Algún
día seremos "sujetos ausentes" de la sociedad y muy pocos notaran la
ausencia.
La
presencia en "la farsa de los vivos" es efímera y vacía. Si antes
éramos sujetos testimoniales de la espiritualidad que, bajo falsas esperanzas,
asumíamos el hambre y demás penalidades. Ahora somos simples "depredadores
multiconsumo" que como hormigas laboriosas participamos en el bobo festín
del capitalismo.
Así en
ambas épocas la presencia de nuestro cuerpo, en lo que llamamos sociedad, no tiene
más sentido que participar levemente en los circuitos de la reproducción.
Pocos son
los que se salvan del espejismo opaco en el que existimos negando todo el
caudal del potencial que nos regalan.
Abdicamos
de SER y lo subrogamos en conceptos banales que son conducen por valles sin
sentido. Decimos y creemos: "soy de tal nación"; "soy de tal
tendencia política"; "soy de tal equipo de futbol"; "soy de
tal ciudades", etcétera como si precisáramos tener una "IMAGEN DE
MARCA" para aparentar "ser" algo más que una anécdota en el
universo dentro de la constelación de lo absurdo.
¿Que debe
contener realmente el "SER UNO MISMO"?
No me lo
imagino pues estoy contaminado por el "NO SER" que herede y no
conozco como desprenderme.
Seguiré
buscando.
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