"Cuando percibas los aplausos del triunfo, que suenen también en tus oidos las risas que provocaste con tus fracasos"
¿Tiene sentido estar en el estadio de la vida"
Esta pregunta la realizo, casi a diario, y sigo sin conceguir una respuesta.
Somos una simple esponja empapada de líquidos diversos que un anónimo destino decidió por nosotros.
El engañó se instaló al fomentar la creencia de que "tales líquidos" los elegimos nosotros cuando es el destino quién lo decide. Así, con este banal argumento, consumimos décadas de existencia despreciando las necesidades del intelecto adormilado por la costumbre y la tradición.
Ahora encarrados en la tragedia del tiempo perdido vemos pasar los días en la intensidad del silencio vacio.
0 comentarios:
Publicar un comentario