No fuí un niño feliz. Hago esta declaración,
redundante, para encontrarme con la emancipación.
Te deseo que el amor del entorno
que crees, te colme de
felicidad.
Podemos definir el escuchar como "prestar atención
a lo que se oye". Escuchar no es sólo oír; es un proceso
mucho más complejo en el que hacemos una interpretación
de aquello que percibimos.
Y no sólo percibimos las palabras, también
tenemos en cuenta el tono de la voz,
las expresiones del interlocutor, sus gestos
o su corporalidad.
Este proceso interpretativo genera constantes
problemas de comunicación y produce una brecha
entre lo que el emisor dice y lo que el receptor escucha,
ya que cada uno de nosotros realiza sus
interpretaciones desde su propio marco de referencia
particular (creencias, valores, experiencias, emociones).
Hacernos conscientes de la existencia de esta brecha
interpretativa es un primer paso imprescindible
para adiestrarnos en la escucha, por que al hacerlo,
tomamos conciencia de que somos responsables
no sólo de lo que decimos, sino también de verificar
qué es lo que ha escuchado el receptor.
No es suficiente con decir "ah, yo te lo dije
muy clarito" si no nos aseguramos de que
nuestro interlocutor comprendió con
exactitud lo que queríamos transmitirle.
¿TÚ, ESCUCHAS AL PRÓJIMO?
5 comentarios:
Tras los agobios laborales y el viaje de ida y vuelta a Burgos, me reintegro a la blogosfera, amigo.
Estoy encantado de leerte de nuevo.
Un abrazo.
Escutar, pra valer, é uma arte! Eu até que tenho tentado...
Besos
Helô
Igual de importante es saber escuchar que saber hablar.
Un fuerte abrazo querido amigo paco
No es fácil encontrar gente que sepa escuchar. Por lo general todos hablan de si mismo...yo,yo, yo... Muchas veces paso por tus blogs pues me encanta leerte y siempre aprendo cosas. No suelo comentar por la falta de tiempo y por un lado y por los temas que algunas veces no estoy a la altura. Muchos saludos y felices fiestas. Victoria.
Escucho más que hablo. Me aporta más.
Besos
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