“A un viajero
que preguntaba como podría distinguir entre
un coach verdadero y otro falso, le respondió lacónicamente el coach:
“si tu mismo no eres engañoso, no serás engañado”
Más tarde les
dijo el Coach a sus discípulos: “Por qué será que los que buscan dan por
supuesto que ellos son sinceros y que lo
único que necesitan es el modo de detener el fraude en el Coach?
CREAR
Procedentes del Mar, somos receptáculos que
necesitamos expresar la interpretación que nos ha confiado al contenerlo. Nos
apremia exteriorizar lo que se agita en nuestro interior, concretar en la
materia lo que nos estremece.
Lo nuevo busca plasmarse a través nuestro y no cesa de
pujar hasta que encuentre su cauce.
Creando, damos forma a lo intangible, damos a luz a lo
que todavía no existe. Aparece por primera vez a través de nuestra modulación.
Así se distingue la creación de la producción; producir es repetir, crear es
dejar que aparezca lo singular, lo diferente.
“Para ser original hay que ir al origen”
El origen posibilita lo nuevo, lo inédito, lo
adveniente. El impulso creador aparece primero como una ráfaga, un vislumbre
Tan importante es ese empuje inicial como encontrar el
vehículo y el material que logren expresar la fuerza que contiene.
Luego viene el combate, el éxtasis y la agonía, la
lucha con la materia y con el instrumento para que sean dóciles a lo que busca
salir a la luz.
Acabada la obra, llega el reposo..
En ella descansa la fuerza primigenia que ha
encontrado el modo y la forma de plasmarse. Las piezas maestras son resultado
de tenaces e inimaginables combates, cuerpo a cuerpo, del artista con su obra.
Los campos de la creatividad son inabarcables, como
innumerables son las posibilidades de las que está hecha la materia. Cada
creación es la aparición de un mundo.
En la pintura se muestra a través de trazos y colores,
conjugando luces y sombras con pinceladas vigorosas, con dulzura y ternura.
La cultura recrea el volumen y las formas con diversos
materiales. Ha quedado inmortalizado el emerger de la figura humana en las
piezas inacabadas de Miguel Ángel, donde brotan esclavos y prisioneros que
pugnan por desprenderse de la piedra amorfa.
La arquitectura trabaja el espacio y permite dar cauce
a la frondosidad visionaria de Gaudí.
La música modula las ondas sonoras, suaves y pausadas
de Bach.
El acto creador está aguardado no solo en los ámbitos
explícitos del arte sino que acecha por doquier; en el taller, inspira al
mecánico y al carpintero; en el laboratorio, al investigador; en casa, a quien
cocina entre los pucheros; en la calle, al jardinero, incluso al barrendero le
están aguardando la escoba, las hojas del otoño, los papeles y las colilla para
ser recogidas con arte en el contenedor.
Desde la perspectiva del wu-wei taoísta, no hay creación
humana alguna. Solo trasparencia. El artista mira y escucha el ritmo de las
cosas y deja pasar a través suyo lo que oye y ve. Su arte consiste en no
interferir.
El Mar busca expresarse con su imprevisible oleaje.
Por medio de nuestro instinto creador se abre paso para dar a luz las formas
que en él laten. El impulso creador busca plasmar lo que alberga cada uno.
Cuanto más centrados estamos en el ser que somos más
capaces de crear, de alumbrar aspectos inéditos de realidad.
Melloni
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