"La soledad nos muestra que somos mejor de lo que suponemos y peor de lo que presumimos"
No importa tu
vestuario ni el valor de tus propiedades inscritas en el Registro; lo que te
define es tu actitud ante el otro.
No debe
resultarnos difícil tomar decisiones, cuando conocemos y reconocemos los
valores que nos guían en las relaciones interpersonales, si éstos están
orientados, verdaderamente, a iluminar las tinieblas de la ignorancia propia y
ajena y no aprovecharse del conocimiento para someter al otro. Si así lo
hacemos la dignidad premiará nuestra acción cotidiana.
Caso contrario nos seremos protagonistas en un
escenario sucio y lleno de vulgaridad y egoísmo.
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