Sinceridad.
Confiamos en el otro en la media
en que creemos que es sincero y, al
contrario, desconfiamos de aquel que
creemos que nos miente.
Este juicio sobre la sinceridad se basa,
a veces, en hechos contrastatados,
pero no siempre es así.
Cuántas veces juzgamos que alguien
no está siendo sincero y le retiramos
nuestra confianza sin contrastar los
hechos al dar crédito a un tercero,
interpretar erróneamente una situación
o recoger rumores.
Por otra parte, supongamos que la
otra persona nos ha mentido.
¿Es suficiente motivo para romper
nuestra confianza?
Hay muchos factores que pueden
llevar a una persona a mentir.
Pongamos como ejemplo a aquellas
organizaciones que no deja espacio
para los errores, que los persigue y
castiga generará empleados que
mentirán por miedo a las consecuencias.
Un jefe que sólo da órdenes, que
no deja a sus colaboradores
la posibilidad de negociar sus peticiones,
generará situaciones de incumplimiento
que se saldarán frecuentemente con
mentiras para evitar la
crítica o acción punitiva.
¡¡¡Reflexionemos y aceptemos que la
llamada mentira puede ser la respuesta
a la intransigencia.!!!
2 comentarios:
HOLA PACO! DE VUELTA Y SIEMPRE LEERTE ES UN GUSTO!
DE ACUERDO CON TU SENTIR!
UN GUSTAZO VOLVER
ABRAZO
Pues si que tienes razón, a veces la mentira puede ser la respuesta a la intransigencia. Eso se aplica no sólo en la empresa sino en cualquier relación en general. Es algo en lo que no había pensado.
Gracias.
Te dejo un abrazo muy fuerte
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