"Todos merecemos lo mejor de ti"
. Habitualmente
cuando hablamos de paz entendemos no pelearnos con el prójimo, respetarlo y ser
"pacífico" con el otro; no invadir su territorio así como aceptar su
cultura y tradición. Si, está bien todo esto. Más lo conseguiremos si como
primer objetivo tenemos una "paz propia e interior".
Armonizar nuestras
emociones y sentimientos nos conducen hacia el "paraíso de la
Emancipación" con un amor generoso y desinteresado, no como el amor
ocasional de cabaret que poco a poco nos mata.
Tal armonización
interna que equilibra la existencia se alcanza mediante un proceso de
desintoxicación del egocentrismo que como "capa protectora" hemos
cubierto nuestro potencial de SER. Esto, unido a la satisfacción temporal del
consumismo, nos ha alejado de un propio sentido de la vida.
Busca tu paz y
desde ella alcanzarás la comprensión del prójimo que es parte de "ti
mismo".
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