La Emancipación nos pide que nos
acerquemos a la cultura
Nacemos, crecemos,
estudiamos, adquirimos una profesión, buscamos un buen trabajo, y como fruto de
todo eso, queremos SER, TENER MÁS; ¿en
qué consiste ese ser y tener?
Con su trabajo el
humano ha conseguido tener muchas cosas, pero ¿ha logrado resolver los
problemas que le afligen?
¿Ha conseguido la
paz y la felicidad duradera para sí mismos y para los demás?
La brecha entre el
YO natural y el adquirido es el espacio de "cultivo" donde fijar,
inicialmente, los esfuerzos que
armonicen la superficialidad del TENER con la necesidad de SER.
Dejar esa herida
abierta supone sufrir permanentemente la intoxicación del egocentrismo.
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