También el voluntariado puede ser importante para el
menesteroso, es decir, el lugar en el que se manifiesta y se da la compasión,
la ternura y el perdón, la acogida “al que estaba por llegar”. Quizás, durante
mucho tiempo, algún “excluido” no haya tenido la experiencia de encontrarse con
alguien que le haya escuchado, atendido y acogido; alguien que se haya
interesado por él a cambio de nada, alguien que le haya mirado con “otros ojos”
y haya visto en él no sus delitos, sino a la persona que busca ser reconocida
en su dignidad “perdida”, alguien que pide ser escuchado, alguien que pide, a
su manera, ser incluido. Esta experiencia de acogida y de verse reconocido en
su dignidad puede ser el comienzo de su recuperación humana, de su inclusión.
No es fácil curarse de tantas heridas si no se encuentra alguien que esté
dispuesto a curarlas, a acompañar al herido en el camino de su inclusión, de su
EMANCIPACIÓN.
Gracias a vosotros, los que arriesgáis vuestra fama por la defensa de los que no tienen poder; de los excluidos
1 comentarios:
que consejos mas bonitos, y las fotos no están mal.
Publicar un comentario