Un día como hoy,
lluvioso y agradable, nos invita a pensar sobre la grandeza de la vida.
A punto de eclosionar
la primavera, la oscuridad abandona los escenarios de convivencia para dejar
paso a esa luz que puede iluminar a nuestro cansado SER.
Lo que te digo no
deberías tomártelo como una "ñoñería" sin sentido. Es una invitación
personalizada para compartir el "momento" que nos toca
"vivir".
Digo
"vivir" pues irremediablemente la muerte nos espera muy a pesar
nuestro. Si la tenemos presente aprovecharemos todos los "momentos"
en bien de todos ya que poca felicidad es esa que solo sirve para uno.
La muerte, por tanto,
es vida si la sabes entender y no temer. Hace vivir cada instante con suma
intensidad y nos permite ver a la "otredad" como una manifestación de
amor.
Hoy las ardillas son
felices pues no tienen depredador.
Camina hacia tu
plenitud.
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