Cuando dedicamos tanta energía al culto corporal, caemos en la desproporción porque abandonamos otras partes de nosotros”
Puede que tengamos que volver a mirar hacia al cielo para reclamar a las fuerzas cósmicas algo de ayuda ante tal feroz lucha entre lo ético y lo estético. Vaya por delante que con este artículo no se pretende cuestionar, ni juzgar, las reformas que consideremos necesarias, ya sea por nuestro bienestar personal como por prescripción facultativa. El debate no es sobre la moral del asunto. Interesa la reflexión sobre el sentido estético de la existencia. Todo cambio influye en la persona, pero la parte no es el todo. Hay que tener claro que existen malestares que sólo el alma puede curar.
0 comentarios:
Publicar un comentario