Los conceptos y las teorías tienen poco valor si no los aplicamos. Observarse y encontrar las herramientas propias son el único camino para pasar a la práctica.
Colocaron las cuerdas dentro de la bolsa y partieron hacia el motel. A su edad (72 años él y 63 ella), la decisión no había sido resultado de un impulso. Ahora, la idea del suicidio acaparaba todo su espacio mental. El jueves por la noche, el empleado del hotel encontró sus cuerpos colgando del techo y una breve nota en la que ella había anotado: "Tuve un momento muy difícil porque sufro de pulmón y de corazón". El suceso saltó rápidamente a los periódicos. No es usual que un matrimonio decida ahorcarse conjuntamente en un motel, pero lo insólito de la noticia radicaba en que ella era "la sacerdotisa de la felicidad". Con este apodo se conocía a Choi Yoon-Hee en Corea del Sur porque había escrito veinte libros sobre la felicidad y la esperanza, y participado en varios espectáculos de televisión sobre el tema.
"No hay nada nuevo en los libros de autoayuda. Lo que nos falta es practicarlo"
"Debemos estar atentos a nuestras sensaciones, emociones y pensamientos, y cuando se curven, aplicar la teoría que ya sabemos"
"Cada persona descubre sus propias herramientas, y estas son íntimas e intransferibles. La práctica es la clave para encontrarlas"
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