"Cuando el PODER se olvida de servir: enferma"
El silencio
franciscano, especialmente en días de lluvia, es absoluto y regenerador.
Al estar en su compañía
podemos analizar el caminar por los senderos de la Emancipación y, quizá,
constatar la finitud del egocentrismo.
Liberarnos pues de
todo aquello que representa "mundo" es el reto eterno al que todo
humano debe aspirar.
En la soledad se
revela la libertad.
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