Podemos Cambiar las Emociones Negativas por Positivas
- ¡Sin lugar a dudas “SÍ”!. No sólo podemos controlar y modificar las emociones negativas sino que podemos potenciar considerablemente las positivas.
- Somos nosotros quienes generamos nuestras emociones y por ello también somos nosotros quienes podemos potenciarlas, desarrollarlas, modificarlas o cambiarlas para ponerlas a nuestro servicio.
- La felicidad depende de cada uno de nosotros. No es una cuestión de mala o buena suerte. Cada persona puede construir su propia felicidad y todo depende del empeño que se ponga en ello.
- Cuando sentimos satisfacción, entusiasmo, pasión, felicidad, alegría, júbilo, gratitud…, se generan energías positivas que nos llevan por la dirección correcta aportando pensamientos e ideas que nos permiten realizar actividades que nos impulsan de forma activa hacia las metas y hacia los objetivos propuestos.
- Sin embargo cuando experimentamos ira, depresión, desesperanza, aburrimiento, ansiedad, estrés, enfado, resentimiento, tristeza, inseguridad…, se generan energías negativas y, en estas condiciones, el tiempo que dedicamos a pensar y a prestar atención a las cosas que nos rodean hace que nos alejemos considerablemente de las metas. ¡Todo lo veremos negro e imposible de acometer y superar!
- Las emociones y los sentimientos nos indican cuándo hemos perdido el rumbo y cuándo es hora de iniciar un cambio.
- Nos muestran que tenemos que introducir pensamientos positivos que modifiquen el enfoque que estamos dando a las cosas.
- Nos indican cuándo es el momento de intentar hacer algo diferente que nos proporcione sentimientos opuestos a los que estemos sintiendo en esos momentos y que nos perjudican considerablemente.
- Debemos orientar todos nuestros pensamientos y esfuerzos hacia la resolución de los problemas y no hacia la creación de los mismos.
- Debemos orientar todo nuestro esfuerzo y nuestro tiempo hacia la consecución de metas y objetivos adecuados pero nunca a impedirlos.
- Es cierto que los estímulos externos tienen su influencia pero somos nosotros quienes los filtramos. Las emociones las generamos nosotros, son consecuencia de nuestros pensamientos y si las generamos nosotros también las podemos cambiar y controlar.
- Podemos controlar las emociones si detectamos y cambiamos los pensamientos que las generan y las mantienen por otros más constructivos, más positivos y más resolutivos.
- Es muy importante tener una actitud positiva y cultivar emociones y sentimientos positivos mediante el pensamiento, la voluntad, el esfuerzo, la constancia y el trabajo.
- Aunque parezca difícil, podemos aprender a controlar nuestros sentimientos y nuestras emociones. No permitamos que la tristeza, la pena, la añoranza, la ira, la rabia, el odio, la envidia, el rencor… dirijan nuestras vidas. Todo esto nos bloquea, nos inhibe y nos impide desarrollar lo mejor de nosotros mismos.
- Si queremos sentirnos cómodos y felices con nosotros mismos cuanto más nos alejemos de los estados negativos muchísimo mejor.
- Los sentimientos y las emociones negativas no sólo no resuelven nada, sino que además nos cargan de elementos negativos que nos bloquean e impiden aportar cualquier solución a cualquier problema por mínimo que éste sea.
- El dolor emocional y los sentimientos negativos, sólo tienen una parte positiva y es que nos están indicando que algo está fallando, que algún error estamos cometiendo, que algo está resultando inútil y autodestructivo, que vamos por el camino equivocado… que es el momento de cambiar.
- Una vez que hayamos reconocido e interpretado esa situación y ese estado, lo demás es fácil, sólo tenemos que actuar en la dirección opuesta e intentar eliminar esos sentimientos negativos modificando los pensamientos por otros más adecuados y adaptativos hasta conseguir restablecer el equilibrio y la armonía emocional.
- En cuanto identifiquemos qué es lo que nos está provocando un determinado estado de ánimo sólo tenemos que actuar y cambiar el pensamiento por otro totalmente opuesto, buscar soluciones útiles y adecuadas, tener en cuenta alternativas que están ahí pero que no estamos viendo, potenciar actitudes y estados de ánimo opuestos, poner en marcha recursos más adecuados… hasta conseguir un mayor control emocional basado en la modificación de los pensamientos y actitudes inadecuadas por otros más potentes, más adecuados, más resolutivos y más beneficiosos que debatan continuamente los argumentos que nos invaden, anulan y autodestruyen.
- Saber manejar nuestras emociones es fundamental para nosotros y para los que nos rodean. Si desarrollamos este potencial, disfrutaremos mucho más de la vida. ¡Todo serán ventajas!
- Esta habilidad aumentará la atención, la motivación, la creatividad, la empatía, la responsabilidad, la concentración, el orgullo, la autosatisfacción, la capacidad para resolver problemas...
- Seremos mucho menos impulsivos pues tendremos mayor autocontrol, mejorará nuestra capacidad para resolver conflictos en una relación, seremos más comunicativos, más sociales y considerados con los demás, incrementaremos la capacidad de escucha…
¡A veces, no podemos controlar las situaciones pero sí podemos controlar nuestras decisiones para cambiar nosotros!
¡Si no podemos cambiar la situación cambiemos nosotros!
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