Cuando
el olvido haya hecho su trabajo y solo sea un sujeto de la superficialidad no
podré acordarme de lo mucho que significaste para mí.
No me acuerdo, ya,
cuando te vi por primera vez (pues posiblemente nunca te conocí) aunque si
mantengo intacta la emoción que tuve cuando fuiste singular para mí.
Mi recorrido ya venía
de lejos y casi se perdía en los horizontes del recuerdo. Tú, alegre, mostrabas
interés por los episodios de fantasía que la experiencia transmitía sabiendo
que el camino era corto y a veces algo penoso.
Sabía que las compañías
son efímeras, que lo verdaderamente
nuestro es la soledad y el silencio.....pero, ya ves, por un tiempo
transgredimos el destino humano....vivimos la risa y el llanto.....anduvimos
como niños pisando los charcos. Pero los sueños, aunque bellos, se terminan. Ya
no sé quién eres ni cómo te llamas. Tampoco sé quién soy yo. El olvido ha hecho
su trabajo....aun respiro pero solo sé que me veo y no reconozco
Comentario: No es necesario que la enfermedad llegue para
olvidar! Olvidamos para llenar de vivencias nuevas, nuestras vidas vacías.
Afortunadamente la mente sabia nos devuelve aquellos recuerdos a través de
emociones sentidas y por un instante nos trae el olor peculiar de
los momentos vividos... Que sin fortuna y por el paso del tiempo los logramos
encajar en vivencias singulares... Eso sí, nos consolamos pensando que fueron felices
0 comentarios:
Publicar un comentario