No
me atrevo a asegurar que el entorno de crecimiento primero determina las
capacidades posteriores.
En cambio no tengo duda que
las capacidades hay que entrenarlas constantemente.
Somos aquello que hacemos cada
día. Digo "hacemos" y no lo que presenciamos pasivamente.
La acción preferida de la
población (a lo que nos han acostumbrado) es a opinar de todo sin conocer nada
o muy poco. Opinar es gratificante especialmente si no tenemos demasiado pudor.
Pocos se sienten manipulados
por las versiones oficialistas de "las cosas" que las distribuyen
intencionadamente para crear "opinión pública" favorable y pacífica.
Ser críticos no es la
cuestión. Se trata de ser veraces y la veracidad se alcanza con información y
esta no la tenemos.
!!!Entonces¡¡¡ ¿qué día a día
vivimos? Una farsa de guiñol para adultos.
Así construimos nuestro
"jardín de emociones" por donde satisfacer las vanidades del ego.
El reto pues es grande.
Formarnos, informándonos con una información manipulada y sesgada por los
distintos estamentos del poder. En este escenario la erudición gana
protagonismo siempre que sea pautada por la razón y desarrollada por la
inteligencia.
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