Nosotros debemos ser nuestro consuelo y los gestores de la responsabilidad que nos corresponde. Para convivir con ello depositamos nuestra esperanza en aquello que nos parece bello y gratificante.
Así"la belleza" es la plenitud que nos consuela
La gratitud es una emoción que nos invade cuando pensamos que lo que tenemos es bueno y adecuado para nosotros, cuando podemos valorar lo que nos ofrece la vida.
Cada vez que pensamos que algo no es suficiente, estamos cerrando el paso a la emoción de la gratitud.
La gratitud es una actitud ante la vida que merece la pena cultivas, porque pensamos que, cuando esta presente, genera alegría, paz y fluidez. Cuando podemos mirar la vida con gratitud, los caminos de la apertura y del amor se abren a nosotros favoreciendo el amor a la vida y a los demás.
La gratitud hacia uno mismo supone la aceptación de que lo que soy es valioso y suficiente. Si aprecio mis recursos, si estoy conforme con mi identidad, si no tengo expectativas de cómo debería ser y no soy, puedo percibirme como un ser único, especial y precioso. Puedo sentirme como un regalo para el mundo y para los demás.
La gratitud para con los demás también está relacionada con el manejo de mis expectativas. Si puedo apreciar lo que el otro tiene para mí y valorarlo como algo precioso y especial, podré recibir cualquier cosa que me sea dada con alegria y gratitud.
La emoción de la gratitud y la actitud están intimamente ligadas a la acción de dar las gracias. Sin embargo, encontramos a menudo el acto de dare las gracias como una formalidad en la que hemos sido educado. Cuando no se acompaña de la emoción, se convierte en un gesto inauténtico, vacio y estéril. A veces nos parece que las acciones de los demás no merecen nuestro agradecimiento porque actúan por interés o por obligación. Solemos estar tan llenos de expectativas que es prácticamente imposible colmarlas, por lo que nos garantizamos una buena dosis de frustación y de infelicidad.
Algunas creencias que limitan nuestra capacidad para mostrar gratitud: "no tengo nada que agradecerte , porque no hay nada verdaderamente valioso quehayas hecho por mi", "No te agradezco, porque si lo hago, tal vez te confies demasiado o me pidas algo a cambio". estas son creencias asociadas al temor de ser vulnerables y mostrar nuestra vulnerabilidad es algo que nos resulta difícil porque nos expone.
¿PODEMOS SUSTITUIR EL HÁBITO
DE QUEJARNOS POR EL DE AGRADECER?
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