gestión de los pensamientos. Nadie nos ha enseñado a gestionar nuestros pensamientos. Tenemos cada día entre 40.000 y 60.000 pensamientos y a la mayoría les hacemos caso. El arte de vivir también es incompatible con los pensamientos obsesivos sobre el pasado o futuro. Afirma Miriam Subirana, profesora de meditación, que el pasado, en gran medida, nos impide ser libres. “Vivir del recuerdo es no gozar plenamente del presente. Vivir del recuerdo nos debilita. Es como ser un enchufe que se conecta a una toma de corriente por la que no pasa la corriente. Vamos perdiendo nuestra energía. Queremos revivir una experiencia que ya pasó, y finalmente nos sentimos decepcionados y con un gran desgaste emocional y mental”.
Todos los sabios orientales coinciden en que el arte de vivir se basa, en buena medida, en nuestra conexión con el momento presente. La mente tiende a ir hacia el pasado y el futuro. Y muchos de los pensamientos sobre el futuro son proyecciones negativas, como el miedo, que normalmente no sirve para nada (aunque a veces es amigo de la prudencia).
El miedo tiene una base biológica; es una emoción que nos ha ayudado a evolucionar, porque nos alerta de los peligros. Pero en nuestra sociedad es excesivo: se trata de reconducirlo. Cuanto más pensamos en el miedo, más fuerza le damos.
empieza en la mente. “El sufrimiento creado por uno mismo es fundamentalmente una fabricación de la mente”, afirma uno de los más celebrados maestros de meditación tibetanos de la nueva generación, Yongey Mingyur Rimpoché. En su libro La dicha de la sabiduría (Rigden Institut Gestalt) cuenta cómo un alumno empezó a analizar su propia ansiedad, y comenzó a ver que el problema no estaba en el trabajo, sino en lo que él pensaba de su trabajo. “Poco a poco”, dice el alumno, “empecé a darme cuenta de que la esperanza y el miedo no eran más que ideas que flotaban en mi mente. En realidad, no tenían nada que ver con mi trabajo”. Ese cambio de perspectiva transforma nuestra realidad. “Cuando estoy angustiado, puedo observar esos impulsos y ver que tengo una elección. Y si elijo observarlos, aprendo más sobre mí mismo y sobre el poder que tengo para decidir cómo reaccionar a los acontecimientos de mi vida”.
Podemos elegir siempre cómo reaccionar ante pensamientos y emociones. Pero hace falta entrenamiento. (Ojalá meditación y gestión emocional se enseñen en las escuelas). El psiquiatra Víctor E. Frankl, que fue una de las víctimas de Auschwitz, afirmaba que a la persona se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas: “La elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias”. A menudo no podemos elegir los hechos, pero sí el cómo enfrentarnos a estos hechos.
Según el budismo, la mayor parte del sufrimiento es creado por uno mismo. Afirma Yongey Mingyur Rimpoché que este sufrimiento es fundamentalmente una fabricación de la mente, pero que no es menos intenso que el sufrimiento natural: “En realidad puede ser bastante más doloroso”. Este sufrimiento se puede expresar en forma de historias que nos contamos a nosotros mismos, a menudo incrustadas en lo más profundo de nuestro inconsciente, según las cuales no somos suficientemente buenos, ricos o atractivos, o nos falta algún tipo de estabilidad.
La meditación nos permite observar los pensamientos y las sensaciones asociadas a este sufrimiento. Al hacerlo, se desvanecen. El mundo que nos rodea, nuestro cuerpo, nuestros pensamientos y sentimientos están en constante cambio. En términos budistas este cambio se conoce como impermanencia. Aceptar que todo es impermanente y no aferrarnos a las cosas ni a las personas es uno de los pilares del arte de vivir, según el budismo. Ni un solo maestro oriental defendería que el arte de vivir consiste en adquirir posesiones –en tener–, sino en ser.
Publicado por Paco Bailac domingo, marzo 24, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal
¡HAY QUE ENCONTRAR EL PROPIO CAMINO Y REVISAR DE VEZ EN CUANDO SI SE SIGUE SIENDO FELIZ AL ANDAR
Publicado por Paco Bailac miércoles, marzo 20, 2013 1 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal
LA SENCILLEZ Y NATURALIDAD SON EL SUPREMO Y ÚLTIMO FIN DE LA CULTURA.
Publicado por Paco Bailac martes, marzo 19, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal
¿LA SABIDURÍA VA MÁS ALLÁ DE LA RAZÓN?
Publicado por Paco Bailac lunes, marzo 18, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal
¡¡¡QUE PENA PERDISTE EL ALMA?
Publicado por Paco Bailac domingo, marzo 17, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal
¿QUIERES CONOCERTE?
CRISTINA LLAGOSTERA
A veces somos demasiado racionales. Y mucha gente decide no atender ni al lenguaje del cuerpo ni a las intuiciones ni a las emociones. A costa de no conocernos bien y perder el rumbo.
Una paradoja de nuestra época es que el ser humano es capaz de viajar por el espacio, estudiar la estructura íntima de la materia o cartografiar su propio mapa genético, pero seguir siendo un desconocido para sí mismo. Nuestra atención se proyecta continuamente hacia fuera, fascinada ante la complejidad y los misterios del mundo. Contamos con conexiones fáciles e instantáneas con el exterior -Internet, televisión, móviles...-, pero quizá no sabemos cómo acceder a nuestro interior.“Es preciso confiar más en la sabiduría del propio cuerpo. En vez de bloquear sus señales, podemos optar por escucharlas”
Descuidar esta conexión sin duda tiene un precio. Sensaciones de vacío, sinsentido y confusión señalan de manera más o menos intensa que se ha perdido ese contacto íntimo con la propia esencia. Y vivir volcado hacia fuera puede hacer que se pierda una parte importante de la experiencia: la que transcurre dentro.
Las emociones, las sensaciones, los mensajes del cuerpo, los pensamientos, la voz de la intuición aportan la información más constante y directa de que disponemos. Solo desde esta conexión interna una persona puede estar centrada, sabiendo quién es y hacia dónde desea dirigirse.
Publicado por Paco Bailac sábado, marzo 16, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal
CADA DIA SALE EL SOL..
Publicado por Paco Bailac jueves, marzo 14, 2013 1 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal
¡¡¡NO TE DEJES ABORREGAR!!!
Publicado por Paco Bailac miércoles, marzo 13, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal/Solidario
EN ESTA VIDA HAY QUE MORIR VARIAS VECES PARA DESPUÉS RENACER. Y LAS CRISIS, AUNQUE ATEMORIZAN, NOS SIRVEN PARA CANCELAR UNA ÉPOCA E INAUGURAR OTRA.
Publicado por Paco Bailac martes, marzo 12, 2013 1 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal/Solidario
DETERMINADOS ¿HASTA DONDE?
(Steven Pinker)
Un colectivo a quien también le cuesta admitir las diferencias genéticas, en este caso entre hombres y mujeres, lo constituyen algunas feministas. En algunos casos han llegado a afirmar que todas las diferencias de género, excepto las anatómicas, se deben a los diferentes roles que nos otorga la sociedad.
Las diferencias genéticas entre hombres y mujeres existen, pero eso no puede hacer tambalear nuestro objetivo de igualdad. La inteligencia general es igual en término medio entre los dos sexos, y prácticamente todos los rasgos psicológicos se pueden encontrar en diversos grados entre los miembros de cada uno de ellos. Dicho de otro modo, cualquier generalización sobre un sexo siempre será falsa para muchas personas. Que hombres y mujeres nazcamos con unas tendencias no significa que la educación no nos module. Obviamente, debemos seguir luchando para que niños y niñas reciban una educación no sexista.
Melisa Himer, en el año 2002, realizó un experimento para comprobar las preferencias en cuanto a juguetes de individuos de los dos sexos de muy corta edad. Les puso a su alcance juguetes de marcado sesgo sexista: un camión y una pelota, una muñeca y una sartén. El sexo masculino prefirió el coche y la pelota, mientras el femenino, la muñeca y la sartén. Lo más increíble es que los sujetos ¡eran monos!
Son incontables las investigaciones que demuestran que muchas de las diferencias entre hombres y mujeres hunden sus raíces en los genes. No nacemos como una tabla rasa. Salimos del útero materno ya con nuestras tendencias. He aquí un escalofriante ejemplo: Este suceso ocurrió en Estados Unidos en la década de los setenta. El triste protagonista de la historia fue un niño de ocho meses que perdió el pene en una circuncisión mal hecha. Sus padres consultaron al famoso investigador John Money, quien había dicho: “La naturaleza es una estrategia política de quienes están obligados a mantener el statu quo de las diferencias de sexo”. Les aconsejó que dejaran que los médicos castraran a su hijo y que le implantaran una vagina artificial. Eso hicieron, y a su “hija” nunca le contaron lo sucedido.
Años más tarde, en un artículo del New York Times se publicaba que “Brenda” (en realidad, Bruce) avanzaba en su infancia como una auténtica niña. Eso era lo que la sociedad y los mismos padres deseaban creer, pero la verdad era que desde muy pequeña Brenda se sentía un niño atrapado en un cuerpo de niña. Rasgaba los vestidos, rechazaba las muñecas y prefería las armas, le gustaba jugar con chicos e insistía en orinar de pie. A los 14 años decidió que o bien vivía como un niño, o bien se quitaba la vida. Finalmente, su padre le contó la verdad. Se sometió a una serie de operaciones para volver a asumir su identidad masculina y hoy está casado con una mujer. La educación no lo es todo.
Cuando hablamos de los rasgos físicos, el peso de la herencia nos parece evidente. En las psicopatologías, la herencia también juega un papel. ¿Cuál es el mejor indicio de que una persona llegará a ser esquizofrénica? Tener un hermano gemelo univitelino que sea esquizofrénico. La misma respuesta la podríamos dar si preguntáramos sobre el autismo, la dislexia, las depresiones graves, el trastorno bipolar, el trastorno obsesivo compulsivo… Pero, cuidado, esto no significa que si tenemos un gemelo esquizofrénico, lo seremos seguro con el 100% de probabilidades. La genética no nos determina totalmente; siempre el ambiente, lo que vivimos, influye en alto grado.
Publicado por Paco Bailac lunes, marzo 11, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Personal/Solidario
¿UNA CARACTERÍSTICA HUMANA ES EL ESFUERZO?
JENNY MOIX
El determinismo de nuestros genes desentona en nuestra visión de la vida. Aceptar que influyen en cómo somos y lo que hacemos nos ayudará a comprendernos mejor.
Imaginemos que siempre nos ha hecho ilusión estudiar antropología por la universidad a distancia, y de repente lo vemos claro y decidimos matricularnos al día siguiente. Mientras este pensamiento flota por nuestra mente, suena el teléfono. Es un hermano gemelo univitelino (con los mismos genes que nosotros) cuya existencia desconocíamos. Durante la conversación descubrimos estupefactos que nuestro hermano acaba de escoger la misma carrera, se casó en las mismas fechas que nosotros, a su hijo le puso el mismo nombre que nosotros al nuestro y ha votado al mismo partido.
“Nos gusta creer que todos nacemos iguales.Es una idea más romántica que pensar que nacemos con algunos dados ya tirados”
“Si asumimos nuestras tendencias genéticas, nuestra mirada hacia la vida se volverámás humana y comprensiva”
Aunque esta situación es solo hipotética, las increíbles coincidencias que se dan entre gemelos univitelinos adoptados por diferentes familias ¡son del mismo calibre! Y ante este hipotético hecho, Steven Pinker, catedrático y gran experto en la mente humana, arroja una inquietante pregunta: “¿Qué grado de criterio propio tuvo ese nosotros que tomó las decisiones, si el resultado se podría haber predicho de antemano, al menos de forma probabilística, a partir de unos sucesos que ocurrieron en las trompas de Falopio de nuestra madre hace ya bastantes años?”.
Nos gusta creer que todos nacemos iguales. Parece más ético e incluso más democrático. Preferimos suponer que nuestro destino depende exclusivamente de lo que hagamos, que somos libres para diseñarlo como queramos. Es una idea más romántica que pensar que nacemos con algunos dados ya tirados. Nos agrada pensar que los bebés son como páginas en blanco. Y en este ramillete de preciosas ideas que decora nuestra mente, el determinismo de nuestros genes desentona.
admitir la determinación genética
Publicado por Paco Bailac domingo, marzo 10, 2013 0 comentarios
Etiquetas: Coaching Existencial.