Nuestro tiempo está marcado por la ausencia de utopías
Aunque la
perfección puede suponer una vanidad del humano, su búsqueda acciona la voluntad
de desarrollo del intelecto, y por ende, de su razón de existir.
La imperfección,
no obstante, también es un estadio interesante si se alcanza con esfuerzo y
constancia.
El hombre solo
actúa sobre escenarios incompletos que con su aportación se aproximan a su
plena manifestación, es decir, la perfección.
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