TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



¿TÚ PERDONAS?



ODIO versus PERDÓN

¡¡¡Cuándo termina el conflicto!!!
No hace más de treinta años que la resolución de los conflictos se orientaron hacia lo que dió a llamarse los "resultados" del proceso de resulución. Se realizaron las siguientes distinciones:
a) La influencia del pensamiento militar mantenía al conflicto como un enfrentamiento de voluntades y a su resultado como la "imposición" de la voluntad de uno de los actores sobre el adversario. El que ganaba, declarado vencedor, imponía su voluntad al que perdía que era declarado "perdedor".
b) Otro supuesto puede consistir en que uno de los actores abandone la lucha, es decir, abandonaba su acción conflictual. A esta acción la podemos denominar "retirada".
c) La observación de algunos conflictos m
ostraba que algunos actores concluían el conflicto porque uno de ellos adoptaba los valores de su adversario, aceptándolos como propios. Es decir, llega la conversión.
d) Los resultados que se obserban en numerosos conflictos son un intercambio de concesiones recíprocas que en cierta manera satisfacen, al menos parcialmente, los valores de cada uno de los actores. Estos resultados de "compromiso" precisan en la mayoría de los casos de determinadas sesiones de coaching. Coaching "comprometido" y no "analgésico/docente"
¡¡¡TODOS QUEREMOS SER PROPIETARIOS DE LA REALIDAD!!!
¡¡¡Suerte. Que compren la tuya!!!

Los origenes de nuestra libertad. ¿cómo nos condiciona?



No solo se ataca para hacer daño a alguien,
para vencerle, sino a veces por el mero deseo
de adquirir conciencia de la propia fuerza.
Nietzsche
La libertad de pensamiento incluye la libertad de religión, que fue la primera libertad históricamenete reivindicada.
En el modelo tradicional de las sociedades cerradas, el territorio en el que uno nace determina los contenidos culturales de cada uno de nosotros y,consecuentemente, la construcción de su modelo mental. Si uno nace en Arabia Saudí, será musulmán sunita; si nace en Irán, chiita, si en Rusia, cristiano ortodoxo (o comunista, según el momento; si en España, católico.
¿Dónde está entonces nuestra libertad?
¿Te interesa encontrarla?

Tenemos derecho al tiempo


El amor no es el consuelo, es la luz.
Nietzsche

Darle tiempo al tiempo
XAVIER GUIX

Las vacaciones son una buena oportunidad para regalarnos tiempo y también para reflexionar sobre su sentido en nuestra vida.
Decía José Luis Borges que el tiempo es la materia de la que hemos sido creados. Dios sabe en qué dimensiones existimos cuando habitamos en el paraíso, pero al materializarnos, al venir a este mundo, entramos forzosamente en dos grandes dimensiones que no abandonaremos hasta nuestra finitud material: el tiempo y el espacio.

“No nos damos cuenta de que somos tiempo. Cada vez que decimos que no tenemos tiempo es como decir que no existimos”
“Cuando llegan las vacaciones, para la mayoría mandan las necesidades del momento y nada más”

No todos los tiempos son iguales. Al menos existen tres grandes mitos por los que transitamos los humanos, según sean nuestra cultura, estilos de vida y estaciones del año. Como cuenta el filósofo Jesús de la Pienda, existe el tiempo “lineal”, muy propio de nuestras latitudes occidentales, o sea, la idea de que todo empieza y todo acaba, es como una línea sin principio ni fin en la que se sitúan todas las cosas que tienen duración. Los calendarios, por ejemplo, son lineales. Un día nacimos y otro moriremos. No hay más.
Vivir en tiempos diferentes
“Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar” (Calderón de la Barca)

El segundo mito es el tiempo circular, muy propio de las culturas orientales. Se basa en la creencia de que el tiempo del universo entero, con todas sus criaturas, gira en un círculo, una rueda cósmica, de creaciones y destrucciones sin fin, volviendo una y otra vez a sus orígenes. El tiempo cíclico es el de las reencarnaciones propiamente dichas del alma humana, sometidas a la ley del karma, o sea, el principio de la causalidad universal o de la consecuencia de la conducta humana. Nada empieza y acaba, sino que todo está en movimiento continuo, en una danza inacabable donde lo que no se resuelve hoy tal vez se aclare en otra vida.

El tercer y último mito es el del tiempo simultáneo. Es el que domina la mente de los pueblos negroafricanos de cultura bantú. El tiempo lo constituyen los acontecimientos. Sus calendarios son histórico-biográficos y se confeccionan según lo que le ocurre a la tribu, al clan o a la familia. El día no se divide en horas, sino en momentos marcados principalmente por el Sol, la Luna, y en función del cuidado del ganado. El reloj-máquina no existe, ni, por tanto, la enfermedad del estrés ni tantas otras que la vida occidental acarrea.
Cuando llegan las deseadas vacaciones, la mayoría solemos instalarnos en el tiempo simultáneo. Mandan las necesidades del momento y nada más. Se come cuando hay hambre, y no cuando es su hora. Se vuelve de la playa cuando los niños están cansados, y no porque toca. Se hace de menos o de más según las necesidades del momento. Es un vivir muy cercano al ritmo de la naturaleza o al ritmo de los acontecimientos.
Recuerdo a un amigo que en un viaje por esas tierras bantúes tuvo que hacer un traslado en autobús. Al preguntar por la hora de salida le dijeron: “Cuando el bus esté lleno”. Eran las 12 del mediodía y, efectivamente, el autobús no salió hasta las seis de la tarde, o sea, cuando por fin se llenó. Esto en nuestra cultura es impensable. Por lo visto, aquí pecamos por el otro extremo, ya ponemos mala cara cuando pasa un minuto de la hora de salida de cualquier transporte.
Un tiempo con sentido

“El hombre que confía en el tiempo como medio para conseguir su felicidad, vive en la ignorancia y, por tanto, en el conflicto” (Jiddu Krishnamurti)

La mayoría de nosotros llena su cotidianidad de los tres tiempos. Por un lado, tenemos una perspectiva de vida personal y laboral más o menos planificada. Nos sometemos a un presente continuo, pero con la mirada puesta casi siempre en el mañana, en el futuro próximo. Vivimos linealmente. Pero a su vez celebramos onomásticas, aniversarios, fiestas populares, celebraciones de todo tipo que se repiten año tras año. Son siempre lo mismo, son un eterno retorno, como diría Mircea Eliade. Y también nuestra existencia es simultánea cuando lo dejamos todo para asistir a un acto familiar o para atender infortunios, o para gozar de un instante amoroso que quisiéramos infinito.
Ahora que llegan las vacaciones podemos hacernos la siguiente pregunta: ¿para qué voy a utilizar el tiempo? Obsérvese que pregunto ¿para qué?, y no ¿en qué? Somos muy dados a llenar el tiempo, a querer amortizarlo, a pretender manipularlo a nuestro favor, estirándolo para que encaje todo lo que queremos vivir. Entonces somos esclavos del tiempo, dependemos de su paso inexorable y de su cronometría perfecta.
¿Qué ocurriría si simplemente nos regaláramos tiempo? Eso es, regalarse el no hacer nada. Es como darle tiempo al tiempo, como dejar que las cosas ocurran, sin intervenir, sin voluntades, sin forzar nada, sin obligarse a nada, sin expectativas de nada. Dicho de otro modo: si aprovecháramos el tiempo para vaciar, en lugar de seguir llenando, ¿no sería hermoso sentirse que uno es tiempo y no que corre tras él?

Ser tiempo presente

“El tiempo es el horizonte
dentro del cual toda realidad adquiere sentido” (M. Heidegger)

Cabe observar que no hacer nada no es lo mismo que ‘hacer el vago’. No hacer nada tampoco significa apalancarse ante un televisor o dormitar días enteros, aunque a algunos les haría mucha falta. No hacer nada no significa estar desactivado, sino todo lo contrario. Vivimos en el tiempo cuando estamos conectados con nosotros mismos, sin actividades ni distracciones que nos descentren. Estoy conmigo y estoy con los demás abiertamente, atentamente, pero sin esfuerzo. Como diría un taoísta: no hacer nada, pero sin dejar nada por hacer.
Todo lo contrario les ocurre a esas personas que van a pasar las vacaciones cambiando unas obligaciones por otras. A aquellas que en nombre de las vacaciones van a agotarse aún más. A aquellas que no se darán tregua alguna y seguirán viviendo contando las horas, proyectando lo que harán los próximos 60 minutos. No se trata de cambiar unas rutinas por otras, sino de dejar de ser quien somos cada día, para no ser nada ni nadie. Ser sólo eso, tiempo presente vivido con toda intensidad, sin expectativas ni obligaciones.
Creo que no nos damos cuenta de que somos tiempo, de que no lo podemos separar de nosotros. Cada vez que decimos que no tenemos tiempo es tanto como decir que no existimos. A ver qué va a ocurrir ahora, que se supone que vamos a tener, al menos, unos cuantos días para recuperar nuestra naturaleza temporal. Aprovéchelos para reflexionar sobre su relación con el tiempo, cómo desea vivirlo, como se relaciona con él. Es muy duro creer que todo lo que somos se rige por unas simples manecillas del reloj.
Tengo la sensación que estructuramos demasiado la vida. En lugar de permitirnos abrazarla, parece que preferimos construir compartimentos estanco. Que nuestras vidas transitan entre marcos referenciales, llevando al extremo aquello de un tiempo para cada cosa y cada cosa a su tiempo. La vida no funciona así, y por eso creo que andamos a contracorriente. La vida se expresa de forma discontinua; no atiende a horarios, no es homogénea, ni equilibrada. La vida, ni corre demasiado ni se entretiene. Simplemente, fluye.

HOLA.............HOLA........ ¿Hay alguien ahí?



La esperanza es un estimulante vital
muy superior a la suerte.
Nietzsche


Me ha tocado vivir, en primera persona, un acontecimiento físico inesperado

que manera profunda ha cambiado más, si cabe, la manera de percibir

las "cosas" de mi entorno.

Casi en régimen de urgencia he pasado por el quirófano para someterme a una

operación de triple bypass. En este proceso, he podido experimentar lo

destacado de "nuestra endo-sanación" que complementando a los profesionales

de la curación física pueden obrar milagros.

Muchos de nosotros, en el quehacer diario, nos consideramos "un camino"

que hay que recorrer y por donde vamos sin hacernos preguntas, con los miedos e ignorando

el contenido con nuestra soberbia del momento.

A veces el destino nos da un bofetón y nos despìerta de inmediato.

En este instante te quedas solo con tus recursos que a la vez se nutren del

AMOR que recibimos.

Esta ha sido mi fortaleza.



!!!GUARDAD ATENTOS LA AUSENCIA¡¡¡


Es indefectible: cada maestro no tiene más
que un alumno, y este alumno llega a serle infiel,
pues está predestinado a ser maestro también.
NIetzsche

AMIGOS/AMIGAS.
Alguna vez nos hemos de ausentar de la cotidianidad.
En unas ocasiones por voluntad propia y en otras por decisión ajena.
Como siempre, la clave está en el equilibrio.
Por unos días estivales, mi acercamiento a todos vosotros/vosotras se verá interrumpido.
El verano manda.
Mi esperanza e ilusión queda en volver a unirnos
cuando loa frios acaricien los rostros...
si, si entonces... pues gracias a todos/as vosotros
la tertulia del coaching es universal.
Gracias por vuestra fidelidad y participación.
Sin ella nada hubiera sido posible.
La emancipación humana es el gran reto que tenemos.......
adelante, está cerca.
Paco Bailac

!!!LA CARIDAD NO ES ALGO CADUCADO!!!



El sentimiento dominante es defender los intereses particulares y no los del grupo

Ayudar al prójimo y hacer el bien son dos aspectos
importantes, pero no son
la esencia de la caridad.

la CARIDAD es la participación plena en la suerte de los demás.
Comunión de los espíritus, lucha contra la injusticia.
Hay que escuchar a los demás, comprenderlos,
incluirlos en nuestro afecto, reconocerlos,
romper su soledad y ser sus
compañeros.
es decir, AMARLOS

la esencia de la caridad, la visión del bien común
y de la felicidad común. Felicidad no solo
para nosotros, sino también
para los demás, y no sólo
para el presente, aquí y ahora,
sino para los hijos y los nietos,
para las generaciones futuras.

Cardenal Carlo María Martini

¿EL RUMOR....VERDAD ADIVINADA O INDUCIDA?


Antes de casarte, pregúntate:
¿seré capaz de conversar bien
con esta persona hasta la vejez?
El resto es pasajero en el matrimonio.
Nietzsche


Rumores, evitar el virus
FERRAN RAMON-CORTÉS

Vivimos tiempos convulsos: crisis, cambios, inestabilidad laboral… El caldo de cultivo ideal para uno de los virus más peligrosos para la confianza en una organización: los rumores. ¿Podemos evitar el contagio?
Una directora de planta de una importante empresa nos contó que un día llegó a la fábrica y se encontró a todos sus empleados en la calle, pancartas en mano y en pie de guerra, dispuestos a manifestarse como protesta por el inminente traslado de la factoría a otro país. Sorprendida, se reunió con los representantes de los trabajadores para abordar la situación. Tras dos largas horas de reunión, faxes arriba y abajo, y llamadas telefónicas a las oficinas centrales, consiguió convencerlos de que el supuesto traslado era absolutamente falso. Ni existía ni jamás se había considerado. No era más que un rumor. Un rumor del que habían sido víctimas la práctica totalidad de los trabajadores de la fábrica, y que, como más tarde averiguarían, procedía de la mala interpretación de un comentario del consejero delegado en su última visita. Un rumor que había pasado totalmente desapercibido a la directora de planta, la cual, desconectada de los circuitos de comunicación informales, no había oído nada de nada hasta encontrarse con la manifestación.

“La mayoría de los rumores se crean por desnivel de información entre los interlocutores o se provocan por miedo”
“Desacreditar un rumor es más lento y menos evidente. Pero mucho más efectivo si se basa en hechos y no en palabras”

Anatomía del rumor

“Cualquier persona que tenga un móvil y acceso a un ordenador tiene el poder de desestabilizar una empresa, una institución o incluso un gobierno”. Warren Bennis
Un rumor es una información falsa o tendenciosa, aparentemente inocente, pero hábilmente manipulada, que intoxica y entorpece la comunicación entre la gente, destruyendo la confianza y enrareciendo el ambiente. Un potente virus que es capaz de provocar una verdadera epidemia que desestabilice una organización. Suele empezar con un simple comentario, que se transmite de persona a persona con pequeñas alteraciones que van cambiando su significado y magnificando su virulencia y su potencial destructor.
Como en las epidemias médicas, los rumores se propagan por contagio. Le contamos un rumor a una persona, que a su vez lo cuenta a 10 personas más, creando una cadena de transmisiones que crece exponencialmente. Y a este proceso contribuyen de forma decisiva las nuevas tecnologías. Con Internet, el correo electrónico y los móviles, la información llega de forma casi instantánea a todos los rincones de cualquier organización.
¿Los rumores son siempre intencionados? Para contestar conviene distinguir entre dos tipos de rumores: los personales y los profesionales. Los primeros sí suelen ser intencionados: alguien lanza un comentario malicioso sobre un tercero, con la intención de producirle algún daño, y este comentario se propaga incontroladamente en forma de rumor hasta conseguir en poco tiempo su malicioso objetivo. Los segundos, en cambio, la mayoría de las veces no lo son. Los podemos crear accidentalmente por el desnivel de información entre nosotros y nuestro interlocutor, o los podemos provocar por el miedo.
En el primer caso, cuando tenemos información que nuestro interlocutor no tiene, decimos cosas que él no puede comprender y que provocarán una especulación que acabará en rumor. Imaginemos que yo, como gerente, estoy barajando la posibilidad de cambiar de oficinas (cosa que no quiero que nadie sepa hasta que sea una opción real), y usted, como directivo, me pide remodelar su despacho. Yo le contesto que no es el momento, y usted, que no sabe nada del posible traslado, empezará a especular sobre el sentido de mis palabras. Muy probablemente acabará diciéndole a su compañero algo como “estamos fatal, no tenemos dinero ni para arreglar mi despacho.” El rumor está servido.
En el caso del miedo, el mecanismo es distinto. Lo que ocurre es pura y simplemente que lo proyectamos en forma de rumor, anticipando el peor de los escenarios. Y lo hacemos porque en el fondo estamos buscando combatir nuestros temores con un desmentido. Así, si temo perder mi trabajo, lanzaré un rumor: “Creo que nos echan a unos cuantos”. Estaré esperando a que me digan que no, que es imposible, y que en todo caso no soy yo quien está en la lista. Pero acabo de lanzar un rumor letal que hará su camino infeccioso por toda la organización.
Además de las diferencias de información y del miedo, también tenemos en todas las organizaciones los “oportunistas del rumor”: gente que utiliza los rumores como medio de captar la atención en sus círculos sociales y generar así camaradería con los demás. Lamentablemente, ignoran que hablando de los demás a sus espaldas, lo único que crean es recelo y desconfianza.
Hay situaciones en que las organizaciones van a sufrir inevitablemente constantes infecciones de rumores: nuevos fichajes, despidos, reorganizaciones, traslados o cualquier otra situación que implique un cambio. Y hay una situación en particular que las engloba todas ellas y que estamos viviendo actualmente de forma especialmente virulenta: una crisis. En una situación de crisis como la actual, los rumores se generan a diario como proyección del miedo, y se necesita un constante sobreesfuerzo para detectarlos y combatirlos para no poner en riesgo la organización.

¿Cómo combatir un rumor?

“En todas las relaciones, lo que hagas tendrá un impacto mucho mayor que lo que digas”.
Stephen M. R. Covey
Pero no siempre los rumores aparecen en tiempos revueltos: hay empresas en las que la desmotivación y la falta de cohesión interna propician un ambiente tóxico, caldo de cultivo ideal para que la gente lance rumores personales y profesionales como muestra de descontento. En cualquier caso, el nivel de rumores en circulación en una empresa es un buen termómetro de su salud comunicativa: a más rumores, peor salud. La primera gran decisión es si respondemos o no. Actuar no siempre es recomendable, especialmente con los rumores personales, ya que a través de nuestra respuesta lo hacemos llegar a gente que no sabía nada del rumor y estamos ayudando a difundirlo. Además, por más firmes que seamos en la respuesta, siempre alguien pensará que “cuando el río suena, agua lleva”.
Si el rumor es extenso, constatamos que ha llegado a la mayoría de la gente y deseamos responder, la segunda gran decisión es si optamos por desmentirlo o desacreditarlo. Desmentirlo significa replicar con argumentos el rumor. Lo podemos hacer cuando nuestras pruebas son inapelables, o de mayor magnitud que el rumor (en una ocasión, un conocido presentador de televisión pidió a un colega suyo de la radio salir en directo con cualquier excusa. Cuando le preguntaron por qué dijo: “Esta mañana andaban diciendo por ahí que había muerto, y si me oyen en directo podré desmentirlo”). En cualquier caso, y con la excepción de hechos evidentes como éste, que logremos nuestro objetivo dependerá de que resultemos más creíbles que aquellos que han lanzado el rumor.
Más recomendable parece, en la mayoría de los casos, desacreditarlo: hacer algo que haga inverosímil o absurdo un rumor: Imaginemos que se rumorea sobre mi estado de salud: podría desmentirlo, citando a la gente y asegurándoles de primera mano que estoy sano. Algunos me creerían, sin duda, pero otros seguirían viendo sospechosas ojeras en mi rostro. Pero puedo fácilmente desacreditarlo, apuntándome y animando a mis compañeros a apuntarse a un medio maratón. Aquellos que tras el kilómetro 10 siguieran corriendo conmigo se preguntarían sin duda: ¿quién es el estúpido que anda diciendo por ahí que está enfermo?
Desacreditar un rumor es más lento, más sutil y menos evidente. Pero mucho más efectivo si se basa en hechos y no en palabras.
Si nos falla todo…
“Para romper una cadena basta con romper un eslabón”

Sabiduría popular

Al igual que en las epidemias médicas, si queremos detener una epidemia de rumores deberemos intentar cortar las cadenas de infección. Esto supone identificar a gente de confianza que podamos utilizar como diques de contención: gente que, tras nuestras explicaciones, cuando les llegue el rumor se avengan a cortarlo por lo sano, apelando a nuestra relación de confianza.
Si tenemos bien identificadas las cadenas de comunicación de la organización y podemos situar “diques de contención” en la mayoría de ellas, la estrategia funcionará. Pero hay algo importante a tener en cuenta: esta estrategia no debe utilizarse nunca si el rumor no es tal y es una información real, ya que cuando se sepa la verdad habremos perdido toda la credibilidad con aquellos que hemos utilizado como diques de contención.
¿Qué hacemos con los ‘rumorólogos’? La gente que difunde sistemáticamente rumores hace un gran daño a la organización. Parece obvio que hay que desenmascararlos y parece recomendable prescindir de ellos lo antes posible. Sin embargo, conviene saber que detrás de un gran rumorólogo siempre hay una historia de frustración personal. Puede ser un ascenso que no se ha materializado, una persona que piensa que la menosprecian… Es importante, antes que nada, intentar averiguar qué le ocurre, porque si lo podemos solventar, nos evitaremos soluciones más traumáticas y sanaremos a una persona que estaba resultando infecciosa para nuestra organización.
Por último, hay algo que todos nosotros podemos hacer sin mucho esfuerzo para contribuir a generar climas comunicativos sanos: antes de hacer circular una información deberíamos preguntarnos si es razonablemente cierta y si el hecho de circularla contribuirá positivamente a la organización. Si no es así, lo que haremos circular es un virus.

Vacuna contra los chismes

Que lleguen murmuraciones a nuestra organización o entorno es inevitable, pero podemos estar vacunados, es decir, haber generado un clima de confianza que haga que no se propaguen. Éstas son algunas de las cosas que nos pueden ayudar a crear este clima de confianza:
1. Conocer bien a la gente: Ir más allá del conocimiento superficial, que se limita a la etiqueta que todos llevamos puesta.
2. Saber cuáles son las relaciones entre la gente: identificar las cadenas de comunicación que ya funcionan de forma eficiente.
3. Reconocer los canales de comunicación existentes: identificar cuáles funcionan y cuáles no. Cuáles son eficientes para transmitir determinados mensajes y cuáles no.
4. Ser transparentes. Compartir siempre la máxima información posible. Dado que no siempre se puede decir todo a todos, pensar, ante cada decisión, qué explicamos, a quién, cuándo y cómo.
5. Ser claros, evitar ambigüedades. Ser explícitos y no dejar cosas a la interpretación. No dar versiones diferentes a gente diferente.
6. Ser rápidos. Dar las informaciones relevantes con celeridad y sin retrasos. Hacer llegar con rapidez y al mismo tiempo la información a todo nuestro entorno.
7. Tener valor. Estar dispuesto a dar tanto las buenas noticias como las malas. Con la misma rapidez y –aunque con empatía– con la misma claridad.
8. Ser íntegros. Asegurarnos de que hay consistencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Si nuestros actos y nuestras palabras no dicen lo mismo, el mensaje que prevalece es siempre el negativo.
+++++
Cultivo una rosa blanca
en Junio como en Enero,
para mi amigo sincero
que me da su mano franca.
y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo
cultivo una rosa blanca.
José Martí


¿CONTINUAS SENTADA VIENDO LA TELEVISIÓN?


Las ilusiones son ciertamente placeres costosos;
pero la destrucción de las ilusiones
es aún más costosa.
Nietzsche
¡¡¡POR DONDE ANDA TU COMODIDAD!!!!
¿quieres salir de tu LEONERA?
¿TRATO TRUCO?
"NO TENER HOGAR ES MUCHO MÁS QUE NO TENER TECHO"


...."Quede claro a todos que, mientras haya dominadores que opriman a los dominados, instituciones que aplasten a las personas y un poder que sofoque el derecho, no habrá más remedio que recomendar una actitud de resistencia que, dentro de lo posible, se ejerza sin violencia"....
Hans Küng "Ética mundial en América Latina"
Los jóvenes son la fuerza del
cambio, que se enfrentan a la
costumbre tentados por la
comodidad.

La soberbia.............


El remordimiento es como la mordedura
de un perro en una piedra: una tonteria.
Nietzsche

La SOBERBIA es la afirmación aberrante
del propio YO

¿En qué equipo juegas?
Existen equipos que sólo juegan a ganar. Tienen emociones positivas. Asumen riesgos. Están en visión. Exigen generosamente.Existen equipos que sólo juegan a no perder. Eluden responsabilidades. Toman pocos riesgos. El error es fracaso. Dan el mínimo.
Los miembros del equipo deben otorgar AUTORIDAD al líder. Cuando el LÍDER sólo tiene el poder trabaja con el miedo y no con el talento.El EQUIPO debe conocer y respetar las "reglas del juego".A los EQUIPOS los podemos reunir el cuatro tipologías culturales:1.- Cultura Institucional. Ven el cambio como amenaza. Valores destacados: Disciplina,obediencia, sumisión,orden, razón, jerarquía.2.-Cultura Tecnológica. Como 1 pero con algo de 43.- Cultura Humanista. Como 4 pero con algo de 14.- Cultura de trabajo en red. Ven el cambio como oportunidad. Valores destacados: Flxibilidad, equipo, proactividad, innovación. libertad, cliente como centro. Compartir información.
¿Estás en el EQUIPO PROFESIONAL QUE DESEAS?
¿Y en que fase se encuentra usted?
No por tu edad. Por tu evolución en el equipo.
a) Fase de formación "niñez"b) Fase de conflicto (adolescencia)c) Fase de estructuración (pre-madurez)d)Fase de desarrollo (madurez)e) Fase de cierre (vejez)
Pero la realidad se impone. Muchos, como consecuencia de la CRISIS, se han quedado sin ACTIVIDAD. Ahora sólo queda pensar si cuando estabamos en el equipo haciamos todo lo posible para ser eficientes o viviamos de la "sopa boba"
¡¡¡gracias!!!
"No preguntes por saber
sólo el tiempo lo dirá
que saber es lo bonito
sin tener que preguntar".

¿TRABAJAS SOLA O EN EQUIPO?



El que ve mal, ve siempre demasiado poco;
el que oye mal, oye siempre demasiado.
Nietzsche


"La soberbia consiste en el desordenado amor de la propia excelencia"
*
"Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto"
*
Problemas o conflictos de un equipo:
Existen visiones de futuro incompatibles entre sí.
Algunos miembros no pueden describir la misión del equipo.
Las reuniones son improductivas.
Una pequeña minoría tiene una participación mayoritaria.
Los desacuerdos se discuten en privado.
Las decisiones son tomadas por unos pocos.
Hay falta de transparencia y de confianza.
Existe confusión en cuanto a los funciones y tareas.
Existe un exceso de personas con los mismos recursos y/o carencias.
No hay auto-evaluación periódica de funcionamiento.

***

La vida está hecha de decisiones.
Decisiones de la mente y del corazón.

YO,YO y siempre YO


Si un amigo te hace daño, dile:
"te perdono por lo que me has hecho,
pero lo que te has hecho a ti,
¿eso cómo podría perdonarlo yo?"
Nietzsche

El "YO" se ve reforzado cuando considera la otredad.
¿Calidad de vida o Calidad de existencia?
La construcción del YO
Según la filosofía budista el presunto YO al que atribuimos nuestros pensamientos y deseos es una mera ilusión. Lo que no es una ilusión, sino una realidad indudable, son esos pensamientos y deseos mismos. Lo dado en la experiencia es el flujo de las sensaciones, pensamientos, deseos y emociones.
Lo ilusorio y puesto por nosotros es el YO. Consideremos, a modo de ejemplo, que hay dolor pero no "doliente". Cuando penetramos en lo más profundo de nosotros estamos en el "mi mismo" es decir en una cadena de percepción constante. Somos una constelación de percepciones (calor, frio, luz, sombra, amor, odio, dolor, placer, etcétera) que nunca puede ser otra cosa que "percepción". Cuando dormimos no nos damos cuente del "mi mismo" y transitoriamente no existimos.
Si por YO entendemos el organismo o el cerebro, el Yo permanente existe, Si por YO entendemos la conciencia, no hay uno, sino muchos yoes fugaces y distintos, separados entre sí por períodos inconscientes de no-yo.
La vanidad, entonces, nos hace hablar y entronizar el YO aun a sabiendas de que es una simple ilusión. Por el contrario el sujeto cambiante de lo que percibimos (calor, frio, luz, sombra, amor, odio, hambre, opulencia.....) lo queremos ignorar por considerarlo periférico a nosotros. Quizá, tal vez, realizar un cambio de observador/a sería interesante donde el presunto YO debería pasar de centro a perifería de la acción.
¿Qué te parece?

¡¡LAS EMOCIONES ESTÁN AHÍ........LIBÉRALAS!!



La guerra vuelve estúpido al vencedor
y rencoroso al vencido.
Nietzsche

DIGNIDAD Y ÉTICA

Vivimos en un mundo de posibilidades que podemos abrir si nos liberamos de la costumbre.
***
Los modelos mentales son aquellas opiniones, juicios, creencias, patrones del pensamiento hondamente arraigados en nosotros.
Influyen en nuestra manera de ver el mundo, hace que observemos selectivamente. Condicionan nuestra forma de actuar. Están por debajo de nuestras conversaciones.


****


"El humano he necesitado construirse
un "cuento" que le acompañe
en su soledad.
Cada uno tenemos el nuestro
pero seguimos solos.
La grandeza de los escenerios espirituales
es que con el pecado llega el perdón.
En cambio en los espacios terrenales con el
error llega el castigo.
Así lo terrenal lesiona la autoestima
de la persona,
mientras que lo espiritual la
libera"

¿DALTONISMO SOCIAL?



Lo que no nos mata
nos hace más fuertes.
Nietzsche

"ACEPTACIÓN versus TOLERANCIA"

"Pobres ilusos. Pretendemos explicar nuestros actos y los de los demás de forma completamente racional, y no nos damos cuenta del poder de influencia del inconsciente."

Disses-me que queres dormir conmigo
mas acrescentas que nâo tens
comida
na tua morada pouco habitada, como quem pede desculpa por
pobre
convite a um sono partilhado,
tal como quem nâo deseja
entender
quâo farta refeiçâo é esse corpo
com que gosto de suar em
demasia:
gotas salgadas como as lágrimas vertidas quando me tens longe de
ti
-sempre que foges da palavra
amor.

***

La luz está hecha de sombras
pero la sombra no existe:
lo que tú llamas sombra
es la luz que no ves.

Quítate lo que sobra..........



Cómo aprovechar el tiempo
Fuente. El País

Organizarse, ordenar, pararse a reflexionar y encontrar espacios para el disfrute y el ocio son la mejor garantía para ganar la partida al reloj.
Si realizáramos un ranking de las frases que más pronunciamos en la actualidad, en los primeros puestos seguro que encontraríamos la de “no tengo tiempo”. Si este mismo análisis lo hubieran llevado a cabo con nuestros abuelos, esta queja no la habríamos encontrado como una de las primeras. Y sería bonito pensar que vamos a superar esta fase de obsesión por el reloj y que en las próximas generaciones esta lamentación por lLista numeradaa escasez de tiempo volverá a desaparecer.

“Sólo tenemos una vida, y desaprovecharla nos da pánico. Nos sentimos culpables si el tiempo no es productivo o rentable”
“Preparar, desarrollar y recoger. Tener en cuenta estas tres fases es importante para que cualquier actividad sea productiva”
Sólo tenemos una vida, y desaprovecharla nos da pánico. Vivimos con una sensación de fondo de que quizá podríamos aprovechar más el tiempo, que podríamos estar haciendo más cosas, que podríamos llegar más lejos. Nos sentimos culpables si el tiempo no es “productivo” o “rentable”.
El tiempo improductivo nos pesa, y no sólo en el terreno laboral, sino incluso en nuestros espacios de ocio. Las vacaciones son un buen ejemplo; más que saborearlas, las convertimos en productivas de alguna forma: para dar una imagen ante los demás, para acopiar recuerdos y fotografías para el futuro…, para algo más que el simple disfrute.
Les propongo reflexionar sobre nuestro tiempo con el siguiente cuento:
“Había una vez un leñador que se presentó a trabajar en una maderera. El sueldo era bueno, y las condiciones de trabajo, mejores aún, así que el leñador se propuso hacer un buen papel.
El primer día se presentó al capataz, que le dio un hacha y le asignó una zona del bosque. El hombre, entusiasmado, salió al bosque a talar. En un solo día cortó dieciocho árboles.
–Te felicito, sigue así –dijo el capataz.
Animado por estas palabras, el leñador se decidió a mejorar su propio trabajo al día siguiente. Así que esa noche se acostó temprano.
A la mañana siguiente se levantó antes que nadie y se fue al bosque. A pesar de todo su empeño, no consiguió cortar más de quince árboles.
–Debo de estar cansado –pensó. Y decidió acostarse con la puesta del sol.
Al amanecer se levantó decidido a batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al día siguiente fueron siete, luego cinco, y el último día estuvo toda la tarde tratando de talar su segundo árbol.
Inquieto por lo que diría el capataz, el leñador fue a contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se estaba esforzando hasta los límites del desfallecimiento. El capataz le preguntó:
–¿Cuándo afilaste tu hacha por última vez?
–¿Afilar? No he tenido tiempo para afilar: he estado demasiado ocupado talando árboles”.
Es obligatorio que paremos y afilemos nuestra hacha. La forma de hacerlo es conociendo las trampas en las que solemos caer por culpa de esa sensación de falta de tiempo.

Trampa 1: correr
La rapidez, que es una virtud, engendra un vicio, que es la prisa (Gregorio Marañón)
Los humanos somos tan inocentes que nos llegamos a creer que si corremos podremos llegar a todo lo que nos hemos propuesto. Incluso queda bien correr y decir “estoy muy ocupado, no tengo tiempo, tengo prisa”. De hecho, si alguien dice que le sobra tiempo, empezaremos a sospechar que no trabaja mucho, que no es muy normal.
Lo lamentable es que en aquellos casos en que no queremos correr, los demás nos contagian. Tendríamos que apearnos todos a la vez de las prisas. La gran mayoría de mis alumnos de primero de la licenciatura de Psicología son jóvenes de unos 18 años que, obviamente, están estudiando la carrera porque quieren ejercer como psicólogos. Sin embargo, entre mis alumnos hay unos pocos que son personas más mayores, de entre 30 y 50 años. Las motivaciones de esta minoría son muy distintas. Cuando hablo con ellos me comentan que estudian psicología por placer. A medida que avanza el curso, cada vez los veo más estresados, y al preguntarles el porqué de su estado, me suelen comentar que es el ambiente del resto de compañeros jóvenes lo que les genera estrés. Entran en la universidad para aprender y disfrutar, pero acaban preocupados por las notas. Ellos no tienen ninguna prisa por acabar, pero terminan teniéndola al igual que el resto de los estudiantes. Y con esas prisas, sus ilusiones iniciales de disfrutar se ven truncadas. El río de las prisas los arrastra a ellos y a todos.

Trampa 2: eliminar actividades gratificantes
El trabajo más productivo es el que sale de las manos de un hombre contento (Victor Pauchet)
El día tiene 24 horas, así que como no podemos alargarlo recortamos la lista de cosas por hacer. Desgraciadamente, las que eliminamos son las actividades no productivas, es decir, las placenteras. Y pensamos que si nos queda algún hueco ya iremos a tomar un café con nuestro amigo o nos daremos un paseo, lo cual al final no sucede nunca.
No somos conscientes de que si vamos eliminado lo que realmente nos gusta, nuestro estado de ánimo se resentirá y nos influirá negativamente en nuestra productividad. Tener nuestra hacha afilada para poder cortar muchos árboles significa, entre otras cosas, tener un buen estado de ánimo. Y lo más peligroso es que si dejamos de hacer lo que nos gusta, al final no nos gustará hacer nada.
Entre las actividades gratificantes que eliminamos es usual encontrar el ejercicio físico. Los gimnasios viven de las personas apuntadas que tienen el firme propósito de ir, pero que por falta de tiempo no acuden nunca. Tener una hacha afiliada significa también estar en buen estado físico. Si eliminamos el ejercicio físico porque nuestro trabajo no nos deja suficiente tiempo para él, paradójicamente también acabaremos produciendo menos.

Trampa 3: No hacer un hueco para ordenar y planificar
No hay como el orden para enseñar a ganar tiempo (anónimo)
Recordemos las últimas palabras del leñador: “¿Afilar? No he tenido tiempo para afilar: he estado demasiado ocupado talando árboles”. Estamos demasiado ocupados trabajando para parar y ordenar. Y el orden es imprescindible para optimizar nuestro rendimiento.
Las madres nos solemos asombrar de cómo pueden las guarderías manejar a tantos pequeños, cuando nosotras sólo con los nuestros tenemos tanto trabajo.
Fijémonos cómo suelen organizar el tiempo: cada actividad tiene tres partes muy marcadas: 1) preparación, 2) desarrollo de la actividad, y 3) recoger. En nuestro trabajo, en nuestra vida, la parte dedicada a recoger muchas veces nos la saltamos para pasar directamente al siguiente punto de la lista de cosas por hacer. Y es muy importante ordenarlo todo si queremos ser realmente productivos. Los beneficios del orden no hace falta ni nombrarlos: ¿cuántos ratos hemos perdido por papeles traspapelados?
Tener en cuenta las tres fases también es imprescindible cuando planificamos el día. Normalmente no somos muy buenos calculando el tiempo, y por eso siempre nos frustramos cuando no logramos tachar todas las tareas de la lista. Cuando calculamos, no somos conscientes de las tres fases, sólo pensamos el tiempo que nos va a llevar realizar la actividad, pero no computamos el tiempo de preparar y recoger. Ser conscientes de que cualquier actividad requiere de estas tres fases nos hará ser mucho más realistas cuando calculemos nuestro tiempo.
Cuando planificamos, solemos ser muy optimistas y no pensamos que vamos a tener imprevistos. Y los imprevistos es lo más previsible que existe. No solemos prever que quizá cuando subamos al coche tendremos que ir a poner gasolina, que hoy recibiremos algunos e-mails urgentes, que nos llamarán del colegio de nuestro hijo porque tiene fiebre.
Tenemos que planificar la jornada de una forma que nos quede el día muy holgado para dejar espacio a los imprevistos. Cuando vamos al médico, siempre tenemos que esperar. Si preguntamos, nos explican que necesitan más tiempo por paciente y que además hay urgencias que se cuelan. Hasta aquí se entiende; lo que es más difícil de comprender es que si siempre hay urgencias y siempre se necesita más tiempo por paciente, ¿por qué los que realizan las programaciones no lo tienen en cuenta cuando nos dan hora para la cita? Igual que ellos deberían dejar tiempo para las urgencias que seguro aparecerán, nosotros, cuando calculamos nuestro tiempo, debemos pensar que indudablemente nos surgirán imprevistos.

Trampa 4: no parar
para reflexionar

El tiempo de la reflexión es una economía de tiempo (Publio Siro)
Si el día no nos llega para cumplir todas las obligaciones, o nos llega pero a costa de nuestro bienestar, está claro que nos hemos de parar a reflexionar sobre qué obligaciones eliminamos.
En los seminarios sobre este tema, cuando les propongo a los asistentes que eliminen obligaciones de su agenda, la respuesta inmediata es: “¡imposible!”. Algunas personas se quedan encalladas en este “imposible”, pero otras van más allá. Y entonces empiezan a reconocer que algunas obligaciones son en realidad autoexigencias. No es fácil llegar a esta conclusión.
Una de las autoexigencias que “desde fuera” se ve más clara es la obsesión por la limpieza. Existen muchas mujeres (porque es una obsesión más típica del sexo femenino) que no viven porque limpian. Se exigen tener la casa sin una mota de polvo. Y les resulta imposible romper esta absurda autoexigencia. Nosotros aunque quizá no tengamos autoexigencias tan claras, seguro que si nos analizamos bien a fondo y somos sinceros, también las podremos encontrar.
Todos tenemos autoexigencias diferentes, pero algunas son bastante comunes. Por ejemplo, nuestro afán por quedar bien con los demás. Y ésta es la que nos lleva a no saber decir que no y a añadir más obligaciones en nuestro largo listado. Sólo reconociendo qué obligaciones son en el fondo autoexigencias podremos empezar a ganar tiempo para construir días más holgados y calmados.
Intentemos no caer en todas estas trampas y, sobre todo, no esperemos que esta sensación de falta de tiempo que caracteriza a la sociedad actual la superen futuras generaciones, superémosla nosotros.


El estrés y el tiempo
Shirley MacLaine pronunció una frase sobre la que se puede reflexionar: “Conciencia del tiempo es igual a estrés y agotamiento corporal y emocional”.El estrés no lo provocan las actividades que realizamos, sino la falta de tiempo para llevarlas a cabo. Cualquier actividad, por problemática o difícil que se nos presente, si tenemos tiempo de sobra para realizarla, no nos angustiará. Al disponer de tiempo, podemos dividir la actividad en múltiples trocitos pequeños fáciles de superar. Si carecemos de tiempo, la veremos como un bloque, una enorme montaña a la que nos va a costar subir. En definitiva, el tiempo es la variable clave de nuestro bienestar.

¿Quieres ser la arquitecta de tu vida?



El que no sabe dar nada
tampoco sabe sentir nada
Nietzsche


"VÍCTIMA versus RESPONSABLE"

Está claro que el papel de víctiva es un papel cómodo. Como las circunstancias dirigen mi vida, entonces esta es incontrolable. Así no voy a hacerme cargo de mi vida y no deseo ninguna responsabilidad.La víctima siempre prioriza el peso de las circunstancias sobre el poder de la respuesta personal.
La persona responsable asume la autoría de acciones, el diseño del curso de la vida en coherencia con sus principios y creencias. Sólo si soy parte del problema puedo ser parte de la solución. El protagonista es una persona responsable habilitada para responder frente a la situación, aunque esta no sea causada por él.
La víctima siempre mira "que tienen aquí para mí" el responsable se plantea "qué puedo aportar Yo aquí".


"Uno a menudo encuentra su destino en
el camino que toma para evitarlo".

¡¡¡Las rebajas ya están aquí!!! ¡corre, corre... que se termina!


Sueños de reflexión.


Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos
que ha perdido de forma extraordinariamente
peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que
ven en él al animal irracional, al animal que rie,
al animal que llora, al animal infeliz.
Nietzsche


Las luces ciegan nuestra conciencia y modifican aquellos valores que, aun, nos quedan por perder.
Parece como si la felicidad del capitalismo sólo pueda alcanzarse con el consumo y en él andamos persiguiendo la ganga y el glamour.
El coaching ético con propone diversas distinciones que nos permitan ver, desde otra perspectiva, la acción de nuestra feroz "apropiación de la realidad".
La sobresaliente ciudadana Sor Juana Inés de la Cruz nos dejó testimonios de emancipación que quiero dejar aquí como homenaje a la voluntad de cambiar los destinos:

Rosa divina, que en gentil cultura.
Eres con tu fragante sutileza
Magisterio purpúreo en la belleza,
Enseñanza nevada a la hermosura.
Amago de la humana arquitectura,
Ejemplo de la vana gentileza,
En cuyo ser unió naturaleza
La cuna alegre y triste sepultura.
¡Cuán altiva en tu pompa, presumida soberbia,
El riesgo de morir desdeñas, y luego desmayada y encogida.
De tu caducos ser das mustias señas!
Con que docta muerte y necia vida, viviendo engañas y muriendo enseñas.
Sor Juana Inés de la Cruz. México

¿AMAS A LOS DEMÁS?


La persona activa aprende sola.
Nietzsche

¿Además de buenas intenciones como han notado hoy, los demás, TÚ voluntad de ayuda?Los socios del CLUB DE LA MISERIA pertenecen a un colectivo marginal que precisa de demasiadas cosas que nosotros no valoramos dada nuestra opulenta existencia.Seguro que cerca tuyo convive la carencia, la soledad, la infancia desatendida. Los miembros del "Club de la Miseria" no desean ser objetos de los experimentos socialistas. No basta con dar unas monedas, es necesario comprometerse con un abanico de medidads emancipadoras. "No demos un pescado, enseñemos a pescar."Se estima que hay mil millones de personas estancadas en la más absoluta miseria. Básicamente están en África y Asia Central..... sinceramente. ¿Te importa? pero, además, seguro que en tu barrio existen necesidades básicas por cubrir...... quizá pronto tu serás el protagonista de la carencias..... ¿lo has pensado?
COACHING SOLIDARIO


"No veo de qué manera se puede no creer en Dios y considerar que no se puede probar su existencia.
Y creer después en la inexistencia de Dios y sentirse capaz de poder probarla"
Humberto Eco