Llega un día....
Que tomas
conciencia profunda de que no somos eternos. Llega el momento en que hacemos
balance sobre nuestra aportación al mundo real del "otro" no del
nuestro.
En este momento se empieza a despejar la duda y llega la tragedia. ¿Que
hice fuera de mi egoísmo?
Nada.
El "otro" me molesta y aunque lo preciso para entretener a la
soledad no lo considero. Vivimos en colectividad pero, en todo momento,
tratamos de ser distintos los unos de los otros. Nos criticamos
inmisericordemente pese a la apariencia de amistad que representamos.
Sin duda tenemos en gran capítulo de mejora que fortalecer para poder
encontrar la felicidad a través del Otro.
¿Eres o te representas?
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