Podemos considerar al AMOR como un mero
adjetivo o como un verbo. En este último caso el
AMOR es acción que nos pone en disposición para
estar atento a las necesidades legítimas del otro y a su
bienestar.
El amor-acción es un elemento imprescindible
para cualquier proceso de aprendizaje. Está
presente en las relaciones maestro/alumno,
coach/cliente, jefe/colaborador, etcétera.
Es el ingrediente que nos permite interesar-nos
por el otro con total compromiso y entrega.
Un buen líder/coach debe repartir amor a través de la
paciencia, bondad, humildad, respeto, generosidad, indulgencia y confianza.
Todos tenemos en nuestro interior aquello
que es esencial para desplegar nuestro
potencial. Mirar al otro desde el amor supone
aceptarlo profundamente y comprometerse con
la posibilidad que tiene de llagar a ser.
La mirada amorosa es aquella que acepta al
otro, que no lo enjuicia, que ve sus
posibilidades incluso más allá de lo que
parece razonable. Por eso tiene una enorme
capacidad transformadora, porque
sosotiene y anima a crecer.
Los líderes aman a la gente que lideran,
les gusten o no.
2 comentarios:
Como me gusta esta entrada,estimado amigo.
Si; el amor es hijo y padre de la generosidad. Del DAR. Con mayúsculas.
Coincido contigo.
Lo unico que no acabo de tener claro, caro amigo, es que los lideres amen a la gente que lideren: mas bien los miman porque los necesitan, sobre todo los politicos a sus electores, no crees?
Un abrazo.
Esa concepción del amor, es la que yo también entiendo. El amor es un verbo, no adjetivo, ni sustantivo.
Abrazos
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