Sólo utópica Y
esperanzadamente uno puede creer y tener ánimos para intentar con todos los
pobres y oprimidos del mundo revertir la historia, subvertirla y lanzarla en
otra dirección….. Lo que en otra ocasión he llamado el análisis coprohistórico,
es decir, el estudio de las heces de nuestra civilización, parece mostrar que
esta civilización está gravemente enferma y que, para evitar un desenlace
fatídico y fatal, es necesario intentar cambiarla desde dentro de sí misma.
Ignacio Ellacuria
Esa civilización gravemente
enferma es la civilización del capital, la civilización de la riqueza. Ésta
hace de “la acumulación del capital el motor de la historia y de su posesión y
disfrute el principio de humanización”. No ha ofrecido solución adecuada a las
carencias y necesidades básicas de la mayoría del planeta ni ha propiciado una
civilización humana y fraterna. La conclusión es clara: “en un mundo
configurado pecaminosamente por el dinamismo capital/riqueza es menester
suscitar un dinamismo diferente que lo supere.
El dinamismo es el que surge
de una civilización del trabajo, a la que llamó también una civilización de la
pobreza fundada en un humanismo materialista, transformado por la luz y la
inspiración en la emancipación del individuo. La satisfacción y el
acrecentamiento de la solidaridad compartida como el fundamento de la
humanización.
Los males que hay que
superar son evidentes: la pobreza, el endurecimiento de la explotación, la
escandalosa distancia entre ricos y pobres, la destrucción ecológica, y también
la perversión de logros como la democracia, la ideologización y manipulación de
los derechos humanos. Poniendo el acento en la vigilancia sobre el deterioro, la degeneración y la
prostitución del espíritu, en suma la deshumanización.
“PROVOCAR UNA CONCIENCIA
COLECTIVA DE CAMBIOS SUSTANCIALES….y CREAR MODELOS ECONÓMICOS, POLÍTICOS Y
CULTURALES HAGAN POSIBLE UNA CIVILIZACIÓN DEL TRABAJO COMO SUSTITUTIVA DE UNA
CIVILIZACIÓN DEL CAPITAL”
PARA SANAR UNA HISTORIA
GRAVEMENTE ENFERMA SE NECESITA, DE ALGUNA FORMA, EL APORTE DE POBRES Y VÍCTIMAS
Jon Sobrino
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