Posiblemente
vivimos envueltos en la soberbia de vivir. Creemos que somos eternos y
actuamos, frecuentemente, como si tal. ¿Qué haría hoy si fuese mi despedida? ¿Iría
a trabajar aun estando jubilado? ¿actuaría para satisfacer mi insaciable
vanidad? ¿Tendría la serenidad de despedirme de mis seres próximos con
amor?..... afortunadamente ignoramos ese momento, aunque llegara. Más llegar
llegará dado que cada día nos acercamos más a él ignorándolo. Nos estamos
despidiendo de la primavera 2012 en silencio y engordando… ¿Puede tener el
vivir otra dimensión que no consumir coches de lujo o trenes eléctricos?
¡¡¡ser adultos
nos obliga a más!!!
Francamente
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