“HAY UN
REMEDIO PARA LAS CULPAS, reconocerlas”
Todo tiene su
razón de ser y una explicación lógica. Los sentimientos negativos funcionan
como un termómetro, nos indican que algo no funciona y se manifiestan a través
del malestar. Pero tienen su parte positiva: educa, permiten evolucionar y
generan aprendizaje.
¿Sino sintiera
culpa, cómo sabría que ha herido a
alguien? Si no sintiera frustración, igual no le daría valor al esfuerzo cuando
consigue su objetivo.
¿Y qué me dice
de la inseguridad?...También tiene un sentido evolutivo, le protege de las
amenazas, aunque muchas de ellas no sean tan aterradoras como imagina.
Ahora, deje
espacio a sus sentimientos y, cuando estime que han convivido con usted el
tiempo suficiente, ábrales la puerta y déjeles marchar.
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