Soñar no cuesta nada
Cuando soñamos nos recreamos
sobre cómo prodrías ser las cosas.
Soñar no tiene compromiso, ni
tampoco coste....pero, claro está
tampoco tiene beneficio.
Cuando tenemos una visión clara,
es decir añadiendo acción a nuestro
sueño, sentimos una fuerza superior
que nos empuja a conseguir este sueño.
Cuando los sueños se frustan la culpa
la tiene las circunstancias ajenas a nosotros
Esto nos lleva a abrazar la resignación
ignorante el compromiso de la acción. Así
cuando no sabemos distinguir entre sueño y visión
(sueño + acción) difícilmente podremos intervenir
en nuestras vidas. Esta estará en manos ajenas.
Podemos despertar y hacernos preguntas tales
como "¿Qué quiero hacer en el futuro?" "¿Qué
valores son importantes para mi?" "Qué estoy
dispuesto a hacer y qué estoy dispuesto a sacrificar
para lograrlo?".
La visión tiene una enorme capacidad para
movilizar-nos y comprometernos con aquello
que verdaderamente deseamos.
La visión puede ser el motor de nuestra
reinvención cíclica.
¿vives la vida que tu deseas?
3 comentarios:
Estupenda entrada, reflexiva y positiva. Para tomar nota.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Soñar, despertar, ver y actuar para conseguir...
Muy buena reflexión.
Un abrazo amigo Paco
A veces se sueña para escapar, pero ese no es el camino. Muy buena exposición.
Un saludo.
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