
El dinero es falsa fuente de certezas.
Aparentemente
deseamos vivir en la individualidad sin querer reconocer que vivimos en
constelaciones interrelacionadas.
Una de estas
"circunstancias de sentido" son los diálogos y tendencias que surgen
en cada uno de los gineceos que directa o indirectamente afectan nuestra
existencia.
El denominado
"edén femenino" tiene un
destacado e importantísimo protagonismo en la configuración de nuestra sociedad
y no siempre se divulga y reconoce.
El gineceo puro
"en sí mismo" es la máxima esencia y primordial origen de
constelaciones que, entre sí, darán dimensión y barniz a la vida social de los
pueblos.
Este gineceo,
inicialmente, se compone de forma casual en función de la geografía y estamento
social. Al igual que en un avispero, lo componen una líder y diversas obreras
que mutan los "papeles" según la ocasión.
De ahí, y en base
a la cultura dominante, surgen los diálogos con otros gineceos que pueden ser
cordiales o de confrontación.
De tal dialéctica
se determina la temperatura social donde quedan incluidos los llamados
"zánganos", es decir, los hombres que a su vez forman los androceos.
Estos androceos,
mayormente, son meros grupos de "borrachera, sexo (imaginario) y fuerza
donde la existencia espera a la muerte viendo el fútbol.
Eso, si, existe
una élite andrógena que guía los
destinos de la sociedad a través y la economía y el poder militar.
Éstos llamados
privilegiados, no obstante, has sido y están concebidos y guiados desde un
gineceo que como respuesta a su inteligencia han creado líderes masculinos para
representar sus intereses. Poco, muy poco se habla en los medios de la acción y
labor social que representan los gineceos aunque su protagonismo es
incuestionable.
Si deseas
conocerte mejor, averigua en que gineceos estaba la influencia sobre tu madre.
Quizá ahí encuentres el origen de tu personalidad.
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