Algunos de nosotros nos preguntamos en la intimidad...¿qué somos?
La respuesta podría ser: "eres lo que haces".
Quedarte inactivo como consecuencia del paro o la edad es
obviar tu potencial enorme que deterioras día a día por tu comodidad.
Bien esta dar apoyo a los demás más debemos cultivar la
capacidad humana que la emancipación nos ha concedido.
Escondernos detrás de la familia, hijos u otros, es
reducir la generosidad a nuestro espacio emocional y por tanto una acción del
YO.
El otro es anónimo y también te necesita. Las maneras de
dejar testimonio de tu amor son infinitas pero para ello debes abandonar el
egoísmo que anida en ti cuando solo te dedicas al gozo propio.
Toma tu pena y ábrete al mundo con una sonrisa de
aceptación por dura que sea la realidad. Todos somos "niños"
necesitados de la comprensión del OTRO.
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