Es vital que rompamos con nuestra adicción a la producción y aceptemos que somos más mucho más que lo que hacemos. Desde que nacemos nos programa para HACER ignorando y ocultando nuestro potencial de SER. Así, frecuentemente, cuando nos preguntan que somos, sólo sabemos contestar lo que hacemos pues no somos nada más. Esto no es casualidad, los grandes arquitectos de nuestro futuro (ver CLUB DE BILDERBERG) diseñan nuestro aprendizaje en base a sus necesidades para la cadena de producción. Con esta finalidad diseñan nuestras creencias y a través del miedo nos conducen por los laberintos de sus intereses al objeto de mantener el poder en manos de unos cuantos privilegiados. ¿Deseas liberarte de tú destino?
En nuestra sociedad, hemos aprendido a buscar la seguridad en el lugar equivocado: buscamos fuera de nosotros mismos e ignoramos el amor con mayor frecuencia de la deseada. El mundo exterior nunca ha mantenido las promesas en materia de seguridad que permita del desarrollo de las personas; está es una realidad que muchas veces preferimos ignorar instalándonos simplemente como sujetos de consumo. Obviamos que nuestra fortaleza está en la unión y en cambio tenemos una tendencia a enfocarnos en las diferencias que nos desunen. La naturaleza del amor es un misterio, no porque sea imposible de descubrir, sino porque resulta imposible de explicar. El amor va más allá del alcance del intelecto, así como una taza no puede contener un océano. La forma en que vivimos es tan difícil, tan llena de control, nada fluye, nada se base en el amor, no confiamos ni en nosotros mismos y siempre estamos buscando en los otros obtener el amor de la forma que sea.
¡¡¡Búscate!!!
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