EMANCIPACIÓN:
Si me das fortuna; no me quites la razón. Si me das éxito no me dejes sin humildad. Más si me entragas la humildad que no me quede sin dignidad.
Ayuda-me a decir la verdad delante de los fuertes y no me dejes practicar el engaño para ganarme el aplauso de los débiles.
El silencio y la soledad nos proporcionan ingredientes necesarios para la reflexión precisa encaminada hacia un espíritu de servicio que debe entrar en cada uno de nosotros. Así la Emancipación anidará siempre en quienes confien en ella.
1 comentarios:
Que no me quede sin dignidad, pero menos aún sin emancipación.
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