"Aquello que se escribe en el alma de alguien, se escribe para siempre."
Lo que aparece en el término estaba en el origen, pero no lo sabíamos.
Por mucho que maquillemos nuestros "colores de la cuna" finalmente el origen surge por imperativo natural.
La cultura recibida después de los siete años nos servirá de maquillaje social para "representar" en los escenarios del interés.
Dicen que los animales sólo aprenden durante sus primeros seis meses de vida y después son simple repetición. Nosotros, los humanos, tenemos quizá 7 años, pero lo siguiente es puro envoltorio.
Vivimos pues con apariencias adaptadas al momento que tratan de contener los instintos primitimos de nuestro auténtico YO.
¿Es reversible esta tragedia?
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