"El hombre que abandona el orgullo de la posesión logra la paz suprema" (Bhagavad Gita)
El conocimiento de uno mismo facilita el proceso de pasar del miedo a una forma de amor más rica, tolerante y relajada. El amor emocional puede florecer en verdadero amor duradero a medida que el fuego inicial de las emociones se enfría y se sustituye por una percepción más sabia y madura.
Actualmente muchas relaciones son "de bolsillo". Sin compromiso, no duran ni aportan verdadera realización. Esta experiencia acaba siendo desgarradora y agotadora, dejándonos vacíos. Las relaciones son duraderas y enriquecedoras cuando cada uno tiene seguridad personal independiente de que el otro satisfaga o no sus expectativas.
Al cultivar la seguridad interior, uno puede rendirse al amor de otra persona, creando relaciones en las que sumamos y juntos somos mejores. Vivimos lo que afirma Sergio Sinay: "Solo se puede amar cuando se reconoce la singularidad, la cualidad única e irrepetible de la otra persona. Para eso hay que verla, valorarla, honrarla como individuo y escucharla". Haciéndolo dejamos de competir, criticar y tener celos. Pasamos a aceptar, cooperar, unir, valorar y apoyar. Somos cómplices en crear una realidad mejor para todos. No ocurre que uno toma energía y el otro se descarga y debilita. Se incorpora a la relación una energía pura.
Uno de los aspectos que nos impiden crear y vivir esta complicidad es el instinto primordial de proteger nuestro yo individual y ser nosotros mismos. Procuramos no sentirnos invadidos, molestados ni dominados por los demás. Para evitarlo es importante que conozcamos y conectemos con nuestro espacio interior. Cuando el espacio interno está cultivado, somos conscientes de que nadie puede quitarnos lo que somos; entonces podemos sentirnos cómodos entre la multitud y convivir sin miedo.
Para abrirse al amor hay que saber cómo vivir las situaciones y las relaciones sin permitir que determinen tu estado emocional y mental. Vivir sin que las circunstancias sean creadoras de malestar, estrés, sufrimiento, tristeza, frustración o rabia. Hay que ser dueño de tu mundo interior. Para conseguirlo le ayudarán los siguientes consejos:
• Dar un paso atrás y observar mejora la interpretación de los hechos.
• Aceptarse. Clave para iniciar cualquier cambio positivo. Apruébese y dese el visto bueno. Aunque tenga otras muchas áreas de confianza, al rechazarse hiere su autoestima. Esto le debilita.
• Aceptar al otro. Permitirle ser sin corazas y expresarse sin miedos. Tras una separación, la aceptación le facilita el camino para liberarse de la decepción y sufrir. El otro no ha sido como quería. La relación desencadena situaciones desagradables. Le ayudará dejar fluir sentimientos difíciles de afrontar: rechazo, inseguridad, envidia, rabia, miedo, desaprobación. Imagínese cómo se sentiría si no se resistiera a ellos. Pruébelo ahora. Sentirlos inicia el camino para aceptarlos y deshacerse de ellos. Si le cuesta soltarlos, quizá necesite perdonar. Si no perdonas, tu energía se dispersa. Tu mente y tu corazón están contaminados con el ruido interno. Perdone y perdónese.
• Reconcilie. Ante las diferencias y el conflicto, solemos tener actitudes defensivas de enfrentamiento. Discutimos, no dialogamos. Culpamos y atacamos, no nos responsabilizamos. Nos vinculamos con quienes defienden nuestros planteamientos de enfrentamiento. Ello nos separa y distancia más. El desencuentro se agrava. Reconciliar es construir puentes hacia la comprensión y el diálogo.
• Deje de ser marioneta del deseo. Javier Melloni afirma que cuando el deseo invade el alma y esta no lo puede contener, este se convierte en destructivo y devastador como el cáncer que devora todo lo que encuentra a su paso. Así se convierte en una dependencia que pasa a ser una adicción. Adicción al sexo, a la bebida, a los malos tratos, a la sumisión, a someter, al poder, al dinero... Entonces el deseo nos esclaviza. El deseo es el amo, y nosotros, sus sirvientes, nos esforzamos en satisfacerlo. Perdemos la soberanía interior. Somos sus marionetas. Para dejar de serlo ha de aceptar primero que lo es. Obsérvese con atención.
• Analice los patrones que se repiten en su día a día. Descubra para qué los mantiene y quizá le darán la clave del porqué sigue anclado en esa necesidad dependiente que le impide darse desde el amor, buscar recibir más que dar.
• Permanezca atento a la dirección que le marca su deseo esencial, lo que realmente anhela, diferenciándolo de sus deseos dependientes que le alejan de sus sueños. Permanecer en un estado de alerta y atención sin juzgar, condenar ni culpar, aceptando lo que es como es, le ayudará a tener claridad.
• Elija la calma. Aprenda a crear un espacio interior en el que encontrarla. En la calma se vincula con el silencio, con usted mismo, con Dios. Así es amigo de los demás, del universo. Al convertir su mente en amiga se encuentra en paz consigo. Su diálogo interior le da energía y vitalidad, le mantiene sereno, abierto al amor.
• Ámese. Con autoestima, uno se siente seguro, confía. Con las rupturas es frecuente que disminuya nuestra autoestima. El sufrimiento que se experimenta en las situaciones en que su pareja le abandona no solo procede de la pérdida del otro, sino también del rechazo. Se abre una herida profunda al desaparecer su valoración. No suponga que porque el otro le deje usted vale menos.
Recordemos el acuerdo que nos propone Miguel Ruiz: no haga suposiciones ni saque conclusiones precipitadamente porque al hacerlo creerá que lo supuesto es cierto y creará una realidad sobre ello no siempre positiva ni guiada por el amor. Tenga la valentía de preguntar, aclarar y expresar sus deseos. Comuníquese tan claro como pueda para evitar malentendidos y otros dramas. Con solo este acuerdo puede transformar su vida.
1 comentarios:
. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
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