La escritura emocional te guía hacia un conocimiento de tu propio ser y al
comprenderte comprenderás a los demás, y con ello obtendrás una visión mucho más
amplia del mundo tanto externo como interno de tu propia persona. Escribir no es
un acto reflejo como puede parecer en un principio, antes debemos realizar un
trabajo de mentalización o visualización, viajamos hacia nuestro propio mapa
emocional y nos trasladamos en el tiempo: al pasado al recordar y por tanto
volver a sentir dolor, amor, etc. y al futuro al imaginar lo que todavía no ha
ocurrido; pero aún así nuestras sensaciones de alegría o temor siguen siendo
auténticas.
Al escribir nos liberamos. Y al leer lo que hemos escrito nos elevamos como
en un viaje astral sobre nosotros mismos y comprendemos desde otra perspectiva.
El autoconocimiento permite vivir y permanecer en zonas no comunes, nos permite
llevar a la práctica la creatividad desde el interior al exterior. La escritura
emocional tiene el propósito de aumentar tu creatividad para valorar desde
diferentes perspectivas tu situación y tu estado emocional, darte cuenta que
todo tiene solución y que la felicidad está en la actitud en la que te enfrentas
al mundo, y no como el mundo parece enfrentarse a ti.
La escritura emocional consiste en escucharte, valorarte, comprenderte...
mediante ejercicios de escritura realizas la acción de observar lo que
normalmente dejas de lado: necesitas buscar en tus recuerdos, en tus sueños, y
expresarlos para encontrarte y sentirte.
Todo ello se puede resumir en una sola palabra: intuición, que no es más que
ejercitar la observación y la auto escucha.
0 comentarios:
Publicar un comentario