Sin duda la vida es una promesa que debemos tomar. Mas
también es una oportunidad para aprovechar; no obstante es asimismo un misterio
a descubrir.
La vida, es, tanto un
reto a afrontar como un deber a cumplir que se enmarca en un proyecto a
realizar con un dolor a asumir.
La vida es felicidad
a saborear en un combate que no podemos obviar. Es belleza para admirar y un
himno para cantar.
La vida puede ser,
por tanto, una presencia para fluir y amor para compartir.
La VIDA es
eterna.....hagámosla crecer.
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Cuando veamos
plenamente a la Emancipación, formaremos parte de ella. Ahora todo es caminar,
más o menos, en su búsqueda, o no. La Emancipación se vive amándola o
ignorándola pero siempre está ahí. Hoy puede ser un buen momento para revisar
la relación con ella, reconduciéndola si es preciso. Al igual que los niños
crecen y maduran; los adultos tienen la capacidad de abandonar el YO para
situarse en el anónimo plano del nosotros. ¿Qué te llevaras cuando te llame
ella? Entonces... si lo sabes para que te dedicas a tener ignorando el SER.
Recuerda que perdemos lo que tenemos, no lo que somos.
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Cuando formes parte de la anónima eternidad solo quedaran
las huellas en el sendero que otros pisarán. ¿Entonces? ¿Para qué obviar el
amor y la vida que es lo que persiste? ....no te dejes engañar por la vanidad
encubierta en tu nombre....solo somos moléculas temporales con potencial Emancipador.
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Mucho nos han hablado
sobre el infierno y a menudo lo consideramos como algo inexistente. Pues
estamos en un error. El infierno existe, es nuestra zona de confort. Es aquella
área donde la costumbre nos ha situado y sobrevivimos sin aparente esfuerzo.
Avanzar hacia la Emancipación es, por tanto, salir de esa "zona de
confort" buscando el crecimiento personal. Hoy la crisis nos da la
oportunidad de abandonar esa tradición cómoda haciendo que la revisemos y, si
estamos convencidos, la adaptemos al crecimiento común. ¿De qué nos sirve reír
si a nuestro alrededor solo hay lagrimas?
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